
Con negociaciones a puertas cerradas, es decir, en lo oscurito, con cinco republicanos rebeldes, el Comité de Presupuesto aprobó —la noche del domingo— enviar para voto final ante el pleno de la Cámara de Representantes la iniciativa de ley de reforma fiscal del presidente Donald Trump, que incluye el impuesto de cinco por ciento a las transferencias de remesas.
Con 17 votos republicanos a favor, 14 demócratas en contra y cuatro abstenciones de los republicanos inconformes, tiene previsto ser objeto de votación de manera inmediata a fin de que sea aprobada en la cámara baja y enviada al Senado antes del receso de Memorial Day, el 26 de mayo.
Durante la breve sesión nocturna dominical los demócratas se quejaron de que los republicanos actuaron con opacidad y no dieron a conocer las promesas de cambios hechas a los rebeldes.
“No sabemos qué demonios hay en esta iniciativa”, se quejó el legislador demócrata por Pensilvania, Brendan Boyle.
A pesar de las objeciones, el republicano de Texas, Jodey Arrington, presidente del panel, procedió con el voto y limitó el número de mociones de los demócratas que buscaban alargar el procedimiento. La iniciativa pasa de inmediato al Comité de Reglas para que defina las modalidades del voto final.
La cláusula del cinco por ciento a las remesas enviadas por personas que no sean ciudadanos o residentes legales de Estados Unidos forma parte de las 389 páginas de la legislación que incluye recortes de impuestos que serán compensados con recortes a programas sociales.