Y Nuestras Selvas y Humedales Siguen Padeciendo lo Oficial

A la Vuelta de la Esquina

Por Iván Ruiz Flores

México vive una de las peores administraciones en materia ambiental. La destrucción que se lleva a cabo en selvas y humedales, por ejemplo, es impresionante y se ha estado dando a conocer en diversos diarios y publicaciones del país.

Desde que se dio al traste con los avances que se habían registrado después de muchos años de labor de los ambientalistas mexicanos y extranjeros, de las instituciones oficiales correspondientes y de los organismos internacionales, lo que existe es simplemente algo para cubrir las apariencias, sobre todo de los destrozos en el sureste mexicano, por ejemplo.

Hoy, con la serie de vías de ferrocarril que se tienden para el Tren Maya, por ejemplo, resultará afectada la fauna, que no es cualquier cosa porque la destrucción de los ecosistemas es real e inminente en mayor kilometraje, con lo cual serán destruidos los refugios de jaguares, ocelotes, tapires, monos aulladores, monos arañas, cocodrilos, manatíes, loros y guacamayos.

Tales especies, han hecho notar los ambientalistas que no bajan la guardia ante ningún gobierno destructor, necesitan de grandes territorios para desplazarse, alimentarse y reproducirse lo que se dificultará al dividir su hábitat en dos partes.

También han recalcado (y tienen razón) que no basta construir túneles o puentes para el paso de las especies animales o decir que se utilizarán los derechos de vía ya existentes para preservar la selva.

Pero en México, por desgracia, no sólo aquellas grandes extensiones con su flora y fauna padecen, sino también los manglares.

Por cierto, el próximo dos de febrero es el Día Internacional del Manglar y hemos de decir que México ya pasó del segundo lugar que tenía en el mundo en abundancia de estos lugares al cuarto sitio. Sí, no obstante, su destrucción (como la ocurrida en Tabasco para la Construcción de la refinería de Dos Bocas) todavía sigue siendo de las naciones con mayor extensión tan solo por debajo de Indonesia, Australia y Brasil.

Nos referimos a Tabasco, porque de ahí es el presidente de la República y parece mentira que haya permitido la destrucción, ya que en las zonas de esa entidad hay en la vegetación acuática: nutria, loro, cigüeña americana, cocodrilo, iguana, sapo y pejelagarto (desde luego). Y en la selva húmeda hay diversas especies, como: tlacuache, murciélago, jaguarundí, zorrillo, hurón, martucha, tortuga, lagartija, escorpión, rana y salamandra. En ambientes acuáticos: delfín, langostino y pargo.

No es todo, porque en los ambientes acuáticos hay: delfín, langostino y pargo.

Además, en esas zonas hay varios animales en peligro de extinción: manatí, mono aullador, mono araña, puerco espín, ocelote, oso hormiguero y tapir.

De ahí que sean importantes los humedales de Tabasco. Pero no sólo de tal entidad, sino los demás de la República Mexicana. Son 142 sitios designados como Humedales de Importancia Internacional (sitios Ramsar les llaman los expertos, en lo cual tiene el segundo lugar), que suman una superficie de 8 millones 657 mil 57 hectáreas.

Muchos están en riesgo. El Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sustentable A.C. hace dos años advirtió el peligro que enfrentan los humedales mexicanos no sólo por los proyectos extractivos, sino por la megaindustria, como la de Dos Bocas.

En la actualidad los estados que poseen la mayor extensión de manglares son: en el Golfo de México, Tabasco, con 49,225 hectáreas; en el Pacífico Centro, Colima, con 3,487 hectáreas; en el Pacífico Sur, Chiapas, con 49,618 hectáreas y en la península de Yucatán, Quintana Roo, con 247,017 hectáreas.

El total de manglares en México es de 905,086 hectáreas. Son 6,331, de los cuales 142 son de importancia internacional y 464 son binacionales.

Las entidades donde se ubican, son, además de las mencionadas, entre otras: Nayarit, Sinaloa, Campeche, Baja California, Baja California Sur, Sonora, Yucatán, Oaxaca, Guerrero, Veracruz, Jalisco, Tamaulipas y Colima.

De acuerdo con los expertos de la UNAM, los que están en mayor riesgo son los de la zona norte, por ser los más raros: están en zonas áridas o semiáridas, como Cuatro Ciénegas, Coahuila; pero también corren peligro muchos ubicados en las costas, indicó el investigador nivel II del Sistema Nacional de Investigadores.

Roberto Lindig Cisneros, del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad (IIES), campus Morelia, Michoacán hace tiempo que advirtió que los humedales abarcan lagos y ríos, acuíferos subterráneos, pantanos y marismas, pastizales húmedos, tuberas, oasis, estuarios deltas, manglares y zonas costeras como arrecifes coralinos, e incluye a sitios artificiales como estanques piscícolas, arrozales y salinas, por lo que son sitios fundamentales para la preservación de la biodiversidad.

A cuidarlos pues, ojalá y no los destruyan más.

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