
HORACIO ARMANDO HERNÁNDEZ OROZCO
“El Gabinete del Doctor Caligari” (“Das Cabinet des Dr. Caligari”) película muda alemana de terror gótico, dirigida por Robert Wiene; con la actuación de Werner Krauss (el doctor Caligari), Conrad Veidt (Cesare), Friedrich Feher (Franzis), Lil Dagover (Jane) y Hans Heinrich von Twardowski (Alan); fue estrenada en el teatro Marmohaus en Berlín, el 26 de febrero de 1920.
El desquiciado Doctor Caligari y su fiel sonámbulo Cesare están vinculados con una serie de asesinatos en un pueblo de montaña alemán: Holstenwall, pues un empleado municipal que se burló del doctor, aparece asesinado.
La cinta es considerada la obra por excelencia del cine expresionista alemán, el guion se inspira en el escrito de Hans Janowitz y Carl Mayer, ambos pacifistas que desconfiaban de la autoridad después de su experiencia militar durante la Primera Guerra Mundial; el tema central del filme es la autoridad brutal e irracional, que es representada por el doctor Caligari, y Cesare simboliza al hombre común condicionado, como los soldados, a matar.
EL PRÓLOGO
Y EL EPÍLOGO
Mientras Franzis, sentado en una banca con un hombre viejo, se queja de que los espíritus lo han alejado de su familia y hogar, una aturdida mujer llamada Jane pasa frente a ellos. Franzis explica que ella es su «prometida» y que han sufrido un gran número de ordalías.
Este prólogo es el presente, pues en una analepsis (escena retrospectiva) Franzis está en Holstenwall, una sombría villa de edificios retorcidos y calles en espiral, junto a su amigo Alan, quienes planean visitar la feria del pueblo; mientras el misterioso doctor Caligari busca un permiso del rudo secretario del Ayuntamiento para presentar un espectáculo en la feria, el cual incluye a un sonámbulo llamado Cesare, el secretario burlonamente aprueba el permiso y esa noche es encontrado muerto por apuñalamiento en su cama.
La existencia del prólogo, junto con el epílogo, ha sido todo un debate, pues en el escrito original de Janowitz y Mayer no existían, pero cuando el productor Erich Pommer le ofreció a Fritz Lang la dirección del filme, éste sugirió una estructura con un prólogo y un epílogo realistas que convirtiera la historia en un sueño; así que se dice que Lang incluyó en el guión una acción paralela: la historia de Caligari se revela como la fantasía delirante del paciente de un manicomio.
Obviando el prólogo y el epílogo, la supuesta fantasía del paciente quedaría como una cruda realidad de terror, en la cual un doctor desquiciado usa a un sonámbulo para cometer una serie de atroces asesinatos.
EL SONÁMBULO
Y EL DOCTOR
Franzis y Alan visitan el espectáculo del doctor Caligari, quien abre una caja parecida a un ataúd para revelar al durmiente Cesare; bajo las órdenes del doctor, Cesare despierta y responde las preguntas de la audiencia; Alan pregunta “¿Por cuánto tiempo viviré?”, y el sonámbulo responde “Hasta el amanecer”. Esa noche, una figura irrumpe en la casa de Alan y lo apuñala hasta la muerte en su cama.
El rostro de Cesare es de un blanco fantasmal, pero las sombras de sus ojos están fuertemente delineadas en negro; cuando Cesare abre los ojos muchas mujeres en la sala de cine gritaron de terror e inclusive algunas de ellas se desmayaron.
Cesare representa en la visión de los escritores Janowitz y Mayer al pueblo adormecido que sigue sin cuestionamiento alguno las órdenes del gobierno.
La idea de los guionistas era denunciar la actuación del Estado alemán durante la Primera Guerra Mundial; para ellos, Caligari inducía a un sonámbulo a cometer asesinatos del mismo modo que el Estado alemán inducía a un pueblo dormido a perpetrar crímenes, lo cual quedaría más patente dos décadas después, en la Segunda Guerra Mundial.
AUTORIDAD Y
CONFORMIDAD
Franzis investiga el asesinato de Alan con la ayuda de Jane y su padre, el doctor Olsen, quien obtiene autorización de la policía para investigar al sonámbulo, que duerme en su caja, pero lo cierto es que Cesare está en la casa de Jane para apuñalarla, sin embargo, en lugar de ello, la secuestra; es perseguido por una turba enfurecida, la suelta y huye, pero colapsa y muere.
¿Cómo es que Cesare logró llegar a la casa de Jane si es que estaba en la caja?
El Cesare que parece estar durmiendo en la caja es un maniquí; el doctor Caligari aprovecha la confusión y escapa hasta un nosocomio del cual es el director, ahí se descubre que estaba obsesionado con la historia de un místico del siglo XVIII llamado Caligari, que usó a un sonámbulo para cometer asesinatos en pueblos del norte de Italia.
Así que el actual director del nosocomio pretendió emular esa historia y tener su propio Cesare.
Hasta aquí estaba el guión original de Janowitz y Mayer, pero se añadió un epílogo, el cual revela que Franzis es un paciente del manicomio, donde Jane y Cesare también son pacientes, y el hombre que Franzis cree que es el doctor Caligari es el director, quien confía en poder curarlo.
En su libro “De Caligari a Hitler” (1947), Siegfried Kracauer argumentó que originalmente el filme no contenía ni prólogo ni epílogo, consistiendo únicamente en la historia principal que comenzaba con la feria del pueblo y finalizaba con el doctor Caligari siendo internado; que esta nueva narrativa glorificó a la autoridad y fue añadida para convertir un filme “revolucionario” en uno “conformista”.
Sea como fuere, esta cinta tematiza la autoridad brutal e irracional como una figura antagonista, violenta y posiblemente insana.
El doctor Caligari fue un símbolo del gobierno de guerra y las inherentes tendencias fatales en el sistema alemán; el personaje aboga por una autoridad ilimitada que idolatra al poder como tal, y, para satisfacer su ansia de dominación, viola sin piedad todos los derechos y valores humanos; mientras que Cesare representa al hombre común de obediencia incondicional como a aquel soldado condicionado a matar o ser matado.
El control que el doctor Caligari tiene sobre las mentes y acciones de otros resulta en caos y perversión tanto moral como social. Cesare carece de individualidad alguna y simplemente es una herramienta de su maestro.
En la actualidad los gobernantes con base en la masificación informativa bombardean el subconsciente de la colectividad para concebir la necesidad de un líder, aunque éste sea un tirano.
La obediencia ciega a la autoridad crea un sonambulismo del cual no es fácil despertar en conciencia; pero ¿Quién será el Franzis moderno que sirva para desenmascarar al Caligari gobernante?
La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…