“Los Espíritus de la Isla”

El Egoísmo de la Amistad

HORACIO ARMANDO HERNÁNDEZ OROZCO

“Los Espíritus de la Isla” (“The Banshees of Inisherin”) película dirigida por Martin McDonagh; con la actuación de Colin Farrell (Pádraic), Brendan Gleeson (Colm), Kerry Condon (Siobhán), Barry Keoghan (Dominic), Pat Shortt (Jonjo), Jon Kenny (Gerry), Gary Lydon (Peadar), Sheila Flitton (Sra. McCormick) y David Pearse (el sacerdote); se estrenó en el Festival Internacional de Cine de Venecia de 2022.

Padraic y Colm han sido amigos de toda la vida, pero Colm decide abruptamente poner fin a su amistad. Padraic está confundido y se esfuerza por reparar la relación, pero esa insistencia trae consecuencias impactantes.

La trama transcurre en Inisherin, una pequeña isla ficticia frente a la costa oeste de Irlanda, y la premisa de la desamistad sirve para abordar temas profundos, como lo son la vida, la muerte, la soledad, que son el reflejo de la cruenta división de Irlanda que, por razones absurdas, terminó auto aniquilándose.

LA RUPTURA

Todos los días, exactamente a las dos de la tarde, un granjero llamado Pádraic, llega a la casa de su mejor amigo, el violinista Colm y los dos parten a la única taberna del pueblo, para disfrutar de cerveza, pero en esta ocasión el viejo violinista no responde, prefiere fumar su pipa sentado en una silla; Pádraic le comenta lo sucedido a su hermana Siobhán, quien le dice: “Tal vez ya se cansó de ti y ya no le caes bien”.

Hay miles de frases que tratan de describir lo qué es la amistad, pero este vocablo se define simplemente como la relación de afecto, simpatía y confianza que se establece entre personas que no son familia.

Es difícil saber a ciencia cierta cuando inicia una amistad, y aunque sea paradójico, es más sencillo saber cuándo acaba y muchas veces la razón de esa ruptura; pero cuando se ignora el motivo del desencuentro, es claro que la angustia invadirá al menos a uno de esos participes; y precisamente esto le sucede a Pádraic, que no sabe porque Colm ya no quiere ser su amigo.

UN AMIGO ABURRIDO

Lo que llevó a Colm a romper su amistad con Pádraic tiene que ver precisamente con lo que Siobhán comentó, el violinista se aburrió definitivamente de su amigo.

Colm quiere hacer algo importante con su vida, quiere trascender, mientras que Pádraic disfruta de su vida tal y como está.

Dentro de una amistad lo ideal es que existan objetivos en común, pero no necesariamente se deben de dar, hay que respetar lo que cada quien busca en la vida, pero tampoco se puede frenar a alguien para que logre sus metas.

Es difícil comprender cuando alguien es un lastre para lograr ciertos fines, se entiende que un amigo no es ni debe ser un obstáculo para ello, pues si así fuese entonces no sería un verdadero amigo.

Pádraic tiene una personalidad alegre y sencilla que contrasta con el carácter sombrío y complejo de Colm, un hombre de mentalidad sofisticada muy respetado en la comunidad, con el que a pesar de las diferencias forjó un vínculo estrecho.

Colm estima que le dedica mucho tiempo a Pádraic, que sus pláticas son superficiales y tontas, que está estancado y debe dejar esa amistad, está actuando egoístamente, pero con igual actitud actúa Pádraic, pues insiste en seguir una rutina de amistad que afecta a Colm.

UNA MUJER 

SENSATA

Tras el fallecimiento de sus padres casi ocho años atrás, Pádraic vive con su hermana menor Siobhán; ambos comparten el mismo techo y todas sus vivencias cotidianas, por lo que ella comprende el dolor que está sufriendo su hermano por la pérdida de amistad con Colm.

El personaje de Siobhán es la sensatez del pueblo; está consciente de las limitaciones de esta comunidad, tiene ambiciones, pero también sabe que Pádraic la necesita, pues fuera de ella, el granjero se refugia en Jenny, su entrañable burra, pequeña como un poni, la cual recibe trato de mascota; a su vez, Colm comparte su cabaña rústica únicamente con su perro Morse.

Siobhán está harta de la intransigencia de las dos masculinidades en pugna, bien sabe que ambas vidas son igual de insípidas y aburridas, que apenas se distinguen de la griseada monotonía de tantas otras existencias en esa isla; así que en la primera oportunidad que tiene, ella decide abandonar esa isla y partir a tierra firme.

LA AUTODESTRUCCIÓN

Dominic, el hijo del policía de la isla, le aconseja a Pádraic que demuestre carácter para que Colm vea que es alguien que vale la pena tener como amigo; Pádraic insiste en conservar la amistad, pero Colm le da un ultimátum, cada vez que le dirija la palabra se cortara un dedo de la mano.

La trama transcurre en 1923, en plena guerra civil de Irlanda; esa isla ficticia parece estar ajena a lo que sucede en el continente, marcado por los enfrentamientos entre el Gobierno provisional pro-Tratado anglo-irlandés, y la República Armada Irlandesa (IRA) anti-tratado, la tensión del otro lado del mar se siente cada vez que se oye el sonido de los ataques y de las explosiones.

Esa guerra civil entre hermanos irlandeses parece contrastar con ese modo singular y apacible a que están acostumbrados los isleños de Inisherin; pero la enemistad entre Pádraic y Colm, que lejos de apaciguarse alcanza altos niveles de irritabilidad y fastidio, es un reflejo de lo que está ocurriendo en el continente.

La cinta es una tragedia griega conformada por dicotomías: el placer y el dolor de estar vivos; la amistad que se transforma en odio; el constante debatir entre la vida y la muerte, entre el ser y la nada; la tranquilidad de la rutina versus la angustia por la misma; la soledad y la compañía entre personas y animales.

El coro lo conforman Jonjo, quien atiende el único bar del lugar, y su mejor amigo Gerry, quien prácticamente vive ahí; ambos representan a la comunidad de la isla, quienes advierten tanto a Pádraic como a Colm lo funesto de sus decisiones; junto a ellos está la Sra. McCormick, quien funge como pitonisa que presagia el negro futuro. 

Los personajes buscan el sentido de la vida, para Colm es trascender después de la muerte, Pádraic prefiere ser un buen amigo, para Siobhán es perseguir sus sueños, mientras que Dominic ha decidido vivir y aceptar tanto lo bueno como lo malo que la vida le trae.

Pero que valdrá más ¿ser recordado después de la muerte por un legado trascendental, o simplemente ser una buena persona, así se quede relegado al olvido? 

La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…

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