*Serranía acusa de una corrupción de la que ¿fue parte?
Por Miguel A. Rocha Valencia
Las acusaciones de la señora Serranía, ungida por segunda vez como directora del Sistema de Transporte Colectivo, resultan un autogol, especialmente cuando afirma que al Metro lo hundió la corrupción de administraciones anteriores, donde tendría qué incluirse ella misma, y a otros cinco o seis que militaron en el PRD y hoy son “morenos”, como ella.
Olvidó de repente la señora Serranía que a la ciudad de México, antes DF, la gobernaron en los últimos 20 años gente emanada del PRD, incluyendo a Cuauhtémoc Cárdenas, Rosario Robles, López Obrador, Alejandro Encinas, Marcelo Ebrard y Miguel Ángel Mancera.
Por cierto, Serranía fue directora del Metro precisamente con López Obrador. En esa administración no se construyó un metro de Metro. Lo tuvo a su cargo y no lo puso a punto. De hecho fue denunciada por el Sindicato de Trabajadores de no dar los recursos necesarios para mantenimiento y menos aún para herramientas. Eran 500 millones de pesos anuales.
Entonces Serranía tendría que explicar primero, qué hizo ella durante su administración, los que le siguieron y al final, los más recientes: Joel Ortega, Jorge Gaviño o Jorge Jiménez, que administraron el STC, dos años y medio los primeros y el último 10 meses.
Porque el deterioro del SCT no es de un sexenio, es de varios.
Pero más allá de logros, no se olvide que cuando Gaviño Ambriz llegó, tenía cerrada media línea 12, seis estaciones de la A, y media de la Dos (Revolución) y que cuando dejó el cargo, todas estaban funcionando, se hizo la compra de diez trenes en pesos, se desarrolló tecnología propia para generar tarjetas de conducción que permitió reincorporar convoyes, incluso pasar de analógico a digital, precisamente esos de que habla Serranía; se rescataron espacios, se creó el Museo del Metro y se incorporó internet gratuito a la red.
Ni hablar de la rehabilitación de escaleras fijas en la línea dos, la instalación de 66 mecánicas, la reconversión de trenes de seis y nueve carros, el drenaje pluvial en Los Reyes, reubicación de servicios para discapacitados y…
Creo en todo caso que Serranía copió y mal el discurso de corrupción de sus jefes. Será la cantaleta de acusar de sus ineficiencias y errores a los de atrás, los señalará de corruptos, pero no debe olvidar que ella, es parte de ese pasado, incluyendo a Gerardo Ferrando Bravo, hoy titular del Grupo Aeroportuario de la CDMX, quien será recordado como el enterrador del NAIM de Texcoco.
Finalmente es posible que Serranía, dada su cortedad cultural y lenguaje limitado, no tenga formas de expresión amplias y confunda corrupción y omisión, por el olvido de los gobiernos del DF y CDMX para invertir en mantenimiento del Metro que no obstante, sigue siendo el más seguro y eficiente medio de transporte.