La Libertad de Expresión en
México Teñida de Rojo
MIRZA FLORES GÓMEZ
México se ha convertido en una de las naciones más peligrosas para ejercer el periodismo y este argumento se sustenta con el alarmante incremento de asesinatos, agresiones y desapariciones. La falta de un estado de derecho real que fomente la justicia, de seguimiento a las denuncias presentadas e investigue los delitos cometidos en contra de los profesionales de la comunicación en medios es fundamental para avanzar hacia un país seguro.
La Secretaría de Gobernación (SEGOB) presentó un reporte el 5 de octubre de 2021, titulado “Agravios contra personas defensoras de derechos humanos y periodistas” [1], mediante el cual afirma que la impunidad perdura en el 90% de los asesinatos. Difunden que tienen registro de 47 homicidios a periodistas en 6 entidades federativas, 8 sucedieron en Sonora, 5 en Guerrero, 5 en Veracruz, 4 en Michoacán, 3 en el Estado de México y 3 en Oaxaca; de los cuales 5 eran mujeres y 42 hombres; además, el perfil de los agresores 43.1% eran Servidores Públicos, 33.5% pertenecían a la Delincuencia Organizada y el 23.4% no se han identificado.
En lo que va del año, Enrique Irazoque Palazuelos, titular de la Unidad de Derechos Humanos y responsable del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, informó que hasta enero se tenían contabilizados 52 asesinatos contra periodistas.
Lamentablemente, la lista sigue aumentando. Los números son fríos y muchas veces nos llevan a normalizar la violencia, y esto no puede suceder, debemos mantenernos empáticos y recordar que detrás de cada muerte hay una historia.
El gremio periodístico manifestó su inconformidad en una mañanera al Presidente, en solidaridad con lo que un día antes se había posicionado en la H. Cámara de Diputados. Su indignación la acompañaron con comentarios en redes sociales, respecto a las fallidas políticas públicas que ha tenido el actual gobierno por la ineficiente protección que se da a los periodistas.
La ola de violencia que estamos viviendo en el país, no es nada nuevo, la intranquilidad que viven los mexicanos por la falta de seguridad, es gracias a la falta de una buena planeación, evaluación y seguimiento de políticas públicas que se han ejecutado desde palacio nacional, los abrazos no balazos, estampitas religiosas y amenazar a los delincuentes con acusarlos con sus mamás, obviamente no han dado los resultados que la ciudadanía necesita.
El Gobierno de Estados Unidos y la embajada de Gran Bretaña e Irlanda del Norte han condenado esta situación, externado públicamente su preocupación por la violencia a periodistas en México.
La Guardia Nacional, sigue con sus constantes fracasos, y no porque ellos sean los culpables, sino porque seguimos pidiendo seguridad a nivel nacional a un Presidente que no le ha importado darla; desde los Ministerios Públicos hasta las Fiscalías, sigue existiendo corrupción e impunidad.
El discurso desde Palacio Nacional es gastado, el fracaso del presidente sigue costando la vida a cualquiera persona que cuestione su administración o no esté de acuerdo con los gobiernos municipal, estatal o federal. En nuestro país la libertad de expresión poco a poco se ha ido obstaculizando, se ha ido sometiendo, tristemente se está amordazando.
