
Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
De tanto utilizar la palabra oración “aquí no habrá impunidad”, el desgaste es evidente y cada vez que se menciona hay burlas de manera abierta, porque no se conoce que los tiburones hayan sido enjaulados para evitar sus letales mordidas.
Surge una información que proviene del Departamento del Tesoro de Estados en la que se revela haberse descubierto que tres instituciones del sistema financiero mexicano fueron sancionadas por “Money laundering” relacionado con el tráfico de drogas.
Y hay una respuesta de la Secretaría de Hacienda a través de un lacónico comunicado, con la típica exigencia del poder representado por Morena: “actuaremos con todo el peso de la ley, sin embargo, a la fecha no contamos con ninguna información en este sentido”.
Concediendo sin aceptar que carezca de mediana información, su postura es más clara que el agua bendita: “…contundente para probar actividades ilícitas de estas tres instituciones financieras…”
Emerge la pregunta obligada: ¿Dónde está la Comisión Nacional Bancaria y de Valores?
¿Dónde está la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda?
¿Dónde está la Fiscalía General de la República?
Carezco de elementos para afirmar tajantemente que las autoridades estadounidenses, en este caso, no tendría razón para ventilar públicamente las sanciones aplicadas a CIBanco, Intercam y Vector Casa de Bolsa.
Son instituciones de tamaño regular si no es que pequeñas. El Departamento del Tesoro no menciona a los grandes bancos y tampoco a las casas de bolsa prestigiadas. Eso hace presuponer que el lavado de dinero se hace en entidades que no llaman la atención y con las acciones cometidas se recaudan sumas imposibles de descubrir. Porque, aunque haya expedición de comprobantes no es remoto que se trate de empresas fantasma.
El tema de lavado de dinero, de cuentas bancarias activas o de inversiones en el sector financiero provenientes presuntamente del crimen organizado, ha sido público desde hace lustros. Los expertos en seguridad y combate a la delincuencia ha sugerido atacar las finanzas de los criminales, pero hasta ahora, si se ha hecho, se desconoce el monto de los dineros congelados.
En el plan nacional de seguridad que diseñó y encabeza el titular de lo que en unas horas será la Secretaria más poderosa del gabinete presidencial, ha revelado la confiscación de toneladas de cocaína, metanfetaminas, fentanilo, marihuana y otras drogas que, según Omar García Harfuch han representado severos golpes a las organizaciones delincuenciales.
Hasta ahora se desconoce si el plan todavía ni alcanza el largo brazo de las instituciones financieras pequeñas, medianas y grandes.
Sorprende, por supuesto, que los investigadores del Departamento del Tesoro con sede en Washington, hayan descubierto las presuntas acciones ilegales de las tres entidades mencionadas y que en México no se encuentre nada en el sistema financiero que haga tronar las finanzas de los criminales.
La UIF, cuyo titular es Pablo Gómez Álvarez, hace mucho ruido cuando encuentra a un evasor fiscal, grande o microscópico. El silencio de la Comisión Nacional Bancaria no es novedad. Guarda la información en las cajas de seguridad en donde se hallan los recursos presuntamente de los criminales.
Esperar que la Secretaría de Hacienda actúe, aunque no reciba “pruebas contundentes”, sería una decisión inteligente.
Cierto, soñar no cuesta y, sin embargo, es de lo poco que nos que a los mexicanos.
E-mail: jesusmichelmp@hotmail.com, Facebook Jesús Michel y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por Radio Cañón en el 760 de amplitud modulada.