Elsa Méndez, diputada del Partido Acción Nacional (PAN) en Querétaro, y Gerardo Fernández Noroña, también diputado pero federal y por el Partido del Trabajo (PT), tuvieron un acalorado encontronazo por la interrupción legal del embarazo.
Ataviada con un pañuelo azul celeste -característico de los movimientos conservadores que aseguran estar a favor de “las dos vidas” cuando se trata del derecho a decidir de las mujeres-, la legisladora local le exigió a Noroña la realización de un parlamento abierto para que escuche la postura del grupo que representa.
Méndez se ha pronunciado en diversas ocasiones en contra del aborto y la protección de la familia, pues es presidenta de la Comisión de la Familia en la legislatura de Querétaro. Y durante la discusión, la diputada panista le exigía a Fernández Noroña que la escuchara porque era su obligación “como funcionario público”.
“Yo con mucho gusto los escucho, conozco sus puntos de vista, su visión moral no se la pueden imponer a la sociedad”, reviró Fernández Noroña durante la confrontación con la panista y un grupo de simpatizantes en la Cámara de Diputados.
La diputada y los simpatizantes respondieron que no se trataba de una cuestión moral, sino «biológica» y exigieron que se celebrara un parlamento abierto con especialistas para tratar el tema.
Fernández Noroña, visiblemente molesto, exigía que se le tratara con respeto, no se le interrumpiera y no se le gritara. “No sean descorteses y quieran imponernos un punto de vista moral”, dijo en más de una ocasión.
Méndez Álvarez se asume como “la voz de Querétaro”, lo cual le ha valido críticas por parte de activistas quienes consideran que promueve un mensaje de odio e incumple con su propuesta como legisladora al representar sólo a quienes coinciden con su pensamiento.