Y fue Jefe Policíaco…

Punto de Vista

Por Jesús Michel Narváez

De siempre quiso ser gobernador de la entidad en donde nació.

Años atrás, buscó la candidatura por el PRI y le fue negada. Se pasó al PAN, más tarde al PRD y al último a Morena.

Después del cambió de las camisetas, comenzó una vertiginosa carrera en el Congreso de la Unión.

Diputado, coordinador del grupo parlamentario de su nuevo partido. Enseguida senador de mayoría y finalmente secretario de Seguridad Pública Ciudadana (Federal)

Bajo su mando estaba la Policía Federal y al desaparecer oficialmente -porque de hecho muchos están en la corporación que la sucedió- se creó la Guardia Nacional “Civil” y era el Jefe en el papel porque en la realidad era (es) un militar el que está al frente.

Durante los tres años que fue el más alto mando policial del país, poco o nada hizo por contener la violencia en su entidad.

Quizá porque gobernaba una mujer, militante del PRI y cercana a uno de los operadores políticos más influyentes en su tiempo.

Antes de ser candidato, cargó sobre sus espaldas la masacre de la familia Lebarón, en la comunidad La Mora del municipio de Bavispe, su lugar de nacimiento. En una visita presidencial a los deudos, el entonces jefe de jefes de los cuerpos policíacos federales, arribó al lugar en un helicóptero de la Marina. El presidente lo hizo por tierra en su Suburban que, por cierto, sufrió una ponchadura.

Finalmente, y mediante una “transparente encuesta”, se convirtió en el candidato de Morena al gobierno de Sonora.

Durante la campaña, Alfonso Durazo Montaño, prometió abatir la violencia criminal que, aunque existente, actuaba con menos prepotencia que ahora. 

Cajeme ha sido un municipio en donde el narcotráfico y el crimen organizado han sentado reales y los grupos antagónicos pelean por la plaza. El año pasado, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema de Seguridad Nacional reportó más de 500 muertos. No hubo día en el que no se registraran balaceras y ejecuciones. Y el señor Durazo trabajaba como titular de la cúpula de las policías en el país.

A su arribo al Palacio de Gobierno en Hermosillo, adquirió el compromiso de que la paz regresaría y los sonorenses vivirían sin sobresaltos.

Lleva ocho meses y 8 días de gobernador y la violencia en la entidad, pero particularmente en Hermosillo, Cajeme y San Luis Río Colorado, se incremente.

Confirmado oficialmente por el secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval. Y el dato no es viejo. Lo reveló el alto mando castrense hace ¡24 horas!

En la conferencia presidencial, el gobernador -a quien en repetidas ocasiones los opositores los han acusado de ser presuntamente amigo de los criminales sin que se haya judicializado ninguna denuncia-, osó solicitar al Presidente que la Defensa Nacional le entregue las armas nuevas que han sido decomisadas a los criminales, aunque la Ley LO PROHÍBE. El general respondió al Presidente, no al gobernador, que el asunto se atendería.

Sorprendente, es la palabra que más cuadra, que un secretario de Seguridad Interior, no haya podido, no desterrar, sino aminorar la presencia de criminales en la entidad y que solicite armas decomisadas para dárselas a policías municipales.

¿Qué hizo por Sonora en sus tres años de jefe policíaco?

La evidencia es la respuesta: NADA.

Si hay alguna duda, que se les pregunte a los sonorenses.

Y como gobernador ha sido incapaz de implementar una estrategia que ofrezca seguridad a sus gobernados. Con todo y el apoyo presidencial. EL Jefe del Ejecutivo ha dijo: lo queremos y nos ayudó mucho. Seguramente al ahora presidente, no a los habitantes que hoy gobierna.

No es lo mismo ser opositor a ser la figura número uno de una entidad.

E-mail: jesusmichel11@hotmail.com, Twitter: @misionpolitica, Facebook: Jesús Michel y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por el 760 de Amplitud Modulada

 

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