¡Y Continuarán los Incendios de los Bosques y las Selvas!

Los Dados de Dios

 

NIDIA MARIN

¡Así no se puede! 

Mientras funcionarios desvergonzados invirtieron en obras de relumbrón, desfalcaron y robaron las arcas de la nación durante seis años y hoy gozan de impunidad solapada por el gobierno, el país se incendia. 

Sus áreas boscosas y selvas están padeciendo las consecuencias de las quemas agrícolas, rayos, actividad volcánica, manejo irresponsable de fogatas, colillas de cigarrillos mal apagadas y actividades recreativas.

Miles de hectáreas forestales están resultando afectadas hoy, no sólo por la irresponsabilidad de muchos mexicanos, sino por la falta de presupuesto para controlar los incendios en la temporada más peligrosa del año en esa materia.

¿Cuántas de 65,56 millones de hectáreas quedarán como desierto después de la actual temporada? Como esa superficie representa alrededor del 33.6% del territorio nacional, sólo hay que imaginar las afectaciones en las 21 áreas naturales protegidas, específicamente para bosques nublados, cubriendo 184,484 hectáreas.

En esa temporada tan terrible resulta irritante que el presupuesto nacional destinado a prevenir y combatir incendios forestales haya disminuido.

Inclusive hay datos oficiales que indican que, en 2024, la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) también sufrió una reducción de presupuesto, con un 50% menos que en la administración anterior, lo que afectó su capacidad para atender los incendios.

Hoy continúa la misma historia… agravada. Sí, en este 2025 los recursos presupuestarios suman 2,602 millones de pesos, lo que según los expertos significan una reducción del 2.69% comparado con los recursos presupuestarios del año pasado que fue de 2,672 millones de pesos.

Tal y como lo advirtieron los especialistas el impacto del recorte se ha registrado en materia de combate a incendios forestales, control de plagas, restauración de áreas degradadas, reforestación y manejo sustentable de selvas y bosques, como lo advirtió el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS). 

Desde que inició el mes de abril, las entidades que han tenido severos problemas en materia de constantes incendios son: Chihuahua, Michoacán, Oaxaca, Guerrero, Morelos, Durango, Sinaloa, Tabasco, Puebla, San Luís Potosí, Zacatecas y la Ciudad de México.

Es probable, auguran, que en 2025 se supere la cifra del año pasado cuando la superficie dañada fue de más de millón y medio de hectáreas en la República Mexicana, donde se registraron más de 8,000 conflagraciones.

No es fácil resolver la problemática, ya que de acuerdo al Programa Estratégico Forestal Para México 2025 (de la Conafor) se presentan implicaciones sociales.

La falta de una política consistente para fortalecer a los ejidos y comunidades, que poseen 80% de la superficie forestal del país, tiene fuertes implicaciones sociales que inciden en la degradación de los recursos naturales y esto a su vez impide que las comunidades rurales utilicen en forma sustentable dichos recursos para incrementar su calidad de vida. Esto forma un círculo vicioso de degradación y pobreza. Los problemas que afronta el sector forestal han generado marginación en las comunidades rurales. El tejido social paulatinamente se ha ido desarticulando lo cual ha provocado migración, abandono y desarraigo, condiciones que favorecen prácticas ilegales en el aprovechamiento de los recursos forestales, cultivo y tráfico de estupefacientes e inseguridad”. 

Además…

“Los conflictos internos que surgen en una comunidad desarticulada contribuyen a la ausencia de mecanismos de planeación y dirección apropiados para la ejecución de actividades productivas. Sin procedimientos transparentes y bien definidos se propicia la corrupción y se reducen los beneficios para todos los miembros de la comunidad”. 

También…

“La pérdida de la credibilidad de los líderes, debilita el orden social para el uso racional de los recursos forestales, lo que ocasiona su uso indiscriminado, individualista y con visión de corto plazo. No existen mecanismos de compensación social que faciliten la recomposición de la organización de las comunidades que habitan en las zonas forestales”.

EL PROBLEMÁTICO REMATE: 

LOS INCENTIVOS PERVERSOS

La institución, también planteaba posibilidades:

“Eliminar incentivos perversos que promueven la deforestación y degradación, como son los que están dirigidos a incorporar tierras forestales a la agricultura y ganadería, en los casos donde estas tierras no pueden soportar tales actividades sustentablemente, así, el sistema de incentivos del sector agropecuario deberá ser orientado hacia la sustentabilidad. 

“Otros, como el PROCAMPO verde, pueden jugar un papel importante. Con estos instrumentos también se puede dar apoyo directo al fomento de los recursos naturales y específicamente del recurso forestal”.

Asimismo: 

“Asignar mayores recursos a los programas de apoyo al sector forestal tales como PRODEFOR, PRONARE, PRODERS y Programa de Manejo de Tierras para incrementar los trabajos de apertura y mantenimiento de brechas contra incendios, labores de saneamiento, reforestaciones, construcción de represas de gaviones, bordos y obras de retención de suelos y agua”.

El problema es y seguirá siendo la falta de recursos económicos y, tras la corrupción del gobierno en el sexenio pasado, la imposibilidad para avanzar benéficamente en materia de bosques y selvas. 

 

 

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