La cineasta francesa nacida en Bélgica Agnès Varda, murió a los 90 años de edad en su casa en París, entre la noche del jueves y este viernes, por complicaciones del cáncer que padecía desde hace tiempo, informó hoy su familia en un comunicado.
Varda, quien fue además fotógrafa, documentalista y artista plástica, se había retirado hace poco de la dirección para dedicarse a instalaciones artísticas, y entre sus últimos trabajos destaca el documental autobiográfico “Varda by Angés”, que presentó en el Festival de Cine de Berlín en febrero pasado.
En los últimos años recibió varios homenajes y premios como el Oscar honorífico en 2017, la primera mujer en recibirlo, el Donostia de San Sebastián el mismo año y además fue la primera mujer en obtener la Palma Oro honorífica en Cannes en 2015 por su destacada trayectoria.
Entre sus últimas apariciones en público figuró su asistencia al Festival de Cine de Londres, el año pasado, donde dijo “quería inventar el cine y ser feliz de ser mujer. Quería ser radical”.
Varda, pionera del cine feminista, era una de las últimas sobrevivientes de la Nouvelle Vague, la escuela que cambió el rumbo de la historia del cine francés, que influyó en el séptimo arte estadunidense posterior a las décadas de los años 60s y 70s.
Durante su trayectoria destacó el cine social o político en documentales y películas consagradas a personas modestas y marginales.
Algunas de sus cintas son “Cleo de 5 a 7” (1962), la más famosa, “Sin techo ni ley” (1985), “Los espigadores y la espigadora” (2000), “Las playas de Agnés” (2009) y “Caras y lugares” (2017).
La directora, quien nació en 1928 en Ixelles, en las afueras de Bruselas, hija de padre griego y madre francesa, fue por muchos años una figura habitual del Festival de Cine de Cannes, donde presentó una docena de cintas desde 1958 a 2018 y también fue parte del jurado.