La Sutileza de la Melancolía: Amanda

La Tiendita de los Horrores

Por Emilio Hill

Es momento de desintoxicarnos y dedicar espacio a uno de los filmes que ofrece el tradicional Tour De Cine Francés, que en México se lleva a cabo, este año, del 6 de septiembre al 17 de octubre.

En medio del Blockbuster, nuestro de cada día, vale la pena tocar otro tipo de cinematografías y sensibilidades. Es el caso pues de Amanda (MIkhaël Hers, 2018). El filme se puede ver dentro de la programación y a pesar de ser una propuesta discreta, es una buena opción.

Y es que muchos de estos filmes tendrán su corrida normal en algunos meses, pero la eterna batalla de la exhibición que se libra entre largometrajes de propuesta muy comercial y otros, para un público que gusta de experimentar aires nuevos dará, casi seguro, como resultado, horarios no muy buenos a todo lo que no huela a Hollywood.

El sólido MIkhaël Hers, con un sexteto de títulos ya a cuestas, relata  en esta ocasión, con Amanda, la historia de Sandrine (Ophelia Kolb), una joven madre soltera, quien cría a su pequeña hija –la Amanda del título– una regordeta y simplona niña, interpretada con sobriedad y decoro por la debutante como actriz Isaure Multrier ,  que está obsesionada con los pasteles de crema.

La vida les va en una sutil tranquilidad, que incluye la convivencia con David, (Vincent Lacoste), hermano de Sandrine , un veinteañero irresponsable, que deja olvidada a la pequeña en la escuela, al no pasar por ella. El joven se dedica a ser un atolondrado agente de bienes raíces, y su especialidad es sacarle dinero a los inmigrantes hasta que se encuentra a la práctica Léna (Stacy Martin), quien se convierte en su interés amoroso.

Sutiles pleitos empañan la relación de los hermanos, hasta que un en atentado terrorista Sandrine muere. David verá como su vida se transforma, al tener la disyuntiva de criar a su sobrina o dejarla en un internado.

En Amanda, hay un relato sereno y sin estridencia, a pesar de la tragedia, en el que el mutismo de la melancolía pule a sus personajes. Es la pequeña historia que se refleja detrás de los grandes acontecimientos, en este caso un atentado terrorista, ficción pero que asemeja hechos reales, y como repercute en la vida de los protagonistas.

Un filme que no entra en debates de tono político –tampoco evade las sutilezas, con escena de una mujer en un parque se asusta al ver personas con burkas- y que reparte el dolor de forma medida.

Amanda, presenta personajes de un nihilismo roto, muy en la tradición de la Nouvelle Vague, que ven su vida alterarse por la tragedia. Filme con escenas poéticas de plano secuencia incluida, en un parque antes de la tragedia.

Un melodrama familiar que no ofrece respuestas fáciles, pero justo ahí radica uno de los pilares del filme. La sencillez de un relato verídico que nunca explota en el melodrama pero que toca el corazón del espectador.

La melancolía cotidiana luego de la tragedia, que le exige al espectador mayor compromiso. Para ver sin falta.

Para mayores datos sobre el Tour:

www.tourdecinefrances.com

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