La letra chiquita…

Punto de Vista

Por Jesús Michel Narváez

No, pero sí. 

Me explico. Durante los debates para aprobar el dictamen de la Ley General de Seguridad Pública -obligatoria para los “estados libres y soberanos y las presidencias municipales”-, hubo enfrentamientos entre el oficialismo y las oposiciones. El punto álgido es la pérdida de la privacidad de los ciudadanos si nexos con criminales del narco o de cuello blanco. La tripleta de congresistas que obedecen ciegamente las órdenes superiores, mantuvo el texto original enviado por la presidenta Sheinbaum y no hubo razonamiento alguno que les hiciera reflexionar con pensamiento propio.

Así, sin escuchar, aunque hayan oído -que no es lo mismo-, decidieron que la ley se aprobaba porque se aprobaba en sus términos.

La opinión de juristas, constitucionalistas, expertos en seguridad y comunicaciones; organizaciones civiles y la oposición fracturada, es coincidente en el álgido punto: la ley es para espiar “legalmente” a todos los ciudadanos.

A la presidente no le agrada la percepción y su espacio predilecto, ubicado en Palacio Nacional, hizo la aseveración:

«Solamente puede haber una intervención, una localización de GPS, etc., bajo orden judicial. A menos que se trate de un desaparecido, de un secuestro en donde se pide la información directamente a la telefónica para poder atender de manera extraordinaria.
«Un caso de este tipo, que no creo que nadie se pueda oponer a eso exclusivamente, la autoridad judicial federal, a petición de la autoridad federal que faculte la ley o del titular del ministerio público de la entidad federativa correspondiente, podrá autorizar la intervención de cualquier comunicación privada para ello. (…) Entonces, una intervención telefónica solamente la puede aprobar un juez por Constitución y por leyes. En ningún momento se está espiando a nadie, que quede claro eso».

La Ley General de Seguridad Pública consta de 152 artículos y 12 transitorios y seguramente en letra chiquita está la explicación ofrecida por la autora de la iniciativa que ya es ley.

Esquivar la realidad con un galimatías, no es lo que se esperaría sino una corrección textual para frenar las especulaciones.

Con el pretexto de ubicar a un desaparecido, a un secuestrado y seguramente otro tipo de delitos no mencionados durante monólogo matutino, se penetrarán teléfonos celulares, listado de padrones en instancias públicas y privadas y no habrá forma de oponerse.

La eficiencia en la investigación no puede estar sustentada en los diálogos privados de personas que no son “de interés personal” y aquellas que lo fueren, la autoridad tendría que contar con bases sólidas para geolocalizar en tiempo real a los presuntos participantes de la desaparición o del secuestro, más los otros delitos que le quieran añadir las “autoridades federales” y que serán exigibles para todas las entidades de seguridad pública federal, estatal y municipal.

Habrá que señalar que, aunque el decreto se publique hoy y dentro de un mes, la fecha que fuere, concederá plazos a las instancias de seguridad para que adecúen sus leyes y entiendan. mediante capacitación “profesional”, la génesis de la Ley General de Seguridad Pública.

Por otro lado, a nadie le queda clara la imposición de una nueva CURP con datos biométricos que, como se ha informado, sustituirá la amada credencial de elector, sí, la del INE de ayer, porque el actual hizo que se le perdiera el cariño.

Tampoco hay transparencia en el uso de todos los padrones existentes en las instancias gubernamentales y privadas, en las que se incluyen los historiales médicos cuyos contenidos eran confidenciales.

Sin un INAI, sin pudor legislativo, los ciudadanos perdemos la libertad de ocultar lo que en nuestra vida privada ocurrió, ocurre y ocurrirá hasta que lleguemos al sepulcro.

Es un hecho incuestionable: el gobierno centralista de la actualidad, tendrá en su conocimiento de qué enfermedades padecemos, qué rendimiento damos en el trabajo, a qué restaurantes acudimos, quiénes pagan las cuentas, qué amistades tenemos y cuál es nuestro precio para defender las libertades abandonar las críticas

A todo aquello que las desaparece.

Es tiempo de reflexión y de observar con detenimiento la forma en que se manipulan las informaciones desde Palacio Nacional y los escalones que se encuentran en las partes de abajo.

E-mail: jesusmichelmp@hotmail.com, Facebook Jesús Michel y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por Radio Cañón en el 760 de amplitud modulada.

 

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