Del Cine y las Leyes
El Pecado de Valladolid
HORACIO ARMANDO HERNÁNDEZ OROZCO
“La Naranja Prohibida”, documental español dirigido por Pedro González Bermúdez, bajo una idea de Javier Morales Pérez, con las intervenciones de Carmelo Romero, Vicente Molina Foix, Gustavo Martín Garzo, Fernando Herrero, y como narrador el propio Malcolm McDowell; cuyo estreno fue en la edición de la Seminci de 2021.
A pesar de ser una de las obras cumbre de la cinematografía de Stanley Kubrick y por ende del cine, La naranja mecánica (1971) fue prohibida por el gobierno franquista; sin embargo, la película se proyectó en 1975, cuatro años después de su estreno internacional, sin pasar por la censura y en el seno de un antiguo festival de cine religioso que se celebraba en una de las ciudades más conservadoras del país: la Seminci de Valladolid.
Este documental aborda todo lo que rodeó al estreno en España de la controvertida película ‘La naranja mecánica’, y reconstruye los hechos acontecidos en aquellos días en torno al estreno público de la cinta.
LA HISTORIA
En 1944, durante un apagón en Londres en medio de la II Guerra Mundial, cuatro soldados estadounidenses desertores se colaron en el domicilio de Llewela Jones, una mujer embarazada que vivía sola porque su marido trabajaba en Malasia como funcionario británico.
La golpearon y la violaron; la mujer perdió el bebé; su marido, Anthony Burgess, se encontró a su vuelta con un escenario dantesco y decidió curar el espanto escribiendo una obra sobre la ultraviolencia sin sentido.
Años más tarde, el ya consagrado director de cine Stanley Kubrick compra los derechos de la novela, y la lleva a la pantalla grande; la película fue calificada “X” en su estreno original en los Estados Unidos, por lo que Kubrick cortó, voluntariamente, 30 segundos de la película para su reestreno y entonces se calificó como R.
Pero, siendo una obra de culto y catalogada como una de las mejores películas de la filmografía mundial ¿por qué fue prohibida su exhibición en varios países?
LA CENSURA MUNDIAL
La película tuvo su estreno el 19 de diciembre de 1971 de manera simultánea en Nueva York, en Estados Unidos, y Toronto, en Canadá. Poco después, el 13 de enero y el 2 de febrero de 1972 llegó a Reino Unido y a todo Estados Unidos, respectivamente. Rápidamente, los periódicos británicos escribieron sobre su supuesto impacto negativo en los jóvenes, con especial atención en delincuentes que imitaban al personaje Alex, algo denominado efecto copycat.
Fuerzas conservadoras protestaron contra su proyección en los cines, al punto de que, debido a la masificación de la cinta con escenas de sexo y violencia, algunos periódicos se negaron a publicitarla, como The Detroit News, que en marzo publicó una nota en la que expuso su rechazo a la promoción de una «industria cinematográfica enferma que usa pornografía y apela a la lascivia para aumentar sus ingresos».
En Reino Unido se la relacionó con varios crímenes, como en 1973, el asesinato de un anciano vagabundo a manos de un adolescente, quien se declaró culpable después de decirle a la policía que sus amigos le habían hablado de la cinta y «la paliza a un viejo como éste».
Sucesos como el anterior provocaron un rechazo por parte de ciertos sectores de la sociedad británica, y la esposa de director declaró que la familia recibió amenazas; finalmente, en 1973 Kubrick le pidió a Warner Bros. la retirada en todo el país, sin ninguna explicación al respecto.
En 2000, poco después del fallecimiento de Kubrick, se levantó la restricción, por lo que se interrumpió un periodo de veintisiete años.
En Singapur estuvo prohibida durante más de cuarenta años, hasta que en octubre de 2011 se pudo estrenar con una clasificación restringida a mayores de 21 años.
En México se proyectó el 22 de enero de 1974, pero no duró ni una semana dados desmanes que se provocaron.
En Taiwán, apenas se estrenó el 29 de diciembre de 2017; y existen países que aun no levantan la prohibición.
LA CENSURA
FRANQUISTA
En España, que por entonces estaba bajo la dictadura de Francisco Franco, también estuvo prohibida por un tiempo, que terminó cuando en 1975 Warner Bros. se puso en contacto con Carmelo Romero, director de la Semana Internacional de Cine de Valladolid, para ofrecerle el estreno de la cinta en el festival; Kubrick se negó a que su obra se estrenara en Valladolid, que por entonces era una ciudad con un gran número de estudiantes y considerada como políticamente conservadora.
A pesar de ello, según se narra en el documental, Romero insistió, pues tenía un amigo en la Warner, quien se ofreció a ir a Londres y pedir permiso a Kubrick en persona; para ello escribió una carta, en la que aseguraba que se proyectaría en la Universidad de Valladolid, con las condiciones de imagen y sonido que él considerara oportunas.
Kubrick al final accedió, a cambio de una serie detallada de instrucciones que nunca se cumplieron.
A CINCUENTA AÑOS
DE DISTANCIA
En la conservadora ciudad de Valladolid se proyectó por primera vez La naranja mecánica; tras una plácida proyección en el cine Coca para la prensa el día anterior, y con centenares de personas en la cola ante la taquilla, que habían pernotado en la noche anterior, llegó aquel 24 de abril de 1975 y la proyección con público en el cine Carrión.
El dueño de la sala ya había regalado entre sus conocidos las entradas para las 1.000 butacas, pero Romero, indignado, pidió un nuevo taquillaje y al ponerlas a la venta sólo permitió dos entradas por comprador. Con la proyección empezada, se recibió una llamada con un aviso de bomba. Desde la cabina del proyector, teléfono en mano, el director de la Seminci decidió no desalojar la sala y asumir la responsabilidad.
La cinta llegó precedida por un aroma de escándalo, se decía que era inmoral, corrupta, descarnada, que promovía la violencia, así lo recuerda Vicente Molina Foix, mientras se muestra un titular de la prensa inglesa: “Un nuevo mundo depravado”, “Un peligroso misterio del comportamiento humano”.
Valladolid, dice Fernando Herrero, director de la Seminci entre 1978 y 1983, era una ciudad en la que mandaban los propietarios rurales y, añade Dolores Ortega, espectadora de aquel festival, de marcadas diferencias sociales.
Era impensable que en la Semana Internacional de Cine Religioso y de Valores Humanos (Seminci) se estrenara “La Naranja Mecánica”, pero así pasó; el público hizo largas filas y abarrotó las proyecciones fuera del recinto universitario.
Pero ¿será acaso que lo prohibido sea lo más preferido?
La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…
