Ser Profesor sin Dejar de ser Alumno

ULISES CORONA

En un mundo marcado por cambios tecnológicos acelerados, transformaciones socioculturales y demandas educativas cada vez más complejas, el rol del profesor o maestro adquiere nuevas dimensiones. Ya no se trata únicamente de transmitir conocimientos, sino también de formar ciudadanos críticos, creativos y adaptables.

Este documento explora los desafíos y responsabilidades de la docencia en el siglo XXI, considerando perspectivas pedagógicas, éticas y sociales, la tarea de inicio será:

  • El docente como facilitador del aprendizaje: El paradigma educativo ha evolucionado desde un modelo tradicional (centrado en el profesor) hacia uno constructivista (centrado en el estudiante). Hoy, el maestro debe:
  • Promover el aprendizaje activo: Fomentar la investigación, el pensamiento crítico y la resolución de problemas.
  • Integrar tecnología: Utilizar herramientas digitales (plataformas LMS, IA, recursos multimedia) para enriquecer la experiencia educativa.
  • Personalizar la enseñanza: Reconocer las diversidades cognitivas, culturales y emocionales de los estudiantes.

Lo anterior considerando las siguientes aristas:

Desafíos actuales de la docencia en la sociedad de la información y posverdad.

En la era digital, los estudiantes tienen acceso a cantidades masivas de información, pero carecen, en muchos casos, de habilidades para discernir su veracidad, por lo que el docente debe:

– Enseñar a evaluar fuentes de manera crítica.

– Combatir la desinformación mediante el fomento del pensamiento científico.

-Diversidad e inclusión: Las aulas son espacios multiculturales, multilingües y con necesidades especiales, de igual manera el docente debe:

– Adoptar enfoques pedagógicos inclusivos.

– Fomentar el respeto y la empatía como valores fundamentales.

-Salud mental y bienestar estudiantil: La presión académica y los problemas socioemocionales afectan el rendimiento, de igual forma, el docente debe:

– Detectar señales de ansiedad, depresión o acoso.

– Promover un ambiente de aprendizaje seguro y colaborativo.

La ética docente en tiempos de cambio: El profesor no sólo enseña contenidos, sino que modela comportamientos. Por ello, debemos:

– Mantener integridad académica (evitar plagio, respetar derechos de autor).

– Ser ejemplo de tolerancia, equidad y compromiso social.

– Reflexionar constantemente sobre su práctica pedagógica (autoevaluación y formación continua).

El futuro de la docencia: Los avances en inteligencia artificial (IA) y aprendizaje adaptativo plantean los siguientes interrogantes.

– ¿Cómo equilibrar la tecnología con el contacto humano?

– ¿Qué habilidades docentes serán irremplazables?

La respuesta -opino- está en reafirmar el rol del maestro como “guía emocional, mentor y agente de cambio social*, más allá de las herramientas tecnológicas, con humildad, respeto, tolerancia, inclusión y deseos de aprender enseñando y enseñar aprendiendo

Finalmente, ser profesor implica asumir un compromiso multidimensional:

pedagógico, tecnológico, ético y humano. 

En un contexto de incertidumbre global, la educación sigue siendo el pilar para construir sociedades más justas y sostenibles. 

La docencia, por tanto, no es sólo una profesión, sino una vocación al servicio de las futuras generaciones.

Académico Universitario*

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