La Comisión del Trabajo de la Cámara de Diputados aprobó la noche de ayer, con 19 votos a favor, uno en contra y una abstención el dictamen por el que se reforma la Ley Federal del Trabajo. Hoy el Pleno camaral deberá someterlo al escrutinio para darle salida y lo envía a los senadores para su análisis.
En un arranque violento de los integrantes de la Comisión de Trabajo para discutir el dictamen de reforma laboral —prometida por Mario Delgado para aprobarla esta semana— dio inicio el encuentro, en el que “el orden del día” fue la manzana de la discordia entre panistas, petistas y de Encuentro Social, grupo parlamentario que lleva la presidencia de la comisión.
Tras más de 40 minutos de desencuentros, incluso con agresiones entre los legisladores, porque “el tema de la reforma laboral no estaba en el orden del día”, a las 21:15 horas, diputados del PAN salieron de la discusión. Argumentaron falta de capacidad e ignorancia de cómo se manejan los reglamentos internos para el proceso legislativo.
“Hay tres dictámenes, y estamos hablando de los temas más importantes del país, donde o somos patrones o somos empleados, pero hay muchas presiones por sindicatos norteamericano y por el Presidente de México”, indicó el legislador panista Evarios Lenin Pérez.
Al cierre de esta edición, la reforma laboral ya era un hecho, aunque se discutían la libertad sindical y derechos laborales del trabajador, como la separación del puesto de trabajo —despido— y los contratos colectivos de trabajo.
Por la tarde, Gustavo de Hoyos, presidente de Coparmex, se pronunció por esta reforma: “La paz laboral es un activo para México que le ha permitido una gran capacidad al país para atraer inversiones. Por eso nuestro llamado es para que no nos aceleremos en la aprobación de la reforma laboral. Está programado que sesione la Comisión del Trabajo y hacemos un llamado para que se den el tiempo necesario para analizar los argumentos de las organizaciones obreras y empresariales. No hay ninguna duda de que sí es compatible el TLC”, aseguró el líder empresarial.
Entre los puntos a destacar de este proyecto son que desaparecen las Juntas de Conciliación y Arbitraje, para dar paso a la creación del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, con el fin de que un juicio no dure hasta cinco años, como actualmente ocurre, y procurar justicia en el menor tiempo posible al trabajador.
Además, la iniciativa reforma el tope de los salarios caídos en los casos de condena a la indemnización por despido injustificado, en seis meses más; hasta por 18 meses del salario y para rescatar en los casos de condena a la reinstalación, el cumplimiento del contrato de trabajo constitucionalmente establecido, el pago de la totalidad de los salarios omitidos y el reconocimiento de la antigüedad en el trabajo por la duración del juicio.
