
¿Quién es la Mala del Cuento?
HORACIO ARMANDO HERNÁNDEZ OROZCO
“La Hermanastra Fea” (“Den Stygge Stesøsteren”) película satírica de comedia negra y terror corporal escrita y dirigida por Emilie Blichfeldt; protagonizada por Lea Myren (Elvira), Ane Dahl Torp (Rebekka), Thea Sofie Loch Næss (Agnes), Flo Fagerli (Alma), Isac Calmroth (príncipe Julián), Malte Myrenberg Gårdinger (Isak), Ralph Carlsson (Otto) y Adam Lundgren (Dr. Esthétique); se estrenó en el Festival de Cine de Sundance el 23 de enero de 2025.
Elvira compite contra su bella hermanastra Agnes en una sangrienta batalla para lograr casarse con el príncipe Julián, pero es muy alto el costo de esta batalla.
Esta retorcida historia está inspirada en el cuento de hadas Cenicienta, pero bajo la óptica de la hermanastra fea; la cinta explora las complejidades de la belleza y la competencia en un mundo de fantasía, donde la belleza es un factor crucial.
LA FAMILIA
IMPUESTA
Elvira y Alma son hermanas cuya madre viuda, Rebekka, se casa con Otto, un hombre viudo mayor, con la esperanza de obtener riqueza y privilegios, pero el nuevo esposo muere en su noche de bodas; la familia descubre que Otto era pobre y se había casado con Rebekka por su riqueza; ahora ella tendrá que lidiar con las deudas del difunto y su hijastra Agnes que menospreciaba a su nueva familia por su bajo estatus.
Es evidente que el matrimonio se celebró no por amor sino por una doble conveniencia, ella pretendía obtener riqueza y los privilegios de un estatus social de alto nivel, mientras que él lo hacía también por riqueza, pero cuando Otto muere se descubre que ninguno de los consortes poseía riqueza alguna.
Esa falsa expectativa nunca ha sido considerada como una causal de divorcio, pues la codicia se paga por sí misma; al existir un matrimonio legal se contraen obligaciones con los nuevos miembros de la familia dado el parentesco por afinidad, por ello Rebekka hereda las deudas de su difunto esposo Otto.
UNA SOLUCIÓN
TRADICIONAL
Preocupada por las finanzas familiares, Rebekka decide casar a Elvira con un hombre rico, ya que Alma aún no ha llegado a la pubertad; por su parte, Elvira sueña con casarse con el superficial príncipe Julián, pero Rebekka es consciente de que su hija es considerada convencionalmente fea y tiene pocas posibilidades de conquistarlo, sobre todo si Agnes compite por su atención.
“La Cenicienta” es un cuento de hadas que cuenta con varias versiones, orales y escritas, antiguas y modernas; la primera versión escrita es del italiano Giambattista Basile publicada póstumamente en 1634; está la versión del francés Charles Perrault que escribió en 1697; y también la versión alemana de los hermanos Grimm de 1812.
En esa época la nobleza europea no trabajaba, su riqueza provenía de las cargas tributarias impuestas al pueblo o de los saqueos a otros reinos; es claro que las mujeres estaban relegadas a tareas domésticas o empleos no remunerados en el campo o en el incipiente comercio.
Así que la forma más común de tener una vida holgada era vía el matrimonio, pero con un hombre pudiente; por ello es que Rebekka se casa con Otto, y ahora pretende que su hija Elvira se case con el príncipe.
EL SACRIFICIO
Para hacer a Elvira más deseable, Rebekka la somete a una serie de dolorosas y primitivas cirugías plásticas contratando al doctor Esthétique, quien la somete a una ruptura de tabique nasal y la costura de pestañas en sus párpados; inclusive, Elvira se traga un huevecillo de tenia para perder peso; además, ella y Agnes toman clases de acabado, pero su hermanastra no tiene que esforzarse por su apariencia ni talento, pues su belleza deslumbra.
Aquí es donde la cinta critica la imposición de la belleza como un valor preponderante en la sociedad, y aunque Elvira se someta a tratamientos dolorosos y haga su mejor esfuerzo, le es imposible luchar contra la belleza de Agnes.
LA CENICIENTA
PERVERSA
Una noche, Elvira descubre a Agnes teniendo sexo con Isak, un mozo de cuadra, y se lo cuenta a Rebekka, quien se disgusta y convierte a Agnes en sirvienta, y la familia comienza a llamarla Cenicienta, y aunque ella ame a Isak, sabe que su única posibilidad de sobresalir es casarse con el príncipe, así que confecciona un vestido de gala.
En el baile, Elvira atrae al príncipe Julián, pero Agnes llega de improviso con un velo en el rostro y roba rápidamente su atención, a medianoche se retira del baile y deja accidentalmente una zapatilla que Julián usará para identificar a la mujer de sus sueños.
Elvira la obliga a entregarle el otro zapato, pero al descubrir que sus pies son demasiado grandes para las zapatillas, comienza a amputarse los dedos; Rebekka y Alma la encuentran, la madre la seda y completa la tarea.
El personaje de Elvira tiene una doble transformación, en un principio no era mala, simplemente era una inocente joven que soñaba con casarse con un príncipe y agradar a los demás, pero la sociedad hace que llegue a la locura e inclusive a hacer daño a sí misma, para luego volver a ser esa joven inocente.
Agnes no es la chica perfecta, pues también tiene defectos y deseos pasionales como cualquier persona normal, y pretende casarse con el príncipe no por amor sino por riqueza y mejorar su posición social.
El príncipe Julián es un verdadero patán, que no busca el amor verdadero sino simplemente una esposa bella que pueda presumir frente a la realeza.
Los hombres todos son presentados como personas desagradables; Otto se casa por interés, el doctor Esthétique somete a cirugías estéticas a una joven sin importar el dolor que le infringe; al príncipe no le importan las virtudes de la mujer, sólo se fija en la belleza, en lo superficial, en lo vano; y el mozo Isak aparentemente ama a Agnes, pero no lucha por ella, no se ve que busque salir de un trabajo conformista para darle una mejor vida, se puede deducir que también busca su propio beneficio en una unión con una mujer bella y de buena posición.
Alma, la hermana menor, es la única que siempre manifestó bondad, y al final rescata a Elvira la sube a un caballo y escapa con ella para que tengan un final feliz, alejadas de su madre Rebekka, convirtiéndose en el verdadero príncipe de la historia.
En esta reversión del clásico cuento de Cenicienta, Elvira es la protagonista, ella con el afán de ayudar económicamente a su madre busca conquistar al príncipe, recurriendo a métodos extremos en una sociedad que valora la perfección física sobre todas las cosas.
La película presenta una versión retorcida donde la belleza también es un negocio brutal; la mujer es cosificada, es un objeto que sólo será valioso en la alta sociedad por su belleza.
Elvira no encaja en esa sociedad que exige belleza como factor de éxito, ella está bien con su físico, pero no le será suficiente ser bondadosa.
Una competencia de belleza entre hermanastras para cazar a un hombre; pero, ¿acaso será que en la actualidad ese tipo de competencia está en desuso?
La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…