Viento en Popa la Inseguridad en México

A la Vuelta de la Esquina

*Vamos en Reversa Desde Hace Cinco Años

*Multiplicados los Homicidios en el Último Quinquenio

*Principal Causa de Muerte en Personas de 15 a 44 años

*El Menor Nivel de Gasto en Seguridad Interna

Por Iván Ruiz Flores

La pandemia a los criminales les ha hecho lo que el viento a Juárez… nada. Siguen viento en popa los asesinatos, la violencia y la comisión de delitos en el país.

La realidad es que sólo estamos siguiendo el patrón que ya cumple cinco años de estar en marcha. De ahí que el informe 2020 del Índice de Paz México (IPM) elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP). En 2019, dicho nivel nivel tuvo un retroceso de 4.3%, descendiendo por cuarto año consecutivo.

Este deterioro, explica la institución, se debió a que las actividades delictivas se incrementaron de manera importante, al grado que la tasa de crímenes de la delincuencia organizada creció 24.3%.

“Como resultado -menciona-, 23 de los 32 estados del país mostraron caídas en sus niveles de paz, mientras que solo nueve mejoraron. La tasa de aumento de los homicidios, sin embargo, se desaceleró notablemente en comparación con el año anterior, ya que subió apenas 1.4%”.

El IPM dice que los homicidios se han multiplicado de forma drástica en los últimos cinco años.

“Desde 2015 -precisa-, la tasa de homicidios se ha elevado 86%, y en el último año fueron asesinadas más de 35,000 personas. Los conflictos dentro de las organizaciones criminales y entre estas se han propagado, provocando un incremento significativo de la violencia. Entre 2006 y 2018 hubo 35 conflictos de cárteles, en los que intervinieron 42 organizaciones criminales o algunas de sus facciones.

“La gravedad de la situación se hace patente si se considera que el homicidio es ahora la principal causa de muerte entre las personas de 15 a 44 años, y la cuarta más frecuente entre niños de cinco a 14 años.

“A pesar de lo anterior, México presenta el menor nivel de gasto en seguridad interna y sistema judicial de los 33 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con 0.7% del PIB. De ahí que se le dificulte desarrollar capacidades suficientes en su sistema judicial para hacer frente a las necesidades del país”.

A juicio de este organismo, para atender efectivamente la violencia, “México debería mejorar e incrementar su gasto en el sistema de justicia penal. Es decir, invertir más y mejor”.

Ejemplifica al explicar que nuestro país tiene en promedio 3.6 jueces y magistrados por cada 100,000 habitantes: cuatro veces menos que el promedio global. “Este déficit restringe la capacidad del sistema judicial para procesar casos y, por ende, hay elevadas tasas de impunidad. Acabar con la corrupción y consolidar instituciones eficaces, en las que confíen los ciudadanos, son factores cruciales para impulsar el desarrollo”, agrega.

También precisa:

“No obstante, durante los últimos 10 años la evaluación que las personas hacen del gobierno, la confianza en los procesos políticos y en el estado de derecho, y la percepción de corrupción, se han deteriorado. México ocupa el sitio 128 de 163 países en cuanto a control de la corrupción, de acuerdo con el Foro Económico Mundial (FEM), y ha descendido 57 posiciones en la última década”.

Al tiempo que el miedo a la inseguridad ha aumentado constantemente en los últimos cinco años, señala, el conocimiento que tienen los ciudadanos sobre las acciones del gobierno para contrarrestarla ha disminuido. “Entre tanto, la preocupación por la impunidad en el sistema judicial se elevó casi cinco puntos porcentuales en el último año, y más de una cuarta parte de los mexicanos la mencionan entre los tres mayores retos que tiene el país”.

La violencia en México, puntualiza, puede dividirse en cuatro categorías, cada una de las cuales requiere su propia respuesta de política pública:

  1. Violencia política
  2. Violencia oportunista, como la extorsión y el robo.
  3. Violencia interpersonal, como agresiones, delitos sexuales y violencia familiar.
  4. Conflictos de cárteles, que se caracterizan por implicar altos niveles de homicidio, delitos relacionados con drogas y conflictos armados entre grupos criminales.

En 2019, Yucatán fue el estado más pacífico del país por tercer año consecutivo, seguido de Tlaxcala, Chiapas, Campeche y Nayarit. “Sin embargo, en el mismo año se deterioraron las calificaciones en el IPM de tres de los cinco estados más pacíficos —Yucatán, Tlaxcala y Campeche—, lo que revela hasta qué grado se ha generalizado la degradación de la paz en México. Baja California continuó siendo el estado menos pacífico en 2019, seguido por Colima, Quintana Roo, Chihuahua y Guanajuato. Cuatro de los cinco —Baja California, Colima, Chihuahua y Guanajuato— tuvieron tasas de homicidios superiores a 49 muertes por cada 100,000 habitantes, cifra que se considera extrema.

Por otra parte, si México logra solucionar la falta de inversión en el sistema de justicia penal, combatir la corrupción y fortalecer sus instituciones, tendrá grandes posibilidades de lograr avances significativos en sus niveles de paz.

Efectivamente, pero…dependerá de lo que diga el tlatoani.

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