FCN, una ¿Copia del FND?

*Mini Propuestas, en la Presentación Ante la Sociedad

*Se Asume Como el “Asesor” de los Partidos Políticos

*El FND, Raíz del PRD, Sucumbió; su Huella, Borrada

*Sin Candidato Partidista, Busca Entre la Sociedad Civil

Por Alberto Almazán

Se presentaron en sociedad. Un elegante salón recibió a quienes pretenden participar en la fiesta grande, la de 2024.

Buscan al novio o novia que provenga de la sociedad, porque entienden que los partidos políticos no tienen positivos y sí muchos negativos.

Quieren una boda a lo grande. Una sola persona con el apoyo de todos.

La expectativa despertada podría haber sido excesiva.

Un decálogo que no aspira a más que los otros.

Sus personajes son los mismos que militaron en diversos partidos.

Síntesis: nada nuevo bajo el sol.

El Frente Cívico Nacional no parece ser la alternativa para recuperar el país y arrebatarlo a quien le ha hecho más daño que ningún presidente de México.

Y no se trata de loar a los anteriores y decir que fueron mejores. No, no lo fueron.

Sin embargo, mantuvieron una población prácticamente unida y, como el actual gobierno, utilizaron la pobreza y a los pobres como banderas electoreras no como la meta de reducirlos. Hoy los datos oficiales, no los otros, muestran un incremento en el número de pobres y la virtual desaparición de la clase media aspiracionista.

Es un instrumento muy parecido al Frente Nacional Democrático que sus primeros días de vida mostró que podría tener la fortaleza para derribar los muros del poder metaconstitucional. La verdad está a la vista: no existe y el partido que surgió de la coalición de las izquierdas denominado PRD hoy prácticamente se encuentra en agonía por mucho que sus dirigentes, los mismos de siempre, sostengan que la refundación le dará el oxígeno para servir a la sociedad.

El sábado 27 de noviembre fue presentado el comité Promotor del Frente Cívico Nacional y, para desencanto de muchos y aplauso de sus integrantes, surgieron los mismos rostros de siempre y afloraron las simples declaraciones que convierten al FCN en el “salvador de la patria”.

Sin más por ofrecer que no sea “defender la democracia y las instituciones”, el decálogo pone énfasis en “Procurar y perfilar más candidaturas externas a los partidos para las elecciones del 2022, 2023 y 2024. Ante el descrédito de todos los partidos es necesario renovar la política con perfiles de ciudadanos comprometidos y prestigiados. Cada vez más, el votante privilegia el perfil de la o el candidato, sobre las banderas partidistas”.

El FCN no es ni será partido político. Se aventura a ser el promotor de la coalición que podrían formar PAN, PRI, PRD y eventualmente MC.

Se asume como el organismo que asistirá a los partidos para diseñar, proponer y cabildear métodos alternativos para elegir oportunamente a una candidata o candidato de unidad a la Presidencia de la República por parte de Va por México.

UNA VERDAD DE PEROGRULLO

En el FCN existen personajes que poco o nada han hecho por la democracia, por las instituciones e incluso por los partidos en los que militaron

Para muestra bastan 9 botones: Cecilia Soto, Gustavo Madero, Emilio Álvarez Icaza, Beatriz Pagés, Guadalupe Acosta Naranjo, Fernando Belaunzarán, Demetrio Sodi, Roberto Gil Zuarth y María Elena Morera,

Discursos sin mayor trascendencia. La búsqueda no es generar el ambiente democrático que requiere el país sino aplicar lo evidente: quítate tu para ponerme yo.

El último capítulo del decálogo no deja de ser una verdad de Perogrullo:

Promover un acuerdo político de gran calado para conformar un Gobierno Federal de coalición y unidad nacional para el periodo 2024-2030. Sin un gobierno de coalición se ve imposible que se pueda lograr el acuerdo entre los partidos opositores; es condición necesaria de la competitividad y el triunfo en 2024.

Por supuesto que solamente unidas las fuerzas opositoras al gobierno de la 4t haría posibilidad de ganar.

No por la carencia de fuerza, confirmada y reconfirmada, de los partidos políticos que se asumen como los fundadores del Frente Nacional Cívico, sino porque en sus delirios de grandeza, cuando tuvieron todo o parte del poder público, como son los casos del PRI y el PAN y en menor medida el PRD, olvidaron generar cuadros nuevos. El temor de ser desplazados terminó por ser una realidad, con el agravante de que no tienen personajes presentables para la ciudadanía.

Hablar de buscar entre la sociedad civil al o la representante que compita en la fiesta grande del 2024, es la admisión inequívoca de la ausencia de personajes políticos que pudieran obtener el perdón de los ciudadanos.

No se trata ni con mucho, de descalificar a priori el intento de “rescatar el país”. Se trata sí, de mirar con ojos de verdad las propuestas.

Y no, no se encuentra algo que redima el pasado y presente de quienes las presentan.

En el FCN deberán hallar lo que proponen: claridad para exponer no el proyecto de país que quieren, porque el país existe, sino cómo reparar los platos rotos quebrados en tres años. Y las vajillas que se partirán en los siguientes.

Habrá que esperar a conocer el quinto elemento del decálogo:

Perfilar una visión del México Ganador como base programática de las y los candidatos de Va por México. Criticar no es suficiente. Para que haya alternancia, tiene que haber alternativa. Y esa alternativa tiene que ser del Centro Progresista. Sí por México ya está preparando esa agenda y tendrá una primera versión en el primer trimestre del año entrante para someterla a consideración de toda la sociedad para ser expuesta, debatida y mejorada con miras a las elecciones del 2022, 2023 y, sobre todo, la de 2024.

¿Estará a tiempo y contendrá el antídoto para el veneno populista?

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