El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, pidió hoy a los miembros del bloque comunitario apoyar la reconstrucción de la catedral de Notre Dame, gravemente dañada la víspera por un incendio, mientras que más líderes mundiales expresaron su pesar por sus irreparables pérdidas.
En un discurso ante el Parlamento Europeo, Tusk expresó su solidaridad con Francia tras el incendio, que consumió la mayor parte del techo, el reloj y la emblemática aguja de la catedral, e instó a los 28 miembros de la Unión Europea (UE) a sumarse a su reconstrucción.
«Desde Estrasburgo, capital francesa de la Unión Europea, llamo a los Veintiocho a apoyar esta tarea (de reconstrucción). Sé que Francia puede hacerlo sola, pero se trata de algo más que ayuda material», indicó el exprimer ministro polaco.
El jefe de la UE recordó que tras la Segunda Guerra Mundial que su ciudad de origen, Gdansk, fue destruida y quemada en un 90 por ciento, pero después fue reconstruida, al igual que puede suceder con la catedral parisina de más de 800 años de antigüedad y uno de los símbolos más importantes de Francia.
«El incendio en la catedral de Notre Dame nos ha hecho una vez más ser conscientes de que estamos unidos por algo más importante y profundo que los Tratados. Hoy entendemos mejor la esencia de aquello que es común, sabemos cuánto podemos perder y queremos defenderlo juntos”, indicó.
En declaraciones a la prensa, a su salida del Parlamento Europeo, en la ciudad de Estrasburgo, donde los eurodiputados debatieron sobre el futuro del Brexit, Tusk afirmó que era un “deber de todos los europeos y de todos los polacos darle valor a Francia después de este evento ‘dramático’».
Ante la destrucción parcial de Notre Dame, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, expresó este martes sus condolencias al presidente francés Emmanuel Macron, y le ofreció los mejores especialistas rusos para ayudar en su reconstrucción de la histórica catedral.
«Notre Dame es el símbolo histórico de Francia, un tesoro inestimable de la cultura europea y mundial, y uno de los santuarios más importantes del cristianismo», subrayó Putin en mensaje enviado al mandatario ruso, informó la oficina de prensa del Kremlin, según reporte de la agencia informativa Itar-tass.
La reina Isabel II de Inglaterra también envió este martes un mensaje a Macrom, en el que expresó que estaba «profundamente triste» por el devastador incendio que arrasó con parte de la catedral de Notre Dame y su apoyo a toda Francia por este “momento difícil».
«El príncipe Felipe y yo nos sentimos profundamente tristes al ver las imágenes del fuego que ha asolado la catedral de Notre Dame. Mis pensamientos y oraciones están con quienes adoran en la catedral y con toda Francia en este momento difícil», indicó.
El Papa Francisco, por su parte, expresó su cercanía a Francia ante el incendio en Notre Dame, en un mensaje enviado al Arzobispo de París, Michel Aupetit, en el que también expresó su tristeza y su solidaridad a los parisinos y todos los franceses,
La catedral de Notre Dame ha sido un sitio de referencia en la capital francesa durante siglos, está en la lista de monumentos más importantes del mundo por su patrimonio arquitectónico y por haber sido escenario de múltiples hechos históricos, como la coronación de Napoleón como emperador en 1804.
De hecho, la directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Audrey Azoulay, informó este martes que el organismo se va a llevar a cabo una evaluación rápida de los daños a la catedral lo antes posible.
“La UNESCO está junto a Francia para salvaguardar y rehabilitar este patrimonio inestimable. Ya estamos en contacto con expertos y listos para enviar una misión de emergencia para evaluar los daños, preservar lo que se pueda preservar y estudiar las medidas posibles a corto y mediano plazo”, indicó.
En un comunicado, Azoulay, destacó que la catedral, ubicada a orillas del río Sena, fue inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial en 1991 y “representa un patrimonio universal excepcional: histórico, arquitectónico y espiritual”, no solo de los franceses, sino de la humanidad en su conjunto.