La verborrea

Yo Campesino

* Una cosa es la que se dice para consumo interno y otro lo que se hace

Miguel A. Rocha Valencia
Las señales son claras y aunque el discurso para el pueblo agradecido es de una gran entereza, fortaleza y hasta de inmolación en aras de la Patria, la verdad es que nuestro gobierno “afloja todo” y se presenta muy débil frente a los poderosos, como en este caso ocurre con Estados Unidos donde el “lobo” avisa su llegada  y nos espantamos con el sólo anuncio.
Precisemos: “Ya vienen los aranceles” y nos aflojamos en los hechos aunque en el discurso se hable de una gran serenidad y entereza y hasta se anuncien planes A, B o C para hacer frente a las amenazas; uno de ellos implica aplicación de impuestos en reciprocidad, los cuales, al igual que a los consumidores estadunidenses, subirán los precios para los mexicanos.
Gritamos autonomía, soberanía, que no nos arrodillamos ante nadie pero enviamos soldados a la frontera, correteamos a migrantes, detenemos a cientos de “generadores de violencia”, se confiscan las tinas galvanizadas para cocinar drogas, se decomisan armas y productos terminados y hasta se envían extraditables a Estados Unidos.
A cambio, no recibimos nada sino calificaciones de insuficientes, señalamientos de narcogobierno, acciones invasivas y violatorias a la soberanía territorial; nos piden más y hasta nos dan una palmadita para luego volver a acometer y amenazar. Pero no nos otorgan el beneplácito de un sujeto empoderado y envalentonado por la muestra inmediata de debilidad institucional en que “descansa” nuestro gobiernito.
Y le llamamos así por que esa misma debilidad la muestra hacia adentro donde el no mover un punto o una coma era sólo para el tlatoiani, pero no para la heredera  del bastón de mando a quien e enmiendan la plana y ella se afloja en aras de la dizque unidad, cuando esta, la unidad, debe imponerse de manera vertical.
Esa debilidad la mostró otra vez la president(a) al aceptar que le enmienden la plana a su iniciativa sobre nepotismo, le aplicaron la medicina cuatrotera del chantaje quienes soy son cómplices en el Congreso y sirven al jefe de la banda, el tlatoani tabasqueño. Si de él fuera la propuesta, hubiese pasado sin cambio alguno, sin que nadie chistara.
De esa forma le aplicaron a la inquilina de palacio la “supremacía legislativa”, impusieron sus condiciones quienes son caciques y cuyos nombres todos conocemos gracias a su longevidad en los latifundios de poder de los que disfrutan generaciones de familiares, n o importa su deplorable fama pública o se trata de delincuentes comunes o se les sospeche como integrantes de la delincuencia organizada.
Así dicen edificar la fortaleza de la 4T para obtener mayorías agradecidas en las elecciones intermedias. Tampoco importa que a quien los encabeza formalmente se vea disminuida, sin el poder suficiente para ponerlos en orden y desterrar vicios que criticaron y satanizaron y de los cuales hoy se nutren y hacen apología.
Y eso sucede con los amagos del lobo güero que anuncia sus aranceles y que sin que nadie lo pidiera ya los pasó al dos de abril, justo cuando en México estaremos celebrando la batalla con que en 1867, Porfirio Díaz tomó la ciudad de Puebla y acabó con la intervención francesa.
Pareciera que no quiere detonar la carga porque después de ello, qué más va a pasar además de echarse encima a los sectores estadunidenses que se verán afectados, como los fabricantes de automóviles armados en México con insumos gringos y al final, son destinados al mercado norteamericano.
Son los aranceles el arma por la cual, hoy México cumple su responsabilidad en seguridad, un buen pretexto para contravenir la política del ganso de abrazos y no balazos, situación que bien podría aprovecharse para intensificar la inversión pública en infraestructura rentable social y financieramente y no megaobras devoradoras de dinero fiscal y sobre viven gracias a los subsidios.
Aprietan al gobierno y se pone a trabajar, pero debe haber un límite, en algún momento habrá de plantarse y decidir si mantiene sobre si la espada del chantaje y el bluf o en verdad se asumen posiciones firmes de tu a tu para acabar con los abusos de quien se siente todopoderoso. No pelear, pero negociar en serio, pues lo actual es sólo poner y aflojar de este lado.

¿Falta carácter, inteligencia, fortaleza? No sabemos, a la mejor se trata de legitimidad y autonomía de gestión y dejar de ser un gobierno agradecido con quien se fue. Lo cierto es que mientras no se haga, las bravuconadas serán sólo verborrea.

Foto: web

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