“Contagio”

Del Cine y las Leyes

La Sana Distancia

Por Horacio Armando Hernández Orozco

“Contagio” (“Contagion”) película dirigida por Steven Soderbergh y protagonizada por Matt Damon (Mitch Emhoff), Jude Law (Alan Krumwiede), Kate Winslet (Dra. Erin Mears), Laurence Fishburne (Dr. Ellis Cheever), Marion Cotillard (Dra. Leonora Orantes), Jennifer Ehle (Dra. Ally Hextall) y Gwyneth Paltrow (Beth Emhoff); se estrenó el 9 de septiembre de 2011 en Estados Unidos.

Previo al Día de Acción de Gracias inicia en Minneapolis una propagación de un virus mortal que se extiende por todo el mundo; el contagio se produce por mero contacto entre los seres humanos y en pocos días, la enfermedad comienza a diezmar a la población.

Hay quien estima a esta película como profética dadas las similitudes entre el virus (MEV-1) que se presenta en la cinta con el coronavirus COVID-19; sin embargo, este thriller se basó en la pandemia de gripe A (H1N1) de 2009-2010, y lo que no cambia es la crisis política, económica y social que surge frente a un nuevo virus.

PACIENTE CERO

Beth Emhoff regresa de un viaje de negocios en Hong Kong, con fuerte resfriado, su hijo Clark también adquiere los síntomas y deben retirarlo del colegio; Beth se agrava y dos días después colapsa, su marido, Mitch la lleva al hospital donde fallece.

Todo pareciera indicar que el paciente cero es un joven que ha fallecido en plena calle en Hong Kong, pero no necesariamente quien muere primero es el paciente cero, pues existen factores relativos a la condición física y de salud, o bien gente asintomática que es portadora de algún virus.

En epidemiología, se llama caso índice o paciente cero al primer caso que da lugar a la atención del investigador y origina una serie de acciones, visitas y pasos necesarios para conocer un foco de infección o un brote epidémico.

De tal magnitud es la importancia del paciente cero que la propia cinta muestra la preocupación del doctor Ellis Cheever del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) que envía a la oficial del centro, doctora Erin Mears, a Minneapolis para que investigue y trate de controlar su propagación, a su vez la OMS envía a la doctora Leonora Orantes a Hong Kong para que se encargue de la investigación; la localización del paciente cero puede servir para comprender como actúa el virus antes de que mute y se pueda lograr un cultivo útil para encontrar una vacuna.

EXPLICAR LO INEXPLICABLE.

Mitch llega a casa y la niñera le dice que su hijo ha muerto, por lo que es puesto en cuarentena, pero se descubre que es inmune a la infección; sin embargo, cientos de personas se ven infectadas, lo que termina en un colapso del orden social. La autopsia de Beth revela que falleció de una meningitis viral aguda.

Las alarmas para las autoridades sanitarias no se disparan por un caso aislado, por extrema o rara que sea la causa de la muerte, sino por el elevado número de personas que lleguen a infectarse, tan es así que la película muestra como en Atlanta, los representantes del Departamento de Seguridad Nacional se reúnen con el doctor Ellis Cheever para encontrar una cura contra el extraño virus.

La doctora Ally Hextall, quien también trabaja en el CDC, determina que el virus es una mezcla de material genético de virus de murciélago y cerdo; pero ¿cómo es posible que un virus sea a la vez de murciélago y de cerdo?

QUE NO CUNDA EL PÁNICO

Los expertos determinan que el virus se transmite por pequeñas gotas con un número de reproducción básico (R0) de cuatro, que uno de cada 12 personas se infectará y que la tasa de mortalidad estará entre el 25% y el 30%; Alan Krumwiede utiliza su blog para narrar los sucesos a pie de calle y le dice a la gente que no se deje engañar que el gobierno está mintiendo; pero hace un trato económico y a través de un video engaña a las personas asegurando que un medicamento llamado Forsythia es la cura de la enfermedad.

Obviamente las falsas noticias crean siempre un caos, y en ese aspecto tanto periodistas formales como los youtuberos, blogueros e influencers tienen gran responsabilidad de informar con la verdad.

En la película se afirma que una persona infectada puede contagiar a otros, pero una mentira infunde el miedo, y contra ello no hay cura.

La gente en pánico intenta hallar en farmacias el medicamento Forsythia causando caos en las calles, rapiña y muerte.

UNA VACUNA ALEATORIA

El doctor Ian Sussman descubre un cultivo de células utilizable para el MEV-1, y la doctora Hextall lo usa para elaborar una vacuna, llegando al grado de inyectarse para probarla e inmediatamente visita a su moribundo padre, que está infectado; la vacuna entra en producción, y debido a la cantidad de infectados, el gobierno reparte las vacunas con base en la fecha de nacimiento elegida por lotería, de modo que las vacunación se realizará durante un año hasta que todos los sobrevivientes no infectados estén a salvo.

La cinta no muestra a detalle sobre el tratamiento dado a los enfermos hospitalizados, aunque se ve la habilitación de espacios amplios para ello, y la creación de fosas comunitarias e incineración de cuerpos, y que el número de muertes llega a los 2.5 millones en los Estados Unidos, y 26 millones en todo el mundo.

Tampoco se indica si todos aquellos que tuvieron que esperar un año para ser vacunados lograron salvarse o no; siempre será difícil la decisión de quien debe morir y quien debe vivir, y al final la injusta decisión será motivo de condena, ya sea humana o de justicia divina; la propia Biblia señala en Ezequiel 13:19: “Ustedes me han profanado entre mi pueblo por puñados de cebada y por pedazos de pan, dando muerte a las personas que no debían morir y dando vida a las personas que no debían vivir, mediante el mentir a mi pueblo que escucha la mentira”.

Condena lapidaria que le es aplicable al bloguero Krumwiede que es un partidario de las teorías de la conspiración y un falso mesías, pero también aplicable al Gobierno que miente; al periodista que por acción u omisión cae en la falsedad llevando al pánico de masas y al colapso del orden social que se convierten en contagios peligrosos; o aquél que se atreve a atacar a enfermeras y doctores por la ignorante idea del contagio; al comerciante que promueve falsos medicamentos o escasea los insumos necesarios para afrontar una contingencia; a la autoridad que pospone el cierre de centros comerciales o eventos masivos para después imponer la medidas de salud pública como la sana distancia social; o al que aprovechando la pandemia y el desconcierto de autoridad saquea, roba y comete actos de rapiña. ¿Cuál de todos ellos se merece esta condena?

La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…

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