Las becas Tío Fidel

POR JUAN JOSÉ BARRIENTOS

Como Gobernador de Veracruz, Fidel Herrera fortaleció y amplió el Programa estatal de becas para apoyar a varios jóvenes músicos, que gracias a eso pudieron tomar cursos de perfeccionamiento en Francia, Venezuela y otros países; él mismo las llamaba las becas ”Tío” Fidel.

Aprovechando que, como Gobernador, no faltaba a los conciertos de la Sinfónica de Xalapa, a fines del 2006, mi hija Flora lo invitó a un recital que Iba a dar en el paraninfo del Colegio Preparatorio, aprovechando el Steinway  de media cola que había sido restaurado como parte del programa “Adopte una obra de arte” de la señora Alicia Ávila de Fernández, pero a última hora el director nos informó que al  mismo tiempo se realizaría una posada en el edificio, por lo cual Flora tuvo que pedirle el auditorio del  ISMEV (Instituto Superior de Música del Estado de Veracruz) a su director, el maestro Tornero.

Como ya hacía frío y el auditorio está bastante alejado del Palacio de Gobierno, pensamos que el Gobernador ya no asistiría, pero no solo acudió, sino que invitó a los diputados y en la oficina de Tornero les pidió que no volvieran a recortar el presupuesto del instituto, como habían hecho un año antes, dejando a los integrantes de la Sinfónica Juvenil con becas de 9 meses en lugar de doce.

Los jóvenes habían tenido que organizar algunas rifas para procurarse algunos recursos, y Fidel acabó comprándoles los boletos.

Flora interpretó luego el recital, con que antes ya se había presentado, entre otros auditorios, en el Teatro principal de Guanajuato y en el auditorio Torres Bodet del Poli.

El gobernador pasó a felicitarla, y ella aprovechó la oportunidad para pedirle una beca,
pues se había enterado de que él ya iba a becar a otros músicos.

Y así ella pudo seguir estudiando en París, adonde se había trasladado desde el 2003 cuando concluyó sus estudios en la Universidad Veracruzana.

El recital, por cierto, incluía la Sonatine de Ravel, cuyo centenario se había celebrado un año antes, y también las Variaciones Abbeg de Schuman y la sonata no 18 de Beethoven, conocida como “La caza” por su final vivaz y trinos continuos.

Flora ya había obtenido la beca del programa de “intérpretes” del Fonca y ese año había interpretado el tercer concierto para piano y orquesta de Beethoven con la Sinfónica juvenil en el Teatro Clavijero de Veracruz, aprovechando el Steinway adquirido por el Gobernador. Además, ya había dado recitales en la Sala Ponce de Bellas Artes y otros auditorios.

Carlos Prieto, que dirigía la Sinfónica de Xalapa, y Gustavo Rivero Weber, como Coordinador nacional de música, en el INBAL, organizaron una serie de conciertos en Xalapa y el Teatro Clavijero, de Veracruz, pero ahí solo había un Kauai de media cola, y un pianista polaco se indignó por tener que tocar en ese instrumento.  El incidente se reportó en la prensa local, y yo también escribí una nota, y así el Gobernador compró un Steinway de concierto para el teatro.

Ahora que me enteré por la prensa de su fallecimiento, recordé estos detalles y decidí escribir esta nota.

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