El presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González, lamentó las deficiencias de las consignaciones de la extinta Procuraduría General de la República (PGR) en la investigación del caso Ayotzinapa, mismas que permitieron que Gildardo López Astudillo «El Gil» saliera de prisión.
«Ahí están las debilidades, lo anticipamos, para que no digan que es nuevo, busquen el primer reporte de mayo de 2015», señaló.
En entrevista, expresó su pesar porque esta clase de liberaciones dejan la incertidumbre sobre alcanzar el derecho a la verdad y el acceso a la justicia.
Además, dijo que es necesario que exista una reparación integral del daño y, sobre todo, que se den las garantías de no repetición en términos de sostener procesos fortalecidos.
González resaltó que la CNDH anticipó, en 2015, por medio de una recomendación, violaciones a derechos humanos en ese caso.
«Ahora, ahí hay elementos también, yo desconozco si, por ejemplo, de los chats que se dieron a conocer, incluso, por los medios de comunicación que se dieron, si no de ahí se desprenden algunos elementos que pudieran referirse a esta persona y si fueron autorizados o no para el proceso», mencionó.
El presidente de la CNDH consideró que esta clase de acciones exhiben la debilidad institucional en procuración de justicia y confió que se puedan rectificar con esta Fiscalía autónoma.
También pidió recordar las 220 propuestas de investigación que han planteado y las más 128 recomendaciones, ya que «queremos conocer la verdad».
Para ello, propuso que se manden a periciar 114 restos; «si corresponden a los estudiantes, avanzamos, si no corresponden, tienen una identidad y hay 40 mil desaparecidos».
Reconoció la importancia de Gildardo López Astudillo, conocido como «El Gil», en los hechos, pues dio datos de una de las rutas de desaparición, mientras que la CNDH planteó una segunda; «no solamente la del basurero sino la de Huitzuco, eso fue un aporte de la Comisión».
González insistió en que se debe retomar integralmente una averiguación de todas las pruebas, «no de un solo testimonio, ahí hay otras testimoniales que no están, digamos, viciadas de tortura, que aportan elementos que deben ser tomados en cuenta».
Por su parte, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez y familiares de los estudiantes desaparecidos consideraron que esta primera sentencia absolutoria confirma el fracaso judicial de la investigación del caso de Ayotzinapa.
Acusaron que la liberación de «El Gil» es consecuencia de las irregularidades y violaciones graves a derechos humanos cometidas por la extinta PGR de la anterior administración, hasta hoy impunes.