Abyección Legislativa…

Punto de Vista

 

 

Por Jesús Michel Narváez

 

Intentar obedecer ciegamente al presidente de la República desde los escaños o curules con que cuenta el partido gobernante, no es ninguna novedad.

En cualquier país democrático, los diputados y senadores que llegaron al Poder Legislativo acompañando a quien gobierna, lo apoyan y salvo en tratándose de una salvajada no lo hacen.

En México vivimos una dictablanda -autoría de Mario Vargas Llosa- durante 71 años y los diputados y senadores, de siempre y hasta 1997 cuando el PRI y el gobierno perdieron la mayoría en el Congreso de la Unión, respaldaron incluso salvajadas como la de nacionalizar la banca. Algunas ocasiones hacía uso de su “independencia” y corregían las iniciativas presidenciales. Les cambiaban más de un punto y una coma. Todo, por supuesto, consensuado con el secretario de Gobernación o el consejero jurídico de la Presidencia, en turno.

Sin duda los legisladores del PRI dejaron una mala escuela: la sumisión.

Sin embargo, ya fue superada y ahora hay rango universitario y cambió la actitud para alcanzar el cenit: abyección.

Desde el inicio de la LXIV y ahora en LXV legislaturas, los diputados de Moren y aliados, léase PT y PVEM, sirvieron al presidente como si fueran esclavos, Estrenaban el poder absoluto y lo ejercían haciendo sentir a las oposiciones poco menos que conejos domesticados y viviendo en la jaula dando vueltas a la rueda.

Mostraron una obediencia que rayó en la sumisión absoluta. Y aclaro: se entiende. Quien nunca tuvo un auto de juguete en su niñez, al crecer y convertirse en adulto y con buena chamba y fuero, sobre todo, se compró los más que pudo.

Es el ejemplo presidencial: recomienda no tener más de un par de zapatos, dos o tres trajes y punto. Con eso se puede vestir “elegantemente”. Claro, aconseja sin poner el ejemplo.

Durante un mes el tema del plagio de tesis realizado por la ministra Yasmín Esquivel Mossa ha sido cotidiano. Ora por el cambio de narrativa que, en el papel membretado de la Fiscalía General de la Ciudad de México, modificó la oración y de plagiaria pasó a plagiada. Ora porque en la UNAM, el rector emitió un mensaje el 31 de diciembre en el que publicitaba el dictamen del El Comité de Integridad Académica y Científica de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, que reveló “coincidencias” de 90% entre el trabajo presentado por el alumno Edgar Ulises Báez y con el que obtuvo su título de abogado y el de la alumna Esquivel, dos años después.

A partir de entonces, se pusieron en marcha todos los mecanismos del Gobierno federal para restar importancia y descalificar la resolución del Comité. El asunto llegó a su clímax cuando el presidente reclamó la lavada de manos del Rector Enrique Graue, quien el pasado viernes envió otro mensaje que, para unos fue de tibieza alarmante en invierno y para otros una muestra de que nada se debe hacer por encima de la ley. Las interpretaciones en ambos sentidos se aceptan, aunque no se compartan.

El colofón del asunto y que ratifica la abyección de los legisladores de Morena, fue la presentación de una iniciativa por el diputado Manuel Alejandro Robles Gómez, para reformar el artículo 75 de la Constitución con un solo objetivo: que el plagio de una tesis tenga un tiempo de vida: 5 años y a partir de ese momento el delito prescribe.

En la exposición de motivos, señala: “las facultades de la Dirección General de Profesiones y de las autoridades universitarias que emitieron el título profesional para llevar a cabo la anulación del registro del título profesional y revocación la cédula de ejercicio con efectos de patente, prescriben -se extinguen, sería el término más adecuado- en un periodo de cinco años contados a partir de la obtención de la cédula profesional con efectos de patente”.

La intención es más transparente que el agua santificada: servirle al presidente de la República y salvar a la ministra Esquivel Mossa de perder su título.

Según su leal saber y entender, la propuesta no solamente obedece al linchamiento mediático “con claros tintes misóginos y machistas” -cacofonía absoluta- de la hoy ministra, sino de los casos de Vicente Fox y Enrique Peña Nieto. La diferencia entre la primera y los segundos, es que ella está en el huracán y los otros en el ojo del torbellino. 

¿Robles Gómez tenía ya idea de su propuesta antes del escándalo cuya protagonista principal es un personaje con poder?… ¿o se le ocurrió en una noche de insomnio?

Todo indica que “consultó” con su coordinador, Ignacio Mier Velazco y éste a su vez lo hizo con el jefe de la banda -presidencial- quien le debe haber dado luz verde. 

Abyección comprobada.

E-mail: jesusmichelmp@htmail.com, jesusmichelnarvaez266@gmail.com, Facebook Jesus Michel, Twitter @msionpolitica y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por Radio Cañón en el 760 de amplitud modulada.

 

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