El fenómeno de desplazamiento forzado por violencia no se reduce al llamado Triángulo Dorado (Chihuahua, Durango y Sinaloa, que durante muchos años se negó), sino que se está teniendo conocimiento de que esa problemática está presente en muchas regiones del país, por la presencia del crimen organizado y el narcotráfico, señaló el subsecretario de Derechos Humanos, Migración y Población, de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas Rodríguez.
Puntualizó que el número de personas desplazadas al interior de nuestro país varía entre un millón 200 mil a 8 millones de personas a causa de la violencia y operación de las organizaciones crimínales, por lo cual, abundó, se debe contar con soluciones con apego a los derechos de las personas, así como un proceso de justicia transicional, paz y reconciliación, debido a que hay una gran diversidad de causas que orillan al desplazamiento forzado.
En el marco de la presentación del libro La Violencia como causa de Desplazamiento interno forzado, el funcionario sostuvo que además de que en la presente administración se está reconociendo, es necesario determinar que si en México se quiere avanzar en la recuperación y vigencia del estado de derecho en todo el territorio nacional, se deben atender las zonas con altos niveles de violencia.
El grave problema que representa el desplazamiento forzado interno y búsqueda de soluciones, son un asunto cuya solución se evadió en las anteriores administraciones, de ahí que haya una ausencia de políticas que reconozcan esta problemática, ante lo cual, no va a ser sencillo lograr que muchas de las familias o personas desplazadas regresen a sus lugares de origen, en tanto no se restablezcan las condiciones de seguridad y de paz en esas comunidades”.
Asimismo, consideró que el desplazamiento forzado interno se va a incrementar en los próximos años por el cambio del flujo migratorio en Estados Unidos, y para ello se debe recuperar la presencia del Estado y la vigencia del estado de derecho en todo el país: “se tienen que atender las zonas que reflejan los niveles de violencia por desplazamiento e iniciar el proceso de paz, de justicia y reconciliación, porque la gente desplazada no va a regresar mientras no se restablezcan estas condiciones.
En este mismo contexto, mencionó que el Estado creará un refugio para el desplazamiento interno en coordinación con la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) —dependiente de la Secretaría de Gobernación—, aunque no dio mayores detalles.
“No solamente va a ser el enfrentar y desmantelar los grupos delictivos, sino innovar nuevas modalidades en la construcción de los procesos de paz y reconciliación, y sin de los temas que habremos de abordar en los próximos meses”.
Parte del proceso de justicia transicional, que emprenderá el Gobierno federal, se impulsarán acciones diversas, tales como la sustitución de cultivos de drogas, hasta la reconciliación de intereses de quienes en algún momento estuvieron con vinculadas a alguna actividad como la producción de estupefacientes.