Subvenciones al Transporte Público Ante la Crisis de los Energéticos y la Inflación

ITZEL TOLEDO GARCÍA

En la primavera de este año el gobierno alemán anunció la creación del “9-Euro-Ticket” (Boleto de 9 euros) para los meses de junio, julio y agosto que permite pagar una vez al mes la cantidad de 9 euros (cerca de 187 pesos mexicanos) para el uso del transporte público en toda Alemania. Con esta medida, se intenta apoyar a la población ante el aumento de la inflación y la crisis de los energéticos generada tras la invasión rusa a Ucrania, aunado a ello el gobierno alemán decidió otorgar apoyo económico para la reducción de los costos del diesel y la gasolina.

El anuncio del Boleto de 9 euros causó alegría para las y los usuarios del transporte público alrededor de la república alemana pues esto implicaría una importante reducción de los gastos personales. Por ejemplo, en Berlín el boleto mensual para usar el transporte público en las zonas A y B cuesta 86 euros (1,779 pesos) y para las zonas A, B y C 107 euros (2,213 pesos), mientras que para los usuarios con contrato anual cuesta 64 euros (1,325 pesos) y 84 euros (1,737 pesos) respectivamente. Además de reducir de manera importante el gasto mensual, este boleto planteó la posibilidad de viajar con trenes regionales a otras ciudades y utilizar el transporte público sin ningún costo extra.

A su vez, el anuncio del gobierno alemán generó escepticismo: políticos y la opinión pública preguntaron quién pagaría los costos del boleto de 9 euros. Además, la Asociación de Transportes Alemana (Verband Deutscher Verkehrsunternehmen, VDV) señaló preocupación por el poco tiempo dado para prepararse ante el probable incremento de usuarios que implicaría la necesidad de aumentar el número de trabajadores y vehículos en un momento en que faltan recursos económicos para mejorar la infraestructura, sobre todo en zonas rurales.

El gobierno alemán ha pagado 2,5 miles de millones de euros (51.75 miles de millones de pesos mexicanos) para subvencionar esta medida como parte del paquete de ayuda energética federal. Mientras tanto, millones de personas han comprado el boleto de 9 euros. Tan solo de finales de mayo a principios de julio 21 millones de personas (de un total de 83,4 millones de habitantes) lo compraron. A esta cifra hay que adherir los 10 millones de usuarios con contrato que también lo pagaron. Estas cifras son inusuales para el sistema de transporte público alemán.

A dos meses y medio de la implementación del boleto de 9 euros se han señalado varios éxitos, aunque en los siguientes meses se harán más análisis para ver las ventajas y desventajas económicas y ambientales de la medida gubernamental. Hasta ahora en varias ciudades ha habido un aumento en el uso del transporte público, por ejemplo, en la capital alemana aumentó 25% y esto ha sido notorio en las horas pico y los fines de semana. También se ha reducido (un poco) el tráfico y la contaminación en las calles de algunas ciudades alemanas. Por ejemplo, en junio, los trayectos en automóvil de media hora redujeron cerca de 5 minutos en Hamburgo y Wiesbaden. Sin embargo, en otros lugares como Karlsruhe no se notaron cambios y en la ciudad de Múnich el tráfico solo disminuyó en un 3%. Parece entonces que más que sustituir el uso del automóvil, la medida ha implicado que las personas utilicen más al transporte público como parte de su movilidad junto a la caminata, la bicicleta y el automóvil.

Donde ha habido un aumento más claro ha sido en el uso del transporte público regional para viajes entre ciudades cercanas, así se ha vuelto a los números de movimiento de personas previos a la pandemia por COVID-19 lo cual ha implicado la reactivación del turismo nacional. Se calcula que en junio en ciertas rutas de entre 30 y 100 kms de distancia aumentó el número de usuarios en un 56% respecto a 2019, y en un 46% para rutas de 100 a 300 km de distancia. También en los fines de semana llegó a subir hasta en un 61% el número de usuarios. Esto incluso ha llevado a que se pida a los usuarios dejar de transportar bicicletas en los trenes regionales para que pueda caber más gente en los trenes.

Hace unas semanas el ministro de finanzas alemán, Christian Lindner, recordó que el boleto de 9 euros ha sido una medida excepcional y que el gobierno alemán no podrá seguir financiándolo, lo mismo ocurrirá con el descuento en la gasolina y el diesel. Si bien no será posible mantener el boleto de los 9 euros, ya se han propuesto algunos modelos para los siguientes meses. Por ejemplo, la VDV ha propuesto el establecimiento el “Klimaticket” (Boleto del ambiente) que cueste 69 euros al mes en 2023, mientras que Markus Söder, ministro presidente de Bavaria, ha propuesto el establecimiento de un boleto anual por 365 euros (7,545 pesos).

Debe mencionarse que en España se ha decidido no cobrar los boletos de los trenes de Media Distancia y Cercanía durante cuatro meses (septiembre a diciembre) para ayudar a los habitantes ante el aumento de la inflación y los costos de la energía. Sin embargo, esta medida beneficiará solamente a habitantes que se transportan entre grandes ciudades españolas y no al movimiento dentro de las ciudades. Veremos si en los siguientes meses más países europeos o de otras partes del mundo presentan proyectos de subvención para incentivar el aumento del uso del transporte público en la población e incluso la sustitución del automóvil como medio de movimiento.

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