“¡Corral Feminicida!”

Frontera Norte Ciudad Juárez

*Ellas ya han Perdido la fe en sus Autoridades

*Isabel Cabanillas era una Guerrera de Todos los Días

*Amaneció Asesinada Hace Unos Cuantos Días

*Defendía a las “Hijas de su Maquilera Madre”

*Cayó Muerta en el fatídico “Corredor Seguro”

Por Rafael Navarro Barrón

La pinta en la pared refleja la indignación de los colectivos feministas que están hartos de protestar en el desierto del oficialismo que se niega a poner un ¡hasta aquí! a la muerte impune de mujeres en todo el país.

La protesta se realizó en la ciudad de México, en la casa Chihuahua, donde funcionan las oficinas de Javier Corral Jurado, el gobernador de Chihuahua.

No tenemos claro si en las reuniones diarias de seguridad que encabeza el presidente de la república en Palacio Nacional, se analice el tema de los asesinatos de mujeres, cuyos crímenes alcanzaron una clasificación que era inexistente en los códigos penales del país: el feminicidio.

Una pregunta prevalece, constantemente, en la mente de quienes nos gobiernan: ¿por qué en ciudad Juárez asesinan y han asesinado a tantas mujeres?

Es el mismo cuestionamiento de muchos chihuahuenses agraviados por la muerte y la ineptitud oficial en todos los tiempos; la estadística se empezó a escribir en el gobierno de Francisco Barrio Terrazas. El entonces gobernador acuñó la frase “a las mujeres las matan por cómo andan vestidas”.

Hace unos días amanecimos en Ciudad Juárez con un nuevo tema: la ejecución en la vía pública de una mujer. Por la relevancia de la víctima, una joven mujer de 26 años, activista social, respetada por los colectivos feministas, el pueblo está inquieto y las verdaderas líderes sociales analizan, en su indignación, qué hacer para llamar la atención del gobierno federal.

Han perdido la fe en el gobernador Javier Corral; Armando Cabada, el alcalde de Ciudad Juárez, ni siquiera figura en el mapa. Su abierta incapacidad de gobierno lo hace invisible en cualquier campaña en beneficio del municipio.

Isabel Cabanillas era una guerrera que se levantaba todos los días para exigir mejores condiciones para la mujer trabajadora. Y más que exigir un mejor ingreso en las plantas laborales o mejores prestaciones, pedía respeto a su género.

La ciudad se vuelve a estremecer y las mujeres a sentirse -¡otra vez!- inseguras al saber que sus vidas están en riesgo. Isabel Cabanillas lo entendía bien, por eso la defensa a las “Hijas de su maquilera madre”, organización a la que pertenecía.

Es evidente que vivimos en una ciudad donde no hay respeto a la vida. No hay respeto a los lugares aquí se puede matar en donde el asesino quiera, como ocurrió con Isabel que cayó en el fatídico “corredor seguro” (paradójicamente para mujeres) que puso en funcionamiento el actual alcalde.

Sobra decir que Ciudad Juárez está considerada como una de las tantas “tierras de impunidad” que existen en el país. Las estadísticas lo confirman.

Isabel Cabanillas, era diseñadora de ropa, pintora muralistas y miembro activo del colectivo “Hijas de Nuestra Maquilera Madre” y anteriormente había participado en la Red Mesa de Mujeres.

Era, por decirlo así, una mujer del pueblo. Ahora está muerta y el pueblo exige justicia. Por eso en la ciudad de México, en la “casa Chihuahua”, que representan las oficinas del gobierno de Javier Corral, los colectivos protestaron en contra del malogrado gobierno estatal.

Una mujer totalmente desnuda se paró afuera de la vieja casona, mientras sus compañeros gritan ¡Corral Feminicida! La exigencia de justicia sale sobrando en un México agraviado por la negligencia oficial.

Cuando asesinaron a Miroslava Breach, la periodista chihuahuense, el gobernador Javier Corral dijo que el asunto estaba concluido, que a la periodista la mataron los narcos, por los trabajos periodísticos, que fue una obra periodística de muy alto nivel, publicados por el periódico La Jornada.

Pero en realidad, Miroslava fue asesinada por la incompetencia oficial de las corporaciones policiacas de los tres niveles de gobierno. Muchos de los efectivos están metidos hasta las narices con el crimen organizado.

Fue asesinada porque en Chihuahua no se respeta a los reporteros, por eso los periodistas hemos dejado de respetar a las autoridades.

Para el caso Isabel Cabanillas ya esperamos las hipótesis absurdas sobre su muerte. Buscarán y encontrarán un motivo para decir que la activista social no tenía una vida proba o buscarán al “chivo expiatorio” en turno; nos venderán la idea de que el crimen fue pasional o que se resistió a un asalto.

En el fondo, el problema no es el móvil, sino los efectos de las acciones. La gente mata porque hay impunidad, porque tenemos sistemas penales corrompidos. La gente mata porque ven al gobierno como “poca cosa”, endeble y a gobernantes de caricatura.

Alguien creerá que los delincuentes le van a tener respeto a un presidente que diariamente nos divierte con sus barrabasadas.

El fin de semana, Isabel apareció después de unas horas de intensa búsqueda. La asesinaron en el centro de Ciudad Juárez.

Recibió un balazo en la cabeza con un arma calibre 9 milímetros; el domingo, familiares y amigos de Isabel, así como integrantes de otros colectivos feministas, salieron a las calles para manifestar su enojo por el asesinato de la joven, quien además deja a un niño pequeño en la orfandad.

Y mientras el presidente honesto nos divierte con sus ocurrencias mañaneras, en ciudad Juárez, un pequeño, busca desesperadamente a su madre, a quien no volverá a tener en toda su existencia.

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