Las condiciones en las que ha venido operando el transporte público de pasajeros en el Estado de México, donde la inseguridad y la mala calidad de las unidades son cosa de todos los días, no justifica en nada la posibilidad de un aumento al costo del pasaje, advirtió el dirigente estatal del Partido de la Revolución Democrática, Omar Ortega.
Hace poco menos de dos años se autorizó un aumento de dos pesos al pasaje mínimo, que pasó de ocho a 10 pesos, luego de que arbitrariamente lo subieran sin la autorización del gobierno del estado, eran tiempos electorales, tal vez por eso la respuesta gubernamental fue casi nula, recordó el también legislador.
Los transportistas desde ese entonces se comprometieron a llevar a la práctica un decálogo que entre otras cosas incluía la regularización de unidades, renovación del parque vehicular, la instalación de cámaras de seguridad y GPS, además de la capacitación constante de los operadores, cosa que no han cumplido.
Este anuncio se produce luego de que choferes de diferentes municipios mexiquenses están siendo extorsionados por bandas criminales que les cobran derecho de piso. El Sol de México publicó ayer que concesionarios de rutas en Tecámac se encuentran temerosos porque la vigilancia de la policía municipal es poca y estas bandas se dedican a quitarles su dinero.
Este diario registró que cada unidad debe pagar entre mil 200 y dos mil pesos mensuales para seguir trabajando.