Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Promotora de descalificaciones por la “conquista española que se hizo con la cruz y la espada”.
Enemiga acérrima de Cristóbal Colón y Hernán Cortés.
“Experta” en la “nueva historia” de Tenochtitlan e “investigadora” de Tercer Nivel en el antiguo Conacyt.
Habitante en Londres por espacio de un año con objeto de estar al lado de su bebé, regresó a la hispanidad mexicana, no sin antes dejar en su “legado” la defensa de las lenguas indígenas originarias del país, por supuesto previa a la llegada de los “salvares” que arribaron en las Tres Carabelas en 1519.
Obtuvo en la Universidad Iberoamericana de Puebla una maestría en letras iberoamericanas, con la tesis «Memoria artificial en la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España'».
Por sus “amplios conocimientos” alcanzados como “investigadora”, su marido exigió a la Corona Española “pedir disculpas” -debió haber dicho ofrecer disculpas”- por la sanguinaria conquista, petición que fue enviada al averno por paquetería de entrega inmediata. La respuesta se conoció el 10 de feb. de 2022 y desde el púlpito de la purea, se informó que “sano para ambos países hacer una pausa». Que se mantiene hasta ahora.
Ya sin el poder que le otorgaba ser la esposa del presidente mexicano, fue descubierta ingresando a la embajada de España en México y según los reporteros que la pillaron -hay que comenzar con el castellano español-, su asistencia obedeció a “informarse” de los trámites para obtener la nacionalidad del reino cuyo representante es Felipe VI.
Una sorpresa que debió recibir es la lectura de uno de los artículos del Código Civil, que a la letra dice: artículo 23.b) del Código Civil establece que uno de los requisitos para obtener la nacionalidad española es declarar la renuncia a la nacionalidad anterior, salvo que el solicitante pertenezca a países con los que España tiene convenios de doble nacionalidad.
En el listado México está incluido en el convenio de doble nacionalidad.
Quizá por eso hurgo hasta encontrar. Sí, el origen del apellido paterno.
En la página de Apellidos Españoles, Explorando la historia detrás de cada apellido, se informa:
“El apellido Gutierrez -así, sin tilde- es uno de los apellidos más comunes en España y Latinoamérica. Se cree que el origen del apellido es de origen patronímico, lo que significa que proviene del nombre de un antepasado. El nombre proviene del nombre medieval Gutierre, que a su vez se deriva del nombre germánico Godofredo. El significado literal del nombre es “el poder de Dios”, lo que sugiere que el antepasado que llevaba el nombre era un líder fuerte y respetado. El apellido se ha convertido en uno de los apellidos más comunes en España y Latinoamérica, y se ha utilizado para identificar a familias de origen español y latinoamericano”.
Con el conocimiento de su antepasado familiar, se le hace fácil obtener la nacionalidad española y abjurar a la mexicana, porque, carambas, no es lo mismo ser esposa de un expresidente que estar más sola que el can del amigo Jonás.
Pareciera estar cansada de México y Puebla. Su libertad vale más y por ello nunca aceptó cambiar de residencia.
Dejar Palacio Nacional para irse a La Chingada y no es majadería, es el nombre de la finca de 15 mil metros que posee, por “herencia”, su esposo legal desde 2006, no debe ser fácil. Abandonar Coyoacán para estar en Madrid, le dará la oportunidad de confirmar lo escrito en su tesis de maestría.
Ahora, vivir en España, obtener su tarjeta dorada y ser parte de la innoble nobleza del reunió, seguramente cambiará el rumbo de su vida.
Ah, por cierto, el personaje aquí descrito no es ciencia ficción y tiene nombre y apellidos: Beatriz Gutiérrez Müller.
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