La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) informó que la caña de azúcar será incorporada este año como cultivo elegible del programa Producción para el Bienestar y cada productor recibirá un apoyo directo anual de 7 mil 300 pesos, independientemente del tamaño de su predio.
El número de productores beneficiarios objetivo es de 170 mil, esto es, la totalidad de cañeros, que en más de 95 por ciento cuentan con predios de pequeña escala. El recurso se les entregará entre mayo y junio por medio de depósitos en sus tarjetas bancarias.
Los estados productores líderes son Veracruz y Jalisco, secundados por San Luis Potosí, Oaxaca, Chiapas, Nayarit, Tamaulipas, Tabasco, Morelos, Puebla, Quintana Roo, Michoacán, Colima, Campeche y Sinaloa. La caña está presente en 261 municipios del país y abastece a 51 ingenios azucareros.
La Sader explicó que el apoyo, de carácter emergente, estará condicionado a que los productores lo inviertan en acciones que mejoren el potencial productivo de sus predios. En orden de prioridad, el recurso deberá dedicarse a: renovación de cepas, aspectos de nutrición del suelo (abonos o fertilizantes), tecnologías para uso eficiente del agua, manejo fitosanitario y prácticas agronómicas.
Los recursos tienen el objetivo de fortalecer el ingreso de las familias productoras, ante la contingencia de los precios internacionales de azúcar (que en el reciente ciclo anual cayeron 30 por ciento), y también sostendrán e impulsarán el esfuerzo productivo y la capacidad de resiliencia de la caña, apuntó.
Afirmó que el programa Producción para el Bienestar, que tiene como objetivo la autosuficiencia alimentaria en granos y reducir importaciones, suma ahora en sus cultivos elegibles a la caña de azúcar –de la que México es superavitario–.
La dependencia indicó que establecer el rubro de renovación de cepas como prioridad busca elevar, de forma significativa, los rendimientos por hectárea, pues el campo cañero mexicano está envejecido.
Con 830 mil hectáreas y más de 55 millones de toneladas producidas en 2018, México es el séptimo productor de caña en el mundo y el número 31 en rendimientos por hectárea.