Incongruencias y más incongruencias.

El presidente demanda de la ciudadanía y del conjunto de la sociedad acatar las instrucciones emitidas por el doctor Hugo López-Gatell, autoridad a la que le tiene él y su familia total confianza.

Justamente el subsecretario de salud ha dicho que el aislamiento se prolongará hasta el 30 de mayo y sin embargo, Andrés Manuel López Obrador anuncia en su vídeo, difundido este domingo, que seguramente se suspenderá la contingencia el 8 de mayo.

Hace apenas una semana en su conferencia mañanera expresó su deseo de que la contingencia se levantara para celebrar el 10 de mayo.
Y parece que sigue montado en su macho porque, a pesar de la reiteración de su vocero en materia de sanidad, insiste en que se levantará la contingencia el 8 de mayo.

Cómo exigirle a la ciudadanía que se quede en casa acatando las instrucciones del subsecretario de salud si el propio presidente lo manda, como en los tiempos de candidato derrotado, al diablo.

Siempre hemos dicho que el presidente debe pregonar con el ejemplo y sin embargo, es el primero en romper la cadena disciplinaria para imponer su muy personal forma de actuar como técnico y científico en materia de salud, aunque claro, también lo hace en otros importantes sectores como en la economía y las relaciones internacionales, que cada día demuestra están dirigidas al agradecimiento por el apoyo del presidente Donald Trump.