La OIT, Ante los Nuevos Retos Para Eliminar el Trabajo Infantil  

Los Privilegios Del Poder 

VERÓNICA V. GONZÁLEZ Y ARNOLDO PIÑÓN  

 

  La eliminación del trabajo infantil fue uno de los principios básicos sobre los cuales se fundó la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 1919, desde ese año dicho principio es y ha sido una preocupación constante del organismo internacional. 

El primer paso para alcanzar la meta fue la elaboración de una reglamentación tendiente a limitar el trabajo de los menores en la industria, posteriormente la protección se extendió a otros sectores, como el comercio y los servicios. 

Las normas establecidas por la OIT reconocían que debía haber una edad mínima legal de acceso al empleo, que las horas de trabajo de los jóvenes debía limitarse y que la exposición al trabajo peligroso era inaceptable.   

Los convenios y recomendaciones sobre el trabajo infantil elaborados por la OIT en la primera parte del siglo XX fueron los primeros instrumentos internacionales y jurídicamente vinculantes a los derechos de los niños. 

En la actualidad la prohibición del trabajo infantil y la reglamentación efectiva del trabajo de los niños que han alcanzado la edad mínima laboral son aceptados por casi todos los países del mundo, sin embargo, el organismo perteneciente a la Organización de Naciones Unidas (ONU) reconoce que persisten aún una serie de retos para alcanzar su objetivo. 

El primero se refiere al incremento en el número de niños en situación de trabajo infantil que, actualmente asciende a 160 millones, lo que significa que uno de cada diez infantes en el mundo trabaja 

El segundo, se refiere al estancamiento de la lucha contra el trabajo infantil desde 2016. La OIT reconoce que si bien, el porcentaje de niños en situación de trabajo infantil no ha cambiado en los últimos cuatro años, en términos absolutos el número de menores  aumento en más de 8 millones. 

Como tercer punto destaca que el incremento del trabajo infantil en los niños de 5 a 11 años. En 2016 las estimaciones mundiales indicaban que los incrementos eran lentos para este grupo de edad, sin embargo, en 2020 hubo 16.8 millones más de niños, de este rango de edad, en situación de trabajo infantil, mientras que el porcentaje de niños que realizan trabajos peligrosos aumentó en 6.5 millones.  

Mientras que, como resultado de la crisis de la COVID-19, los avances mundiales en la lucha contra el trabajo infantil seguirán erosionando. Los nuevos estudios indican que otros 8.9 millones de niños estarán en situación de trabajo infantil a finales de 2022 como consecuencia de la creciente pobreza impulsada por la pandemia.  

En la tercera semana de mayo la OIT realizará la Quinta Conferencia Mundial sobre la Eliminación del Trabajo Infantil, el evento será en la ciudad de Durban, Sudáfrica, donde se espera asistan 400 delegados 

La crisis de la COVID-19 amenaza con seguir erosionando los avances en la lucha contra el trabajo infantil a menos que se adopten medidas urgentes de mitigación. Los nuevos análisis indican que otros 8,9 millones de niños estarán en situación de trabajo infantil a finales de 2022 como consecuencia de la creciente pobreza impulsada por la pandemia.  

El aumento adicional previsto del trabajo infantil no es en absoluto una conclusión anticipada. El impacto real dependerá de las respuestas de política. Dos escenarios adicionales demuestran la enorme influencia de la cobertura de protección social en el trabajo infantil a corto plazo. 

En los casos en que se permite que se pase por alto la cobertura de protección social, el trabajo infantil podría aumentar mucho más de aquí a finales de 2022. En cambio, un incremento de la cobertura de protección social podría compensar con creces el impacto de la COVID-19 en el trabajo infantil, por lo que volveríamos a progresar en nuestro empeño por poner fin al trabajo infantil, considera el organismo internacional.  

 

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