“Culpable”

Del Cine y las Leyes

Sin Presunción a Inocencia

Por Horacio Armando Hernández Orozco

“Culpable” (“The Guilty”), thriller dirigido por Antoine Fuqua, estelarizada por Jake Gyllenhaal (Joe Baylor), y con las voces de Ethan Hawke (Sargento Bill Miller), Riley Keough (Emily Lighton), Eli Goree (Rick), Da’Vine Joy Randolph (agente del Centro) y Peter Sarsgaard (Henry Fisher); cuya premier fue en el Festival Internacional de cine de Toronto el 11 de septiembre de 2021.

El agente Joe Bayler afronta una noche complicada de llamadas al 911 de emergencias; todo se enturbiará cuando reciba la llamada de una mujer que se encuentra en un coche retenida contra su voluntad, así que hará todo lo posible para que sea rescatada.

Es un remake de la película danesa del mismo nombre de 2018, y toda la acción se desarrolla dentro del centro de llamadas del 911 de la ciudad de Los Ángeles, California, y de alguna forma presente la subjetividad que pueden ser las llamadas de auxilio.

911 ¿CUÁL SU EMERGENCIA?

Joe Baylor, ha sido suspendido temporalmente de sus labores de patrullaje y ubicado en el centro de llamadas del 911, mientras atiende algunas llamadas de emergencia es acosado por una reportera de Los Ángeles Times, que quiere una declaración sobre la audiencia judicial relacionada a un incidente que ocurrió hace ocho meses.

El Servicio de Atención de Llamadas de Emergencia denominado 9-1-1 es un mecanismo de auxilio a la población que requiera el apoyo de las Instituciones y Corporaciones de Seguridad Pública como Protección Civil, Policía, Cruz Roja, Bomberos, Ejército Mexicano, entre otras, con un servicio las 24 horas del día los 365 días del año.

¿Pero por qué 911? En 1957, la Asociación Nacional de Jefes de Bomberos recomendó el uso de un solo número para reportar los incendios, y este número fue escogido por su brevedad y porque resultaba fácil para recordarlo y marcarlo en los teléfonos de disco de aquél entonces; además, de que nunca antes se había utilizado.

El 16 de febrero de 1968 se implementó a nivel nacional en Estados Unidos y ha sido adoptado en más de 15 países, entre otros, Argentina, Canadá, Costa Rica, El Salvador, Honduras, Ecuador, Panamá, Paraguay, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

En México, el Instituto Federal de Telecomunicaciones expidió los lineamientos de colaboración en materia de seguridad y justicia, y algunas modificaciones al plan técnico fundamental de numeración y a partir del 2 de enero de 2016, se estableció el 911 como número único de emergencia a nivel nacional.

UN SECUESTRO EN PROGRESO

Emily Lighton, una mujer joven, llama al 911, no puede hablar libremente, y Joe deduce que ha sido raptada y que está con su secuestrador, viajando en una camioneta blanca en la autopista, el conductor empieza a sospechar y Emily tiene que colgar antes de proporcionar cualquier detalle adicional.

El personal que labora dentro de un centro de llamadas de emergencias está capacitado para atender los llamados de auxilio y con base en preguntas cortas pueden saber de qué emergencia se trata para poder canalizar la ayuda correspondiente, pero ¿qué sucede cuando la persona que requiere ayuda no proporciona los datos necesarios?

Entra el campo de la especulación y de la deducción, lo cual no está prohibido por los protocolos de estos centros de atención telefónica, pero requiere de gente bien preparada con alta experiencia en la atención de emergencias.

Joe pasa la información a la Patrulla de Caminos de California, pero son incapaces de localizar la camioneta sin más datos; así que el protagonista comenzará a estirar la liga de lo permitido para averiguar los datos indispensables.

LAS BASES DE DATOS

Con el nombre de la posible víctima de secuestro, Joe entra a la base de datos, ve que ella tiene teléfono fijo y habla con su hija Abby, una niña no mayor a nueve años, quien le dice que a su mamá se la llevó su papá Henry, el exmarido, la menor le da el número del celular, mediante el cual el policía consigue el número de placas de la camioneta, así como la dirección de Emily y el de Henry, envía una patrulla al domicilio donde se encuentran la niña y su hermano, el bebé Oliver.

La base de datos con que cuentan los Departamentos de Policía en los Estados Unidos es una de las más completas del mundo, y está justificado el uso de la información ahí contenida para cuestiones de emergencia, pero no obstante ello, existen normas legales que deben ser observadas, como lo es la prohibición de ingresar a un domicilio sin orden de cateo o permiso de sus ocupantes, por eso cuando Joe pide que unos patrulleros ingresen al apartamento de Henry, éstos se niegan porque requieren de una orden de cateo.

La mayoría de la gente no actualiza sus datos en los registros públicos o privados, por ello se complica y dificultad en muchas ocasiones poder prestar el auxilio de la emergencia solicitada; algunas veces es por la decidía de hacerlo y la mayoría por la desconfianza sobre el uso y manejo de ciertos datos personales.

LOS FANTASMAS DE UN CALL CENTER

Joe llama a Henry, quien tiene un registro criminal previo por agresión, y le dice que sabe que Emily está con él, y le exige saber hacia dónde se dirigen, pero Henry cuelga; así que llama su excompañero Rick, y le pide que ingrese en la casa del sospechoso, y descubre que la supuesta víctima de secuestro ha sido paciente de un hospital psiquiátrico.

Es obvio pensar que todas las personas que llaman al 911 es porque tienen una urgencia y necesitan ayuda, por lo cual los policías de base están condicionados a pensar que siempre es así; este aspecto es tan subjetivo, que en ocasiones los prejuicios hacen estragos en la realidad, y así le pasa al protagonista que prejuzga quien es víctima y quien victimario, hasta que los dos agentes de policía enviados a la casa de los menores ven que Abby tiene sangre en sus manos y que su hermano Oliver se encuentra gravemente herido o muerto; Joe está profundamente confundido y más cuando la propia Emily en medio de un ataque de histeria, le cuenta que Oliver tenía “serpientes en su estómago” y que ella “se las sacó” con un cuchillo.

El título de la cinta es muy sugestivo, pues al final de la misma se sabe que Joe, como policía, ha cometido un acto terrible y que a la mañana siguiente tendrá que presentarse a juicio, por lo que el fantasma del pasado se junta al fantasma del presente, y no sabe si habrá un fantasma del futuro.

Es más que claro que el protagonista se sabe culpable, pero ¿acaso esa culpa es de lo que está sucediendo o de lo qué ha sucedido?

La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…

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