
El 4 de julio, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, logró firmar su denominado ‘Gran y Hermoso Proyecto de ley’, tras semanas de un intenso cabildeo en el Poder Legislativo del país norteamericano.
Esta iniciativa presupuestaria, que incluso le valió el rompimiento con uno de sus aliados clave en la campaña presidencial de 2024, el multimillonario Elon Musk, propone, entre otras cosas, una exención de impuestos para las personas más acaudaladas de la nación, y para aquellas que ganen propinas y hagan horas extra.
Sin embargo, el documento también suspende el financiamiento de programas de salud que beneficiaban a casi 12 millones de personas, así como programas alimentarios destinados a personas de escasos recursos.
Si bien el mandatario sostiene que, a largo plazo, este proyecto beneficiará a todo el país, los analistas consideran que este proyecto podría generarle consecuencias graves en la elección intermedia del 2026, donde podría perder el control del Congreso.»No creo que haya mucha evidencia en la historia reciente, o no tan reciente, de que el partido del presidente apruebe una importante iniciativa y sea recompensado», declaró a AP el analista electoral del Centro Político de la Universidad de Virginia, Kyle Kondik.
Durante el mandato del expresidente Barack Obama (2009-2017) sucedió una situación similar cuando aprobó su ambicioso programa de salud pública, Obamacare, en 2010. En la elección intermedia, los republicanos arrasaron. Lo mismo ocurrió incluso con el propio Trump y su primer recorte de impuestos, en 2017, factor que influyó en su derrota en la elección de 2018 y en la presidencial de 2020.
El expresidente Joe Biden pasó por algo similar con su plan para reducir la inflación de 2022. El resultado de la elección intermedia favoreció al Partido Republicano, hoy mayoría en el Congreso.
Ante las críticas suscitadas por la propuesta de ley, Donald Trump ha respondido que ni el recorte médico ni el de los programas alimentarios afectará a quien en verdad lo necesite, pues la medida tiene por objetivo reducir excesos presupuestales.
Aunado a ello, según el mandatario y el ala republicana, la exención de impuestos a las propinas y al pago de horas extras ayudarán a quienes no habían sido tomados en cuenta.
«Lo más importante es que él está respondiendo al llamado de las personas olvidadas. Por eso, su primera solicitud fue no tasar las propinas, no tasar las horas extras, exención de impuestos para adultos mayores. Creo que eso tendrá un gran impacto», declaró el republicano Jason Smith, presidente del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes.
No obstante, este tipo de ingresos son minoritarios en la fuerza laboral estadounidense, lo que explicaría por qué varias encuestas señalan que la propuesta de Trump no es tan popular como el magnate asegura (declaró que nunca antes una iniciativa había tenido tanta popularidad).
Una encuesta realizada por la cadena Fox News arrojó, a mediados de junio, que el 59% de los votantes registrados estaban en contra de la iniciativa, en contraste con el 38% que sí estaba de acuerdo. La Universidad de Quinnipiac realizó un sondeo a finales de junio que arrojaba resultados similares: 55% de los votantes estaban en contra y solo el 29% a favor.
El Centro de Investigación Pew también elaboró una encuesta que arrojó que el 49% de las personas adultas estaba en contra de la propuesta, en contraste con el 29% que estaba a favor y el 21% que estaba inseguro.
Algunos legisladores republicanos ya han advertido que este proyecto tendrá consecuencias drásticas para un amplio sector de la población. Uno de ellos fue el senador Thom Tillis, quien incluso anunció que no buscaría su reelección por no estar de acuerdo con el paquete presupuestal del mandatario.
«Si existe una dimensión política para esto, tendrá un impacto extraordinario en estados como California, con distritos azules y distritos rojos. La narrativa será abrumadoramente negativa en estados como California, Nueva York, Illinois y Nueva Jersey», advirtió Tillis. Sputnik