Para contribuir a fortalecer y consolidar el sistema democrático de la capital, y como una guía para el comportamiento de sus legisladores, el pleno del Congreso de la Ciudad de México aprobó en votación unánime un nuevo Código de Ética Parlamentaria, así como una serie de reformas a su reglamento.
En la presentación del dictamen, el diputado Jorge Triana Tena informó que sólo el 15 por ciento de los congresos locales del país cuentan con un código de principios al cual sus integrantes deben apegarse, “pero ninguno de ellos va acompañado con un sistema de responsabilidades como el que estamos sometiendo a consideración del pleno.
“Este es un novedoso instrumento que dota de las herramientas necesarias a los ciudadanos para hacer un trabajo de fiscalización, escrutinio público y revisión del trabajo diario de sus representantes. Con el código que aprobaremos el día de hoy se rompe la brecha entre representantes y representados”, afirmó el legislador del grupo parlamentario del PAN.
El diputado Triana Tena detalló que este código establece la conformación de un Comité de Ética Parlamentaria, con una conformación plural, que sancionará las faltas y el incumplimiento de las normas establecidas.
En su discurso para razonar su voto, el diputado Alberto Martínez Urincho, presidente de la Comisión de Normatividad, Estudios y Prácticas Parlamentarias, reconoció el trabajo de todas las fuerzas políticas en el Congreso local para que se lograra este instrumento, que marca los lineamientos que guiarán la conducta y comportamiento de los legisladores.
El parlamentario de MORENA aseguró que la aprobación de este Código de Ética contribuirá a avanzar en la vinculación del Congreso de la Ciudad de México con la ciudadanía, como parte del proyecto de Parlamento Abierto, que “permitirá legislar de frente a la ciudadanía”.
Por su parte, el diputado Diego Garrido López aseguró que por primera vez el Legislativo de la capital tendrá un código de ética y responsabilidades, “como una guía mínima para el comportamiento de los legisladores”, que significa un importante avance en materia de transparencia, “para hacer del Congreso una caja de cristal”.
El dictamen, que fue elaborado por la Comisión de Normatividad, Estudios y Prácticas Parlamentarias y remitido a la Jefa de Gobierno capitalina, Claudia Sheinbaum Pardo, para su promulgación en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México, adiciona una fracción XIX, recorre la actual a XX del artículo 7 del Reglamento del Congreso de la Ciudad de México y emite el Código de Ética Parlamentaria del Congreso de la Ciudad de México.
Reforma al reglamento del Congreso para permitir a la ciudadanía evaluar a autoridades policiacas
En otro punto de la orden del día de la sesión ordinaria, el pleno del Congreso capitalino aprobó un dictamen presentado por la diputada Martha Soledad Ávila Ventura, a nombre de la Comisión de Normatividad, Estudios y Prácticas Parlamentarias, para reformar la fracción 5 del artículo 307, la fracción 11 del artículo 371, y los artículos 434, 436, 437 y 439 del Reglamento del Congreso de la Ciudad de México.
A través de estas modificaciones se busca contribuir a generar esquemas de seguridad ciudadana que motiven la participación de la población, al configurar un modelo de seguridad “en el que los ciudadanos no sólo sean víctimas o victimarios, sino que se conviertan en elementos activos que vigilen, verifiquen y evalúen el desempeño de las autoridades responsables”, en el que la ciudadanía ejerza un constante escrutinio de las acciones que realiza la policía y pueda proponer soluciones que sean tomadas en cuenta.
En su presentación, la legisladora aseguró que conforme a cifras de la encuesta de victimización y percepción sobre inseguridad pública del 2018, elaborada por Inegi, el 52.8 por ciento de los hogares de la Ciudad de México, tuvo al menos una víctima de delito durante el año del 2017.
Según esta misma encuesta, que evaluó la percepción acerca de las autoridades de seguridad y justicia en la capital, el 89.2 por ciento de la población de 18 años y más considera que la policía de tránsito es corrupta, misma definición que da a los ministerios públicos.
La diputada Martha Ávila expuso que mediante esta reforma al Reglamento del Congreso local se busca acercar a la ciudadanía a la implementación de la estrategia de seguridad “y tener muy presente que sin su apoyo difícilmente se podrá lograr un cambio significativo en los índices delictivos”.
“En este momento, gobierno y ciudadanos, tenemos la oportunidad de acercarnos y originar mejores canales de participación para la evaluación, seguimiento y desempeño de la estrategia de seguridad”, expresó.