Las 4 Presidencias de Sheinbaum y Fidelidad Indisoluble a su Mentor

*La Defensa del Legado Obradorista, Significa Mucho Sacrificio

*Primer año de Gobierno y Protección Absoluta al Círculo Rojo

*“Hoy Viendo un Tema de Inmunización: Pedro Isnardo Cruz

*El Liderazgo se va a Mantener Como Mentoría y Condición

JESÚS MICHEL NARVÁEZ

Primer año del gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo.

Un año difícil, con una meta por alcanzar dentro 5 años que habrá de recorrerse sobre pavimento destrozado y sinuosas curvas.

Son 12 meses en los que la presidenta mexicana vive y habita en ella lo que el doctor, politólogo y experto en seguridad, Pedro isnardo de la Cruz, las “cuatro presidencias” y en las cuales los caminos son diferentes con el mismo final.

“Estamos en una presidencia de 4 presidencias y es que, la doctora. Sheinbaum enfrenta su propio mandato, a su vez enfrenta una presidencia como la de Trump, a su vez debe darle su legado que le dejo el presidente Andrés Manuel López Obrador, y la cuarta presidencia es tomar decisiones para quienes están apuntadísimos desde que ella tomo el poder, de ver quien la va a suceder y que quieren tomar el timón de la Presidencia y esto supone una lucha encarnizada, inconfesa y a veces atropellada, malograda, a veces con errores políticos modificados en los propios actos, de gente de su gabinete, de gente de fuera de su gabinete en los liderazgos, en este caso en el Congreso de la Unión y a su vez gubernaturas de los estados que aspiran a suceder”.

De siempre, Sheinbaum ha elogiado a su mentor, quien le heredó la Presidencia de la República y con su decisión y el voto ciudadano, rompió el paradigma de que ninguna mujer estaba preparada para sentarse en la Silla del Águila.

A 371 días de haber asumido el cargo, la presidenta ha dado muestras de estar atrapada por quienes formar el círculo rojo del expresidente. Pruebas evidentes son personajes de la talla de los coordinadores parlamentarios Adán Augusto López y Ricardo Monreal; de los gobernadores Rubén Rocha Moya, Alfonso Durazo, David Monreal, Américo Villarreal y Salomón Jara y las gobernadoras Marina del Pilar Ávila, Rocío Nahle, Delfina Gómez, Evelyn Salgado, entre otros que han sido señalados de tener nexos con el crimen organizado o bien han sido incapaces de frenar la presencia delincuencial en las entidades y que general violencia exacerbada que cobra ya decenas de ejecutados o bien centenares de personas extorsionadas.

Otros personajes del pasado inmediato, que gobernaron estados con la bandera del PRI, como por ejemplo Omar Fayad y Quirino Ordaz Coppel y de Morena, Rutilio Escandón, a quienes se les han asignado misiones diplomáticas en pago, en el caso de los dos primeros, por haber “entregado la plaza” y el tercero, como escudo de protección por ser omiso en solicitar apoyo federal para combatir el incremento de grupos criminales, fundamentalmente de los cárteles JNG y Sinaloa.

Del otro lado de la moneda, las acciones emprendidas por la presidenta mexicana en contra de los criminales, contrasta con la no-política de su antecesor.

LAS CUATRO

PRESIDENCIAS

La acertada la definición del académico, Isnardo de la Cruz, responsable de la conducción del grupo interdisciplinario que se denomina Cisne Negro en cuyo núcleo de colaboradores, donde lo que “intentamos es situar de una manera muy sencilla, pero sin tomar distancia de los hechos, de una visión desde la ciencia, sobre que, dicen las ciencias, las sociales y las neurocientíficas, de las humanidades y la economía.

“Hay cuatro presidencias”.

Lo explica así:

“Entonces son 4 presidencias simbólicas, reales, políticas, pragmáticas, contextualizadas, en que están gravitando en su toma de decisiones, si de por si la tenía complicada, ahora tenemos que repensar que está pasando en el país y es un poco el sentido que estamos dando a las publicaciones de este equipo multidisciplinario con la venia, de respaldo financiero de un abogado, de un empresario que tiene un despacho fiscal, el Lic. Luis Alberto González, que nos ha dado la venia y la libertad absoluta editorial, para que esto dure, ya llevamos un segundo número, del análisis político y estratégico quincenal

JM: Esta parte de prospectiva me llamo la atención, hablamos de 4 presidencias y evidentemente los problemas que enfrenta la presidenta no son gratuitos y yo preguntaría si la presidenta esta urgida de dar un golpe de timón y demostrar que gobierna para todos los mexicanos.

PI: Esa es una posición que el lector puede asumir, del lector de cualquier sector o nivel profesional, a nivel crítico, a nivel de la polarización política del país, respecto a la 4T o anti 4T, para evaluar diferente la cosas.

“Por ejemplo, de Noroña, independientemente de los actos del senador que nos parezcan o no, implicaban una situación donde el mismo, no solo estaba delimitando a la 4T, sino que a su vez irónicamente estaba consolidando, la posición de la propia presidencia. Es decir, en la medida que el actor en escena, en este caso Noroña, pierde posición de su capacidad autocritica y de dar una ejemplar actuación, en esa medida si daña a la 4T, pero irónicamente en nuestras mediciones favorece la popularidad de la presidencia.

“Esas contradicciones son las que estamos encontrando, y para no evadir la pregunta, yo argumento justo en la editorial, que esta presidencia tiene una especie de misión inconfesa, de no faltar a la mentoria del expresidente y eso significa mantener el legado, eso significa mucho sacrificio, significa que los que están en el aro, alrededor de un círculo rojo, tienen que cuidar sus pasos”.

Pedro Isnardo Cruz, no se queda corto. Su examen no se politiza y menos aún se ideologiza. Tiene claro, tanto como sus compañeros de análisis, que hay decisiones que no fortalecen a la presidenta Sheinbaum y el excesivo cuidado respecto a su antecesor, parece indivisible.

Dice:

“Hoy estamos viendo cómo estamos hablando de un tema de inmunización, de impunidad o no, eso es lo que está a ojos de la gente, pero el tema central que yo quiero poner, es cómo la presidencia está buscando proteger el legado, el círculo rojo hasta donde sea posible, sin que eso signifique tomar distancia con el liderazgo nato, genético, central del expresidente López Obrador”.

¿PERCEPCIÓN

O REALIDAD’

Desde su cargo como jefa de gobierno de la Ciudad de México, tercera posición que asumió para completar su currículum político, la percepción generalizada siempre se dirigió hacia la decisión que habría de tomar el expresidente López para designar a quien lo sucedería y la conclusión llevó al nombre de Claudia Sheinbaum.

¿Qué hizo Sheinbaum cuando fungió como secretaria de Medio Ambiente en el gobierno capitalino que encabezó el tabasqueño?

Se ignora cómo obtuvo la confianza total del gobernador del entonces Distrito Federal. La prueba irrefutable fue colocarla como responsable de la construcción del segundo piso sin ser ingeniera o arquitecta.

En 2018, para la candidatura a la jefatura de gobierno, peleaban Ricardo Monreal y Martí Batres que, argumentaban sus experiencias políticas sobre Sheinbaum a la que miraban por encima del hombro. La realidad los desdibujó y el zacatecano amenazó con dejar Morena. La encuesta la ganó la “novata” y a partir de ese momento se inició la construcción de su candidatura con destino a Palacio Nacional.

Al igual que su mentor, la alumna evitaba hablar del futuro. “A mi que me den por muerto”, decía Andrés Manuel López respondiendo a la pregunta sembrada por su vocero: ¿buscará la candidatura para la Presidencia de la República?

El 7 de septiembre de 2023, la dirección de Morena anunciaba que Sheinbaum se levantó con le victoria en la encuesta y por tanto sería la candidata del movimiento a la Presidencia de la República. Los derrotados: Ricardo Monreal –“yo estaré en la boleta presidencial en 2024”, era su grito de guerra-, Adán Augusto López y Gerardo Noroña, la sorpresa en los números del ejercicio demoscópico: obtuvo el segundo lugar.

Escrita la historia, en una cena realizada en un restaurante ubicado en el lado norte de Palacio Nacional, el entonces presidente entregó el bastón de mando a Claudia Sheinbaum.

La percepción de que sería la candidata presidencial, confirmó que AMLO tomó la decisión con el suficiente tiempo para prepararla, encumbrarla y empoderarla.

Pero…

LIDERZAGO

¿INFINITO?

Todo candidato (a) a la Presidencia de la República, a un gobierno estatal y hasta en uno municipal, si el apoyado por el mandatario en funciones gana, el agradecimiento es perene.

Sin embargo, cuando el victorioso asume el poder y se cruza la banda sobre su pecho, deja de ser el protegido y se convierte en el protector, hasta donde su agradecimiento alcance.

De lo contrario, pone en riesgo su autoridad y debilita la institución presidencial.

Hay casos inolvidables de cómo los antecesores en el cargo presidencial pretendieron mantener el poder y darle órdenes al sucesor. Luis Echeverría puso a José López Portillo y su injerencismo terminó por colmar al amigo de viajes. Su jefe de prensa hizo publicar aquel desplegado: ¿También tu, Luis? Y enseguida lo designó embajador en las Islas Fiji.

Carlos Salinas de Gortari pretendió lo mismo con el emergente candidato y posterior sucesor. Sin embargo, Ernesto Zedillo marcó su destino y desveló la crisis económica que había heredado. La huelga de hambre en la en la casa de Rosa Ofelia Coronado, ubicada en Baco 8732, de la colonia Fomerrey 111, en el sector San Bernabé, Monterrey; Nuevo León, duró lo que un suspiro: menos de 24 horas y después el expresidente se autoexilió en Dublín, Irlanda.

Nadie espera, por supuesto que Claudia Sheinbaum rompa con su mentor, aunque ha realizado acciones que no dejan de sorprender: la lucha contra los protegidos de su antecesor: los criminales que se expandieron durante el pasado sexenio. La apertura del sector energético a los privados, la recuperación de Pemex y CFE para convertirlas en empresas del Estado.

En el primer tema, probablemente no haya sido decisión de la presidenta sino exigencia del gobierno de Washington, en lo particular y personal, de Donald Trump.

Y esto obliga a preguntar si hay ruptura o se mantendrá la línea trazada por el hombre que buscó en tres ocasiones la Presidencia de la República y “a la tercera es la vencida, la ganó”.

Pedro Isnardo Cruz, responde la inquietud:

“Yo creo que ese liderazgo se va a mantener, como una mentoría y una condición y una influencia definitiva en todas sus decisiones, pero estamos viendo que el detalle es que los actores que rodean las crisis, los escándalos, implican predicamentos, implican resoluciones, además que se suma a la otra presidencia, la de Trump, entonces de lo que se trata es de cuidar el nicho, cuidar el terruño, cuidar el legado y mantener un mudo incondicional con el expresidente López Obrador y por eso yo no veo distancia en lo sustancial”.

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