Ya Entendí al Presidente y su Pregón: Primero los Pobres

*Por Orden Presidencial, Inundan Zona Chontal

*No se Podía Permitir que Villahermosa se Ahogara

*Una “Decisión Dolorosa” en Aras del Bien Mayor

*Similar Acción a la del Culiacanazo en Octubre

Por Joel Armendáriz

Desde siempre traté de entender y no pude, porque el presidente pregonaba “Primero los Pobres”.

Pero ya entendí después de lo ocurrido el fin de semana en Tabasco y gracias al video que grabó mientras hacía el sobrevuelo por las zonas en donde la tragedia está presente.

Los pobres tienen solamente dos cosas que perder: los bienes de su pobreza y la vida.

Y como lo único que hacen es recibir las dádivas del Mesías que llegó para salvarlos, ni pío dicen cuando sus viviendas, hay que llamarlas de alguna forma, se inundan y en lugar de flotar los cacharros de cocina lo hace la basura acumulada.

En cambio, los fifís, los que habitan en las zonas urbanas, podrían perder la pantalla, el refrigerador, la estufa, la lavadora, la secadora, la recámara, el estudio, el sillón de descanso y hasta la hamaca. ¡Eso sería pérdida irreparable!

A los pobres, a los indígenas, hay que ponerlos en la primera fila para todo y más tratándose de la cuarta transformación que tiene como objetivo acabar con la desigualdad, que a los pueblos originarios recuperen lo que de sus ancestros fue y ahora está en manos de adversarios neoliberales.

Lo entendí cuando escuché al presidente que se tomó la decisión de inundar la zona indígena para que “Villahermosa no se fuera a pique”.

¡Más claro, ni la embotellada agua bendita!

En su segunda visita a Tabasco, entidad que había ignorado a pesar de la inundación que vive, el presidente López dijo: “tras las fuertes lluvias se optó por el “inconveniente” de inundar la zona de los chontales, de los pueblos indígenas más pobres, a Villahermosa”.

Explicaría: “En buena medida el cerrar esta compuerta parcialmente, la puerta de El Macayo sirvió para que no se inundara por completo Villahermosa. Ese río, El Carrizal, es el que pasa por Villahermosa, se cerró esta compuerta, y toda el agua de la presa siguió por el Samaria a la zona baja, Jalpa Nacajuca, Centla, allá es donde tenemos el problema. Tuvimos que optar entre inconvenientes, no inundar Villahermosa y que el agua saliera por el Samaria, por las zonas bajas. Desde luego se perjudicó a la gente de Nacajuca, son los chontales, los más pobres, pero teníamos que tomar una decisión, ahora ya estamos aislando allá abajo y donde vive la mayoría de la gente de Tabasco se evitó una inundación mayor”, señaló.

“Sí hay inundación en Jalpa, Nacajuca, pero no mayor y ahí estamos atendiendo a las damnificados, tenemos albergues, la zona más crítica es Centla porque es una zona muy baja, que está abajo del nivel del mar”, declaró.

¡Ahora sí entendí!

Supongo que usted también.

Hay que anteponer el beneficio de los más con el sacrificio de los menos.

CHONTALES A ¡NADAR!

Cómodamente en el helicóptero, el presidente observaba cómo podría evitarse que la capital Villahermosa sufriera la inundación similar o peor a la de 1997.

Extraña que hable en plural y diga “tuvimos que tomar” la decisión –porque que se supiera ni siquiera estaba enterado de la magnitud del problema; él andaba de gira en Nayarit y dejaba pasar los días sin hacer acto de presencia- que, por supuesto, afectó ¡primero a los pobres!

Enfadado porque todo mundo le preguntaba la razón que le asistió para no “mojarse”, el presidente López respondió: “Me dicen, ‘a ver mójese‘; no me puedo mojar nada más por la foto. Estoy haciendo lo que corresponde, eso ayuda más”.

¿Qué es lo que está haciendo?

¡Inundando a los pobres, porque por el bien de la patria, primero los pobres!

Los chontales no son expertos nadadores y menos buzos. No tienen experiencia más allá de cruzar la crecida del río apoyándose en el cuadrúpedo que no se ahoga y los jala.

Los chontales son parte de un grupo maya que algunos autores asimilan a los putunes, del estado mexicano de Tabasco cuyo nombre proviene del náhuatl y quiere decir, literalmente, “extranjero”. Quizá por eso el trato presidencial: llevaron ​inversión extranjera a tierras tabasqueñas. Son los neoliberales de aquellos tiempos. Ellos se encuentran en los municipios de Nacajuca, Jalpa de Méndez, Centla, Centro y Macuspana.

Y ahí es en donde desfogó el agua de la Presa Peñitas y con ello se evitó el mal mayor: que Villahermosa se convirtiera en la Atlántida moderna.

La decisión, como la del culiacanazo “evitó que murieran civiles”. Aquí no fue un ataque del crimen organizado… fue simplemente agua.

Lo importante: ya entendí por qué primeros los pobres.

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