
La Corte Suprema de Estados Unidos bloqueó a las deportaciones de migrantes venezolanos por parte del presidente Donald Trump bajo una ley de 1798 para tiempos de guerra, después de que abogados sostuvieron que el gobierno estaba listo para expulsar a los hombres sin revisión judicial en violación de una orden previa de los jueces.
Los jueces, tras ordenar el 19 de abril la suspensión temporal de las expulsiones de decenas de inmigrantes retenidos en un centro de detención de Texas, accedieron a la petición de los abogados de la Unión Americana de Libertades Civiles que representan a los inmigrantes de mantener por ahora la suspensión de las expulsiones.
La Corte Suprema también aclaró que la administración era libre de continuar con las deportaciones en virtud de otras disposiciones de la ley de inmigración de Estados Unidos.
Las deportaciones de Trump han formado parte de la ofensiva migratoria del presidente republicano desde que volvió al poder en enero.
Trump criticó la decisión en sus redes sociales:
Los jueces conservadores Samuel Alito y Clarence Thomas disintieron públicamente de la decisión del viernes.
Alito escribió en una opinión que no creía que el tribunal tuviera la potestad para intervenir en esta fase del caso y cuestionó la legalidad de proporcionar ayuda a los detenidos como grupo.
Es la segunda vez que las medidas de Trump relacionadas con los migrantes venezolanos llegan a la Corte Suprema, en una disputa legal que ha planteado dudas sobre la voluntad del Gobierno de cumplir con los límites establecidos por el máximo órgano judicial del país.
Los abogados de la ACLU pidieron a la Corte Suprema que interviniera tras denunciar que los inmigrantes retenidos en el centro de detención de Bluebonnet corrían un riesgo inminente de expulsión