Ella dijo

Ellas dicen y dirán

Ella dijo (She said), película dirigida por Maria Schrader y escrita por Rebecca Lenkiewicz, protagonizada por Zoe Kazan (Jodi Kantor), Carey Mulligan (Megan Twohey), Patricia Clarkson (Rebecca Corbett), Andre Braugher (Dean Baquet), Jennifer Ehle (Laura Madden), y la propia participación de Ashley Judd y Gwyneth Paltrow como ellas mismas; tuvo su estreno en el 60º Festival de Cine de Nueva York el 13 de octubre de 2022.

Megan Twohey y Jodi Kantor están realizando una investigación periodística sobre los abusos sexuales del productor Harvey Weinstein, pero ninguna de las víctimas quiere declarar públicamente por temor a represalias.

En 2017 se publicó en el diario New York Times este reportaje que dio pauta al movimiento conocido en todo el mundo como #Metoo; y así se logró romper el cómplice silencio sobre las agresiones sexuales que manchaban a la industria del cine en Hollywood.

LA DURA TAREA DEL REPORTERO

Megan Twohey, periodista de The New York Times, exhibe los supuestos abusos sexuales cometidos por el entonces candidato a la presidencia de los Estados Unidos, Donal Trump; por esta serie de reportajes, la periodista recibe mensajes y llamadas con amenazas de muerte; de hecho, el propio candidato le llama para amedrentarla.

Sin lugar a dudas todo buen periodista está a la caza de la noticia o del reportaje que le haga crecer en su profesión, y también lograr un cambio positivo en la sociedad, al menos así lo esperaba esta coprotagonista de la cinta, pero aun con la publicación de esos abusos sexuales, Trump gana las elecciones presidenciales.

Y surge la pregunta: ¿vale la pena arriesgar la integridad física para romper el silencio de la impunidad, o más vale quedarse callado como muchos otros lo hacen?

LA NUEVA OPORTUNIDAD

Jodi Kantor, otra reportera de The New York Times, tiene conocimiento de que el reconocido productor de cine Harvey Weinstein ha tenido durante algunos años conductas impropias, no sólo con actrices, sino con asistentes y personal de apoyo que ha laborado en la compañía cinematográfica Miramax, por lo que decide investigar.

Es evidente que toda investigación periodística debe ser seria y profesional, máxime cuando se trata de temas delicados y de personajes con autoridad en su campo, ello a fin de evitar el desprestigio o calumnias sin fundamento sobre las personas.

A la investigación se une una reportera con más experiencia que es Megan Twohey; ambas periodistas son esposas y madres, por lo que sus actividades laborales a veces chocan con su vida personal y familiar, pero en los grandes reportajes las jornadas son de 24 por 7.

LA ANGUSTIA DEL SILENCIO

Jodi y Megan se dividen el trabajo de las entrevistas a posibles víctimas, así que tienen que viajar a distantes partes de Estados Unidos e inclusive a Inglaterra para tratar de obtener sus testimonios, y lo más importante para dar la seriedad debida al reportaje es que las entrevistadas permitan que se publique su nombre.

Es aquí cuando se revive el drama de las víctimas, pues muchas de ellas sólo de saber el motivo de la entrevista se ponen nerviosas y muestran un rostro de ansiedad, de temor, de coraje o en ocasiones de frustración, y más cuando escuchan el nombre de su victimario; lo cual es entendible, pues no es grato el recordar una experiencia tan traumatizante como lo es un abuso sexual y en ocasiones una violación.

Entre las mujeres que buscan están Laura Madden, Zelda Perkins, Rowena Chiu y Ashley Judd, que en la película se interpreta a sí misma y es de las primeras que accede a que aparezca su nombre en el artículo periodístico, pues en su juventud, Judd se negó a acostarse con Weinstein, y por el rechazo, el productor le arruinó la carrera al bloquearla en la industria del cine donde le negaban contratos o participaciones en películas.

LA COMPLICIDAD DEL SILENCIO

Los editores y las reporteras saben que el testimonio de las víctimas es importante, pero a medida que avanza la investigación se percatan que deben contar las declaraciones de otros personajes que también conocieron los hechos y que respaldarían el contenido del reportaje.

Este es el enfoque panóptico de un reportaje, donde la investigación no sólo se centra en discurso unilateral, en este caso de las víctimas, sino se pretende incluir las versiones y testimonios de otros actores que, sin ser víctimas directas, saben y les constan los hechos.

La película muestra como varios de esos personajes son renuentes a hablar sobre el tema, aunque sus rostros reflejan la repulsión al agresor sexual, pero prefieren callar, sin saber que su silencio también los convierte en cómplices.

Puede pensarse que tanto las víctimas como los colaboradores o asesores del victimario prefieren guardar silencio porque tienen temor de denunciar y que no pase nada, lo cual generaría una frustración mayor; en las víctimas sería comprensible ese silencio porque han sufrido una desagradable experiencia, mientras que en los segundos su silencio sólo es muestra de cobardía.

UN BUEN EDITOR

Los editores Rebecca Corbett y Dean Baquet también son amenazados por el prepotente Weinstein, pero no se dejan amedrentar y muestran no sólo valor, sino respaldan a sus colaboradoras para que sigan a adelante con el reportaje.

En la actividad periodística es esencial el respaldo de los editores que son también corresponsables de los artículos que se publican, por ello frente a los reportajes que exhiben un acto de corrupción, una injusticia social o desenmascaran a un personaje de doble vida, es vital que el trabajo vertical sea también en forma horizontal.

Otro acierto que muestra la cinta, es la oportunidad que se le brinda al presunto victimario para dé su versión de los hechos, quien se presenta con un sequito de abogados y da una declaración por demás patética.

El 5 de octubre de 2017, The New York Times publicó el reportaje que reveló las acusaciones de conducta sexual inapropiada por parte del productor Harvey Weinstein; acusaciones que catalizaron el naciente movimiento #MeToo.

En 2019, Kantor y Twohey publicaron su libro ‘She Said’ que detalla los diferentes procesos que emplearon para investigar y descubrir la conducta sexual inapropiada de Weinstein; en agosto de 2022, Weinstein y sus abogados intentaron retrasar el inicio del juicio programado para el 10 de octubre de 2022, alegando que la publicidad de la película perjudicaría a cualquier jurado de Los Ángeles en su contra; sin embargo la jueza del Tribunal Superior de Los Ángeles, Lisa Lench, negó la solicitud, y hoy purga una condena de más de 20 años de prisión.

La expresión “ella dijo”, título del libro y de la película, enfatiza la búsqueda de las fuentes por parte de las periodistas para obtener las denuncias; dos valientes reporteras que ponen al descubierto abusos sexuales sistemáticos, varios de ellos se remontaban a decenas de años atrás.

Pero ¿cuántos casos de abuso sexual faltan por denunciar?

La mejor respuesta la tendrán los valientes reporteros…

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