Por Jesús Michel Narváez
Como refugiado político, hizo de las suyas en México. Hasta que el fiscal general de Estados Unidos llegó al país y se reunió con el presidente López Obrador. Apenas 24 horas, Evo Morales abandonaba el país y se dirigió a Cuba, en donde estuvo horas antes de partir a Argentina, en donde el nuevo gobierno le dio asilo.
Sin embargo, desde Buenos Aires mantuvo y mantiene su activismo político. Este domingo, el expresidente acusado por diversos delitos en Bolivia, utilizó su cuenta de twitter para denunciar el “nuevo ataque en su contra” del gobierno de facto “para evitar que pueda presentar su candidatura a la Asamblea Legislativa, al sustraerle documentos oficiales”.
“Cuando era dirigente fui detenido y confinado. Siendo diputado, fui enjuiciado y expulsado del Parlamento por defender los derechos de los bolivianos. Ahora, los golpistas, quieren proscribirme evitando mi postulación a la ALP. No nos van a acallar. #DictaduraEnBolivia”, señala en uno de los tres mensajes que difundió.
“Vamos a denunciar ante instancias internacionales la sustracción de mis documentos, la desaparición del Poder Notarial y mi libreta del Servicio Militar, que obtuve dignamente en 1978.
Quieren amedrentarnos, pero no lo lograrán.#DictaduraEnBolivia”, reza el segundo.
Y en el tercero dice: “Presentaremos una denuncia ante la Fiscalía, por este robo agravado del que son responsables el ministro de facto, Arturo Murillo y el Cnl. Iván Rojas de la FELCC.
Frente a la persecución, pido a todas y todos los bolivianos mucha responsabilidad y unidad.#DictaduraEnBolivia”.
TeleSur emitió los comunicados y sin identificar una fuente ni en dónde se publicó, dio a conocer este texto: “Frente a la persecución, pido a todas y todos los bolivianos mucha responsabilidad y unidad”, señaló el expresidente, quien fue víctima de un golpe de Estado en noviembre pasado, después que ganó las elecciones generales realizadas el 20 de octubre de 2019”.
El expresidente encabeza los esfuerzos del MAS para ganar la presidencia en los comicios de mayo próximo, con Luis Arce, como candidato.
No obstante sus alegatos, Arturo Murillo, ministro de gobierno, anunció el jueves pasado que se denunciará al exmandatario, que tiene procesos penales, ante el TSE, y se impugnará el poder notarial tramitado para su inscripción como candidato en las elecciones del 3 de mayo.
Es decir, salvo que ocurra un milagro, Morales no podrá participar en las elecciones del 3 de mayo y por ende no formará parte de la Asamblea Legislativa –equivalente al Congreso de México- con lo cual quedará fuera de toda actividad política legal en su país.
A pesar de la rebelión militar, del rechazo de la población y hasta de corrientes indígenas cocaleras, Morales parece tener sellado su destino: el exilio permanente o la cárcel boliviana.
Del poder omnímodo a la pérdida total.
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