Orden Presidencial: No Sean Tapaderas y Hagan Auditorías; Adversarios en Capilla

Tema Principal

*Aureoles y “El Bronco”, Apetitosos Para la Jauría

*Corral y Mendoza Davis, en la Mira de Furtivos

*Deuda Publica y Presuntos Desvíos, la Acusación

*Los Nuevos no Serán Guardianes del Adversario

*Siete Protestan en Septiembre y la Última en Enero

Por Gerardo Lavalle

No fue el sonido de la trompa el que llamó a “iniciar la temporada de caza”. Tampoco el anuncio colocado por los guardabosques en el que se indica: “hunting season”. Fue la voz del presidente, reunido con los 15 nuevos miembros políticos que gobernarán sus dominios, la que marcó el arranque para la persecución de los coyotes -una coyota- que ceden los feudos que controlaron por decisión de la “muchedumbre” durante 6 años. Les dijo: “no sean tapaderas… ordenen auditorías”.

Los que se van dejaron de ser “nobles” y se convirtieron en la presa -presas- que degustarán los hambrientos. La cacería no será a lomo de corceles educados, sino a fuerza de “hallar bajo las piedras” las atrocidades financieras que cometieron. No deben quedar impunes, es la orden de quien tiene en su Corte a los vasallos que, les guste o no, están obligados a obedecer ciegamente o ser enviados a la hoguera para arder con leña verde.

La voz del amo explicó: “Es decisión de cada quien, que se deslinden responsabilidades sin afán de venganzas, solo para la que ciudadanía esté enterada de cómo entregan, de cómo está la situación de la deuda (…) y si hay irregularidades… a la Fiscalía ya que esa es la autoridad competente, quien va resolver, no ellos, pero queda constancia que en su momento presentaron denuncias”.

De los recién designados integrantes de la Corte, 7 de los 15, se presentarán ante el jerarca -es decir, el pueblo- en septiembre.

El primero en incorporarse, será el virrey de Baja California Sur, Víctor Castro Cosío. Lo hará el 10 de septiembre. Dos días después, David Monreal Ávila comenzará a conducir el feudo zacatecano.

Para rendir homenaje a los niños que lucharon por salvaguardar al rey, Alfonso Durazo Montaño protestará cumplir y hacer cumplir las órdenes del Soberano, el 13 de septiembre.

Si el Tribunal Constitucional avala su arribo, Layda Sansores Sanromán caminará por los pulidos pisos del Palacio de Campeche el mismo día en que la guerra de Independencia diera principio y tuviera frutos 11 años más tarde. Sí, llegará ante el Monarca el 16 de septiembre.

La fortaleza de Nayarit recibirá al enviado de los moros, Miguel Ángel Navarro Quintero, quien desde 19 de septiembre será el responsable de cuidarla.

En el reducto de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo Cardona, hará su presentación oficial el 26 de septiembre y cerrará el primer desfile para deleite del coronado, en tanto que Mauricio Kuri González asumirá el control del baluarte llamado Querétaro, el 30 de septiembre.

SERÁN LOS PRIMEROS EN SALIR A CAZAR

Los que fueron expulsados del paraíso, en el que disfrutaron de las mieles de un soberano que abdicó para reincorporarse a la clase noble de España, ahora sienten frío. Saben que las heladas se convierten en tormentas y que no tienen quien los proteja más. El nuevo Soberano tiene una meta: terminar con todos aquellos que robaron la hacienda… que le corresponde. Actúa como el Sheriff de Nottingham, cobrando los impuestos que nuca llegaron al reino.

Por ello, y para satisfacer los deseos del iluminado, Castro, Monreal, Durazo, Sansores, Navarro, Gallardo, con excepción de Kuri, se aprestan a comprar el armamento jurídico que les permita cumplir la orden: no sean tapaderas.

Antes de tomar posesión del lugar que les corresponde en la Corte, ya iniciaron la búsqueda de los “Boceros” -así se les llamaba a los abogados en la época medieval- y de los contadores -en aquella era, la mayoría eran esclavos- para que realicen los análisis y evaluaciones del manejo de recursos que, presuntamente, podrían haber desviado en lugar de aplicarlos conforme a derecho: para servir a sus gobernados.

Los dos primeros en recibir la andanada de sus sucesores serán Carlos Mendoza Davis, a quien se le vincula con cortesanos del pasado y de quienes habría recibido “obsequios” que tendrían que ser pagados en el futuro. El tiempo ya no le alcanzó y saldrá con deudas que Castro Cosío estará obligado a solventar. La única opción es que el antecesor devuelva lo recibido o termine en las mazmorras y en cuyos espacios compartirá con aquellos que cayeron antes de la gracia del monarca.

Le tocará a la conductora del bastión sonorense, Claudia Pavlovich Arellano demostrar porqué aumentó la deuda que pasó de 22 mil 281 millones a 28 mil 119. NO amplió el feudo, no construyó nuevos castillos ni aumentó los salarios.

Carlos Miguel Aysa González, quien ocupó el trono ante la repentina ausencia de Alejandro Moreno Cárdenas, tendrá que explicar de dónde salieron los recursos para la compra de cuando menos 46 propiedades que no fueron escrituradas al reino sino a su antecesor. La verdugo será Sansores Sanromán, quien ha declarado en atención a la orden del Monarca, que excavará hasta el fondo para encontrar los tesoros escondidos.

Por los rumbos de Zacatecas, el nuevo integrante de la Corte, David Monreal se apresta a hurgar, en todas las minas de la entidad, los secretos del que le cede, a regañadientes, el cargo, Alejandro Tello Cristerna, de quien se afirma en documentos entregados al Supremo, realizó acciones contrarias a la voluntad del antecesor. Tiene derecho de picaporte en San Juan de Ulua, cuentan los nuevos miembros de la nobleza criolla.

Tierra que gusta de visitar el Nuevo Sol, Nayarit es una “mina de oro” para Miguel Ángel Navarro, quien después de tres intentos finalmente logró colarse a la Corte y ahora tiene la oportunidad de satisfacer plenamente los deseos del admirado, porque quien deja el cargo protegió a Roberto Sandoval que ya está en la cárcel y su fiscal radica en un penal de Estados Unidos. Y su socio. El que habrá de ser suplido, Antonio Echevarría García, se congració con el Supremo. Sin embargo, no borra la impresión de que ayudó al anterior y el anterior al anterior. Una larga cadena que puede jalar Navarro.

Y Ricardo Gallardo Cardona, quien años atrás fue recluido en la cárcel de San Luis Potosí, ya se apresta a cumplir con los deseos de no ser tapadera de Juan Manuel Carreras, a quien se le atribuyen presuntos desvíos financieros para asegurar la continuidad de la familia en la Corte.

LOS QUE SIGUEN, TIENEN FRÍO

A diferencia del Reino Unido, en donde desde 2006 se prohibió la cacería del zorro, una tradición que databa de 300 años atrás, en México el Rey -lo llaman virrey, pero ejerce como Rey-, decidió que la cacería es un buen “deporte” porque pone a prueba las habilidades de los cazadores que, con olfato detectivesco, descubren quienes han hecho fortunas al amparo de los feudos encomendados por 6 años.

Quizá el caso más sonado sea el de Silvano Aureoles, compañero de lucha y de batallas del que hoy se coloca la corona sobre sienes. Porque osó decir que su sucesor encontró apoyo en los criminales, que son tratados con abrazos y no balazos, está en la picota.

De entrada, ya se dio a conocer que aumentó la deuda en 4 mil millones de pesos misma que, según los auditores del Palacio colonial, no justificó con obras para sus gobernantes. Se afirma, según los “otros datos”, que es propietario de centenares de hectáreas en las que sembró aguacate, convirtiéndose en uno de los productores más importantes de Michoacán, tierra del emperador Iturbide.

Al Soberano le irritó la acusación, porque quien llegó para relevarlo, es protegido de la Corona. Y el enojo llegó a tal grado que recientemente, aún como miembro de la Corte, no lo recibió. Los ayudantes le ofrecieron una silla y no de montar, para que tomara asiento y observara los miles de palomas que habitan en la Catedral Metropolitana.

Aureoles, es una de las presas en la cacería. Y si bien no está permitida la ejecución en el bosque, sí está autorizada la aprehensión y el encarcelamiento.

En uno de los actos de desesperación por perder la amistad del Rey, Aureoles acudió al reino de la OEA para quejarse del rechazo del iluminado de revisar las pruebas que lo salvarían. La reacción no pudo ser más humillante: que se queje, todo mundo tiene derecho a quejarse. (Omitió reconocer que en sus nobles oídos la queja nunca se escucha).

Otro de los que se encuentra en la mira de los cazadores, algunos furtivos, es quien con su apoyo hizo enojar a su excelencia. Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, tiene que justificar que hizo con 20 mil millones de pesos que pidió a los bancos y no informó a los superiores. Al Rey le molesta que un plebeyo le hable de tú, como lo hizo el gobernador de Nuevo León durante la campaña que llevó al trono casi celestial al que ahora no lo mira ni en pintura… de Rembrandt.

El que llega a integrarse a la nobleza, Samuel García Sepúlveda, quien ya fue a presentar sus respetos a su divinidad, ha dado a conocer que hará profundas investigaciones sobre el uso de los dineros públicos, porque hay evidencias de malversación de fondos y gastos excesivos en opíparos banquetes a los que no se invitó a su Majestad.

Y ni qué decir de Evelyn Salgado Pineda, una de las cinco cortesanas que reciben título de nobleza política, a quien su padre, protegido de la mano que quita y da vida, le cedió el espacio cuando se le negó el reconocimiento a sus realizaciones en pro de sus comunidades, parece no estar en condiciones de juzgar y cazar a quien le deja el cargo.

Las versiones que da a conocer el heraldo apuntan hacia una estrecha relación entre el padre y el gobernador Héctor Astudillo Flores, a quien en Palacio no le hacen el feo, pero tampoco lo apapachan. Durante el sexenio que reinó en Guerrero, la violencia creció, los sembradíos de amapola se extendieron y la presencia de cárteles de la droga aumentó exponencialmente. Astudillo optó por la letanía de abrazos y no balazos y no disparó ni en defensa propia.

Marina del Pilar Ávila Olmeda, quien arribará a la Corte el primer día de noviembre, no podrá hacer nada en contra de su antecesor, porque es allegado a su Majestad y lo considera como un buen virrey en los dos años que estuvo al frente de las parcelas encomendadas. No le toca cazar a la presa mayor, aunque sí lo hará con las especies menores.

En el feudo más grande del reino, Chihuahua, María Eugenia Campos, sí tiene ansias de que la cacería comience porque el que se va la atacó, no sexualmente sino políticamente, e incluso la quiso encarcelar. Javier Corral Jurado, quien prefirió jugar golf en los campos de Sinaloa que responder a los intereses del monarca y con quien tuvo ríspida relación, algo no permitido en la nobleza, enfrentará dos destinos: el encierro o el exilio. Y doña Maru gustosa bailará “El Venado” y complacerá al iluminado.

En el reducto conocido como Sinaloa, Rubén Rocha Moya, sucesor de Quirino Ordaz Coppel, tendrá que trabajar para atender la orden de no ser tapadera. Porque el que se va, deja fortalecida la presencia del Cártel de Sinaloa, al que su Majestad le dispensa amistad, admiración y hasta cariño. Difícil tarea, porque hay señalamientos de abuso de poder, contratos con empresas fantasma, nepotismo y violencia exacerbada.

La penúltima en arribar a la Corte será Indira Vizcaíno Silva, a Colima, en donde el que se va deja una estela de corrupción que orilló a la presencia de la Marina en la Aduana de Manzanillo. Ignacio Peralta, nombrado virrey por el antecesor de su Majestad actual, nunca recibió trato diferenciado. La cazadora buscará atinar el disparo y verá caer a su presa.

Y la última, Lorena Cuéllar Cisneros, disfrutará estar en la corte, aunque en Tlaxcala. El que deja el lugar, no se endeudó, no creó problemas y no hizo nada.

Con todo, la temporada de caza se abre el 10 de este mes (el próximo viernes) y termina el primero de enero de 2022.

El legado de Oscar Wilde para referirse a la caza del zorro lo resumió así: lo innombrable en persecución de lo incomible.

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