El gobernador de Banco de México (Banxico), Alejandro Díaz de León, expuso al estar pendiente la ratificación del acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), existen riesgos en temas comerciales y adyacentes que pueden complicar su aprobación.
Al comparecer ante la Comisión de Hacienda y Crédito Público del Senado de la República, el funcionario del banco central habló de las repercusiones que habría para México de no ser aprobado el T-MEC y de otros temas como la utilización de los fondos de estabilización debido a la falta de ingresos tributarios.
Reconoció que una de las partes más inciertas y aun cuando hay un avance muy significativo con la negociación del acuerdo comercial, lo cierto es que “está pendiente la ratificación y esto involucra elementos de riesgo tanto en los temas netamente comerciales como en los temas adyacentes, que están relacionados a temas bilaterales y pueden complicar ese proceso de aprobación”.
Sin embargo, confío en que ello se pueda hacer en el futuro próximo y de manera menos incierta posible, “pero somos conscientes de que el escenario es riesgoso y que podemos tener altas y bajas en ese proceso”.
De los fondos de estabilización, señaló que el Banxico tiene una cuenta a favor del gobierno federal donde están depositados esos recursos, sin que ello implique que el Banco los administre de una manera fiduciaria, como podría ser el caso de otros recursos o de otras instancias, “es un recurso del gobierno federal que está depositado en una cuenta en el Banco de México”, asentó.
Sobre las condiciones crediticias, destacó la necesidad de un mayor acercamiento del financiamiento y de los servicios financieros a más mexicanos, y que ello ocurra en los mejores términos.
Subrayó que aunque el crédito a las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) ha empezado a incrementarse, aún está por debajo de lo que se esperaría en una economía como la mexicana.
“Coincido con que, a veces, mucho del financiamiento que está disponible para las pequeñas y medianas empresas está más abocado a capital de trabajo y no a inversión e incrementar capacidad productiva”, y ese es uno de los retos que hay que identificar porque la inversión es uno de los elementos que más debilidad ha mostrado por varios años, aseveró.
Díaz de León comentó que se está en pláticas con los proveedores de servicios financieros para buscar la forma de identificar elementos básicos para que la cancelación de tarjetas de crédito sea más sencilla y que también se pueda migrar de un banco a otro de manera simple.
A su vez, la senadora priista Vanessa Rubio cuestionó la incertidumbre que genera entre los inversionistas la política interna respecto de la economía mexicana por la cancelación de algunos proyectos relevantes para el desarrollo del país, como el aeropuerto de Texcoco, y el que no se vea todavía un plan robusto para sacar adelante a Pemex.
“Estas acciones de política económica importan, importan mucho y a la larga no es nada más una percepción de riesgo ni de incertidumbre sino en el corto plazo lo que son es que no materialicen inversiones en nuestro país”, y con ello menos empleos y afectaciones al salario, manifestó.