
Los Dados de Dios
NIDIA MARIN
Son las carreteras y los caminos del terror. Sí, las vías de México resultan un peligro para quien las transite, sean familias o transportistas.
Desde la desaparición en 2019 de la Policía de Caminos -por órdenes del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador- y el ingreso de la Guardia Nacional a la presunta vigilancia de las vías de comunicación federales, la crisis en las carreteras se ha agudizado.
Suman ya seis años en los cuales se presentan constantes robos a transportistas en las carreteras denunciados por la Alianza Mexicana de Organización de Transportistas (Amotac).
Los especialistas (“Seguridad Privada” SOLCAT) consideran que en 2024 los estados con mayores incidencias fueron: Estado de México (29 por ciento), Puebla (19 por ciento), Guanajuato (8 por ciento), San Luis Potosí (8 por ciento), Michoacán (7 por ciento), Jalisco (5 por ciento), Hidalgo (5 por ciento), Veracruz (4 por ciento) y Querétaro (4 por ciento).
Y señalaron que las carreteras más peligrosas fueron (¿y son?): la federal México-Querétaro; Querétaro-San Luis Potosí; SLP-Matehuala y la carretera federal 45, Salamanca-Silao.
En el mencionado reporte se precisa que son aquellos transportes de alimentos y bebidas los que más asaltos padecen (39%), en tanto que las cargas de construcción industrial suman 15%; misceláneos, 9%; electrónicos y línea blanca, 10%; productos como cartón, granos, semillas, plásticos, agrícolas, cigarros, 12%; ropa y zapatos, 6%; autopartes, 5%; y farmacéuticos, 4%.
CIENTOS DE
ASESINATOS
Son cientos los choferes que han sido asesinados en las carreteras.
Y los ciudadanos en general afectados también se cuentan por decenas. Mitofsky, la encuestadora, asegura que de acuerdo con la encuesta realizada en marzo de 2025 “…la percepción de riesgo entre los ciudadanos sigue siendo alta. El 66% de los encuestados considera que las carreteras son muy o algo peligrosas, mientras que apenas el 33.3% las percibe como poco o nada peligrosas”.
Al referirse a la seguridad vial, tras 1,000 entrevistas resultó que casi la mitad de los mexicanos (47.6%) utiliza las carreteras al menos una vez a la semana, lo que resalta la importancia de la seguridad vial para una gran parte de la población.
A la pregunta sobre el mayor peligro en las carreteras, la respuesta de 53.6% de los encuestados fue que los asaltos, no los accidentes ni los bloqueos, aunque también los mencionaron como factores de riesgo.
Lo más preocupante es que el 43.4% de los encuestados consideró en este año 2025 que las carreteras son más peligrosas que hace un año y como explica Mitofsky: un 38.8 cree que la situación no ha cambiado y solo el 12.4% percibe una mejoría.
Es tal la preocupación sobre este asunto que, el pasado miércoles 9 de abril de ese 2025 el diputado Francisco Javier Borrego Adame subió a la tribuna para decir:
“México se mueve sobre ruedas, el 80 % de toda la carga terrestre que abastece nuestra economía se transporta por carretera. Sin embargo, ese movimiento constante y estratégico se encuentra amenazado por la inseguridad, impunidad y la falta jurídica de quienes movilizan la riqueza del país”.
Borrego Adame lo dijo al presentar una iniciativa con proyecto de decreto para reformar los artículos 62 y 66 de la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal en materia de seguros y responsabilidad de los concesionarios.
“La propuesta es clara -expresó-, los concesionarios de carreteras de cuota deben responder por los robos y daños sufridos en sus tramos, mediante seguros obligatorios que protegen a los transportistas y a los usuarios. No se trata solo de eficiencia en la movilidad, se trata de garantías mínimas de seguridad patrimonial y jurídica para quienes usan las carreteras por las cuales pagan peaje y lo hacen esperando, con toda razón, un tránsito seguro”.
El Legislador añadió:
“En México, más de 21 mil empresarios de transporte operan día con día, muchos de ellos hombres y mujeres camión que se enfrentan a asaltos armados, bloqueos falsos, sabotajes y jaqueo de su sistema de rastreo.
“En el 2024 se cometieron casi 8 mil robos a transportistas, 20 al día y de esos solo los que se reportaron. A pesar de pagar pólizas cada vez más caras, hoy enfrentan el absurdo legal de que las aseguradoras se niegan a pagar, argumentando que son actos vandálicos. Mientras que los concesionarios no asumen el tramo de responsabilidad que les corresponde.
“Es inaceptable que podamos permitir más víctimas invisibles ni más delincuencia impune en concesiones federales. El robo de transporte de carga ya fue reconocido por el Congreso como delito grave y se incorporó al catálogo de delitos que ameritan prisión preventiva oficiosa. Y hoy, con esta iniciativa damos un paso complementario, armonizar la ley secundaria para que también exista responsabilidad civil, contractual y patrimonial”, resaltó.
Refirió además… “…adicionamos un párrafo al artículo 66 para establecer con claridad que los usuarios del servicio deben contratar el seguro de sus mercancías, eliminando incertidumbres y fortaleciendo la protección compartida entre las partes del contrato del transporte, dejando en claro que gran parte de los empresarios sí cumplen con asegurar su carga, pero la otra parte no acepta asegurar su carga, por eso ahí la importancia de esta iniciativa”.
Hizo notar los beneficios del sector transporte: “… genera empleos, impulsa el comercio exterior y sostiene la actividad industrial en cada rincón del país. Más del 70 % del comercio con Estados Unidos, nuestro principal socio, se realiza por carretera y, sin embargo, quienes la movilizan están a merced de la delincuencia”.
Además, explicó:
“Los costos de inseguridad superan los 12 mil millones de pesos al año, afectan el abasto de alimentos, medicamentos y autopartes, y están poniendo en riesgo la integridad física de los operadores y la viabilidad económica de las pequeñas empresas transportistas.
Precisó también:
“…la mayoría de los empresarios no quieren asegurar sus cargas que transportan los transportistas y cuando hay un robo en carretera el transportista tiene que pagar la carga, que no es responsabilidad de él, sino que es responsabilidad del que lo contrata.
“La única obligación del transportista es tener su camión asegurado y darle seguridad social a su operador, pero desgraciadamente los empresarios siempre han querido vivir del sector transporte”, remató.
Y valen entonces unos versos de la canción “Por los Caminos del Sur”, del poeta acapulqueño José Agustín Ramírez Altamirano.
“Por los caminos del sur / Hay rosas, voces y estrellas/ Son canciones y doncellas / Bajo un alto cielo azul
“Jaguares en las marañas / Y pájaros sobre el río / Es un bello desafío / “La selva con la montaña
“Amanece en los jornales / Una ilusión campesina / De céfiro es la colina / Y alegría en los manantiales
“Por los caminos del sur…”