La Oposición, Necesaria Para el Gobierno

*El Sistema Presidencial Requiere del Debate Plural

*Hay Cauces Libres de Violencia Para Enriquecer Ideas

*Muy Importante no Imponer Leyes Unilateralmente

*Peor es que el Partido Dominante lo Haga Unidimensionalmente

Por Ezequiel Gaytán

En una democracia es necesaria y muy importante la oposición, pues es bien sabido que una sociedad que piensa igual es una sociedad que piensa poco. De suyo no es posible concebir la democracia sin la oposición, pues representa la expresión de ideas críticas y en muchos casos propositivas y correctivas a los planteamientos del gobierno. La oposición es la representación de grupos legal y legítimamente organizados y se singulariza debido a que su plataforma ideológica y su programa de gobierno son diferentes en ideas, estrategias y tácticas de la conducción de la sociedad.

Un país gobernado bajo el sistema presidencial requiere de la confrontación de ideas y del debate plural en el poder Legislativo, pues en la oposición encuentra cauces libres de violencia para enriquecer las ideas, reconocer que la inclusión es positiva y dialécticamente generar nuevas ideas. Sobre todo, porque importa mucho que el partido dominante no imponga unilateralmente sus leyes y algo peor, que lo haga unidimensionalmente. Una de las formas más depuradas y efectivas de oposición es la de los partidos políticos, otra es la que emprenden las organizaciones de la sociedad civil mediante diversas estrategias, pero bajo la condición de que deben ser pacíficas, mediante la adopción estricta de la cultura de la legalidad y alejada de la destrucción de las instituciones del Estado. Otra más es la prensa crítica al poder, ya sea escrita, por las redes sociales o la que se expresa en los medios electrónicos; toda ella representada por periodistas y articulistas libres, independientes y honestos.

El problema de los gobiernos prácticamente unipartidistas es que acaban siendo pretenciosos, crean ambientes hoscos, pueden caer en el autoritarismo y es común que recorran la senda de la impunidad mediante el solapamiento de sus integrantes hasta llegar a niveles cínicos de corrupción.

El gobierno que no acepta el dialogo con la oposición o busca permanentemente la manera de someterla mediante la asfixia presupuestal, el arrinconamiento mediático y la persecución disfrazada de policía hacendaria se está disparando en el pie y, a la larga, desgastándose. Por su parte la oposición también tiene grandes responsabilidades y debe comportarse como tal y tener la gallardía de enfrentarse con principios, valores y opciones diferentes a las gubernamentales. Es más, se trata de llevar la imaginación al poder.

Desafortunadamente en los momentos actuales del país, los partidos políticos de oposición brillan por su distancia con sus militantes y la sociedad en general y poco logran acotar al gobierno en turno, por un lado porque el mayoriteo de Morena es abrumador y por el otro porque los actuales diputados y senadores de oposición pareciera que se sienten derrotados antes de empezar la batalla. Por supuesto que hacen su lucha y poco se nota. Es más, hasta el momento han sido incapaces de rendir cuentas de sus ingresos, de hacer público su plan de acción y estrategia en materia de educación, salud, trabajo y vivienda, por decir algunos ejemplos. Se ven reactivos y no proactivos, carecen de oradores, sus propuestas son las mismas que cuando gobernaron o fueron aliados de los partidos grandes cuantitativamente hablando y todos han sido incapaces de reformarse.

Ser, hacer y saber actuar como oposición responsable es igual de importante que gobernar. Implica que los partidos políticos hoy minorías se asuman como entes naturales y fundamentales en la democracia, que se organicen y estructuren como lo que son, entes pasajeros en la alternancia del poder, por lo que deben ser autocríticos, estudiar con profundidad y detenimiento la agenda del gobierno , identificar sus convergencias y divergencias entre los partidos de oposición y con la visión de Administración que ejecuta el partido en el poder, deben saber y aprender a construir sin descalificar, a criticar y proponer, a compartir ideas porque lo importante es la nación y hacer alianzas en términos de procurar lo mejor para todos. Sin embargo, nuestra herencia decimonónica sigue privando en la política nacional y lo que vemos son respuestas contestatarias, reaccionarias, ofensivas y carentes de argumentación constructiva y visión de futuro.

México es un país con “oposición garantizada” lo cual es una ventaja en la democracia, pues implica presencia cuantitativa, pero desafortunadamente no significa necesariamente inteligencia  y calidad. La garantía no debe concebirse como Derecho de Apartado, sino como oportunidad de responsabilidad, de confrontar y, en su caso, de crecer como nación democrática.

 

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