Lo qué ha Perdido México en Sólo 26 Meses

*Se nos fue la Seguridad, la Economía, la Inversión, la Salud, la Esperanza, Ahora la Luz, qué Pasa en México

Por Alfredo Mejía Montoya

De pronto la luz también se fue, ¿a dónde? Nadie sabe, simplemente se fue, como se nos ha ido la seguridad, la economía, la inversión, la esperanza, la salud y como tantas cosas que se han perdido en escasos 26 meses de gobierno… qué sigue.

Las calles de pronto se quedaron en la oscuridad, los faroles mudos testigos, las casas, las tiendas, los negocios, las empresas, los hospitales saturados de enfermos Covid se cimbraron, eran los únicos tratando de salvar vidas, de arrebatársela a la pandemia, no pudieron hacerlo más, ¿por qué? Por qué tanta insensibilidad, por qué tanto descuido, qué se pretende con despojar del servicio eléctrico a la población, cual es el plan, no lo han dicho aún o es otra estrategia fallida, ahora sobre la energía eléctrica.

La pretensión del régimen de unos meses a la fecha, ha sido la de tratar de controlar y monopolizar la industria eléctrica, es una de las ilusiones paranoicas del gobierno de López Obrador y del Director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) Manuel Bartlett Díaz; ya se sucedieron dos acciones palpables pretendiendo sensibilizar a los opositores, privados e inversionistas: ante todo la pretensión de mantener el control total de la energía eléctrica, ya tocará el turno a la instrumentación de la energía fósil.

El régimen del presidente Andrés Manuel López Obrador desde sus inicios ignoró a las energías limpias, a las que no contaminan, las que se generan a menor costo, las que están siendo adoptadas en el concierto internacional de las naciones, como una forma de contribuir a mejorar el medio ambiente, para los que vienen atrás, para las generaciones que ya conviven en este mundo contaminado y para los que seguramente vendrán, y tengan un planeta más sano, con mejores condiciones para vivir…

Sin embargo, las acciones del régimen a partir del 2020, han sido tratar de frenar la inversión extranjera y doméstica en la generación de energía eléctrica limpia, ya sea la eólica o la solar, que basta que se utilicen las condiciones del clima para producirla, sin generar sustancias tóxicas que contaminen el medio ambiente (y no robarla a nadie, como en alguna ocasión lo manifestó la secretaria de la SENER Rocío Nahle, de que las torres eólicas de empresas privadas extranjeras, le quitaban el aire a los mexicanos).

Ya en 2020, mediante un simple Acuerdo del Poder Ejecutivo, se pretendió parar y detener a las generadoras de energía limpia y dejar de producirla para autoconsumo y el excedente venderla a la CFE, a precios más bajos que los que la CFE tiene al producir energía, Acuerdo que en este mes de febrero/2021 fue declarado inconstitucional por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.  Sin embargo, en la Cámara Baja, en calidad de preferente, el presidente Andrés Manuel López Obrador insiste y envió una Iniciativa con Proyecto de Decreto para reformar y adicionar diversas Disposiciones a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE).

En el mismo medularmente se pretende eliminar el mercado eléctrico mayorista con una serie de cambios regulatorios tendientes a beneficiar a la CFE, sin importar las millonarias inversiones de los entes privados nacionales y extranjeros, que tienen autorización para producir dicha energía limpia y sobre todo a menor precio. Cuestión que lesiona los intereses de la CFE, que produce energía con combustóleo y carbón, combustóleo que le compra a Pemex para tratar de minimizar sus pérdidas y apoyarlo financieramente.

Recordemos que el combustóleo es el residuo de la refinación del petróleo y PEMEX es menos eficiente en la refinación comparado con Estados Unidos. Esto es, de un barril de crudo procesado, México produce 42% de gasolina y diésel, combustóleo 29% y turbosina, aceites y lubricantes 29%; y en el mismo orden, Estados Unidos tiene porcentajes de gasolina y diésel 81%, combustóleo 3% y turbosina, aceites y lubricantes 16%.

Sorprende su eficiencia, por ello en anteriores administraciones se compraba la gasolina en lugar de producirla, salía más barato, dinero público, más eficiente.

PEMEX es ineficiente. ¿Para que queremos una Refinería como la que se pretende construir bajo la opacidad completa en Dos Bocas, Tabasco? ¿Para hacer más grandes las pérdidas financieras y operativas de la paraestatal?

Y precisamente a ese rubro se encamina la CFE, al de la ineficiencia, produciendo energía eléctrica a más alto costo y sobre todo a un grado mayor de contaminación, ya que se pretende alimentar las turbinas con carbón y combustóleo, el desperdicio que arroja PEMEX, también como una empresa altamente contaminante. Esto podría esperarse de hace 40 años, pero ahora el mundo requiere mayor eficiencia y sobre todo limpieza en la producción de energías.

Y si a ello le sumamos la cancelación de la producción de gas natural en varios estados de la frontera norte, donde existían contratos al amparo de la reforma energética del 2013, y en este régimen su titular López Obrador, ordenó cancelar los contratos respectivos, por la práctica del fracking que al señor presidente no le gusta, como si la producción de gas natural fuera de contentillo. Y en estos momentos carecemos de la capacidad instalada para proporcionar energía eléctrica a todo el país, hecho que provocará apagones y cortes de fluido eléctrico al área residencial a hospitales, fabricas, empresas maquiladoras, a los clústeres automotrices. Y con los cortes intermitentes, que seguramente pretenderán realizar el Gobierno Federal ante su incapacidad de proporcionar dicha energía eficientemente, a ninguna empresa le convendrá prender motores, encender turbinas, hornos o robots, si en el momento menos esperado se corta el fluido eléctrico con los consabidos daños a las maquinas a los robots y a toda la infraestructura de producción… y los hospitales que se encuentran al 15/20% del borde de saturación por los enfermos Covid, provocará más muertes de las que hay diariamente con un promedio de mil al día, esto es criminal.

Las consecuencias: violación a los contratos y convenios celebrados con anterioridad a las posibles reformas a la Ley de la Industria Eléctrica, y con ello al rompimiento de los acuerdos al Tratado de Libre Comercio celebrado entre Estados Unidos, Canadá y México  T-MEC, ya que diversos contratos y convenios forman parte integrante de dicho Tratado; asimismo, la violación al artículo 14, constitucional por la irretroactividad de la ley; y lo más grave para la economía interna, los apagones o cortes de luz por la incapacidad técnica, falta de previsión y carencia de una estrategia energética en el País para generar y proporcionar el fluido eléctrico a la población en general en forma eficiente. ¿Lo tomaremos en cuenta a la hora de votar en las próximas elecciones?  Solo es pregunta.

 

a2m8m@yahoo.com.mx                                                                              freedomm

 

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