El papa Francisco declaró a los religiosos católicos en Marruecos que mostrar a la mayoría musulmana que forman parte de la misma familia humana ayudará a acabar con el extremismo, en un intento de fomentar el diálogo entre cristianos y musulmanes.
En el segundo y último día en Marruecos, el Pontífice dijo a sacerdotes y monjas católicos que aunque sean menos en número, no deben tratar de convertir a otros, sino implicarse en el diálogo y la caridad.
“De esta forma, desenmascararéis y dejaréis a la vista cualquier intento de explotar las diferencias y la ignorancia para sembrar el miedo, el odio y el conflicto”, precisó.
El Vicario de Cristo insistió en que el miedo y el odio, alimentados y manipulados, desestabilizan las comunidades.
El papa Francisco ha hecho hincapié en un mensaje de fraternidad entre cristianos y musulmanes durante su primer viaje a Marruecos, un país de mayoría musulmana de 36 millones de habitantes.