Aquel Primer Congreso Feminista de 1916 en México

Los Dados de Dios

*Pero los Constituyentes las Dejaron a la Deriva

*El Frente Único Pro Derechos de la Mujer de 1935

*Hoy se Pueblan Masivamente las Calles Para Defenderse 

Por Nidia Marín

México ya no tiene arraigado el derecho canónico como en la primera mitad del siglo XX. La mujer de hoy, por lo tanto, por voluntad propia mantiene la cohesión en el núcleo familiar, así como el cuidado y educación de los hijos y además, colabora en las labores dentro del hogar.

En estos tiempos ya no existe aquel argumento que advertía que, si la mujer se interesaba en asuntos políticos, la institución de la familia se alteraría y ello a su vez desencadenaría la ruptura del orden político-social.

Y como entonces dijeran las féminas, en1916, en el Primer Congreso Feminista: es “…un error educar a la mujer para una sociedad que ya no existe, habituándola a que, como en la antigüedad, permanezca recluida en el hogar, el cual sólo abandona para asistir a los saraos y fiestas religiosas, y que no se le reivindica colocando sobre su tumba el epitafio romano: ‘cuidó su casa y supo hilar la lana’, pues la vida activa de la revolución exige su concurso en una mayoría de las actividades humanas”.

Pero, como señalaran, en 2016, Héctor Ávila Cruz, Laura Leticia Vázquez Padilla y Martha Gaona Cante, en su trabajo “La Evolución de los Derechos de la Mujer en la Constitución” y su eje temático “Las mujeres y sus derechos a 100 años de la Constitución”, los constituyentes hicieron un diagnóstico de la situación de las mexicanas y las dejaron a su propia suerte.

Abundaron los estudiosos del tema:

“Por un lado, les negaron el derecho al sufragio, y por otro, no hubo una propuesta consistente para sacarlas fuera del círculo restringido del hogar y educarlas políticamente”.

Más la advertencia de este terceto es también:

“Esta postura generará un déficit histórico respecto a la educación cívica de las mujeres y se reflejará en el futuro comportamiento electoral y en su pasividad en el ámbito político”.

Efectivamente, pero no ha sido todo. Ancestralmente, aseguran, específicamente en el siglo XIX y en el XX, cuando un hombre mataba a una mujer, el argumento era “no era dueño d sus actos” y si ejercía la violencia exponían “ejerció su derecho a la corrección”. Peor era (¿y es?) cuando se le agregaba el elemento del honor, es decir que la susodicha anduviera con otro.

Todo indica que, aún no está la sociedad curada de este tipo de pensamientos, no obstante los grupos que han surgido para defender a la mujer de las diversas agresiones que hoy van desde el feminicidio de niñas y adultas, hasta las lesiones que las dejan marcadas de por vida, sea con ácido (como en el caso de la joven oaxaqueña) o quemaduras, amputaciones y otras heridas.

La lucha de las mujeres ha sido muy larga. Por ejemplo, en 1935 durante el mandato del general Lázaro Cárdenas del Río se fundó el Frente Único Pro Derechos de la Mujer (FUPDM), el cual llegó a contar con 50 mil afiliadas, de diferentes profesiones y tendencias, como son: intelectuales, profesionista, obreras e inclusive veteranas de la Revolución, de izquierda, de derecha, liberales, católicas, callistas, cardenistas, nos ilustran Ávila Cruz, Vázquez Padilla y Gaona Cante.

Podemos decir que hoy, en el movimiento mundial que registran las mujeres para defenderse de las agresiones, también intervienen de todas las tendencias e ideologías, religiones, profesiones y demás, incluido el que se lleva a cabo en México y que este lunes 9 de marzo, precisamente 24 horas después del Día Internacional de la Mujer, alcanzará uno de sus puntos culminantes con el paro general “Un Día Sin Mujeres”.

Esto llega, después de que Teresa Incháustegui en 2014 precisara en su estudio “Sociología y política del feminicidio; algunas claves interpretativas a partir de caso mexicano” que en esa materia de violencia:

“…Se puede en cambio sí señalar su crecimiento en los últimos cincuenta o sesenta años (OMS, 2013) y quizá, lo que es más importante, identificar un nuevo uso instrumental y estratégico. Sostendríamos aquí que este nuevo uso derivaría no tanto de la naturaleza y características de estos eventos casi intemporales por su larguísima presencia, sino porque se dan en un contexto de claro avance de las mujeres y en el marco de sociedades políticamente más igualitarias en las cuales se condena crecientemente el uso de la violencia hacia ellas.

“Gracias a estos avances las mujeres han poblado masivamente las calles, los sitios de trabajo, las escuelas, las universidades, los centros deportivos, los parlamentos, los medios de comunicación, otrora privilegiados cotos masculinos. Han modificado radicalmente sus maneras de vivir, de vestir; han poblado la noche y ganado el espacio público”.

Es cierto, pero hay a quienes no les parecen estos avances…. ¡Y POR ESO EL PARO VA!

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